Revista Coaching

281.- 'El hombre que se enoja se derrotará a sí mismo en el combate, lo mismo que en la vida'

Por Ignacionovo

Autor: Máxima samurai. Hoy nos vamos hasta Japón para regalarnos apenas un soplo de la milenaria sabiduría oriental. Recurrimos para ello al maestro Zen Hakuin; un monje budista que vivió alrededor del año 1700 y que impartió su doctrina y creencias por todo el archipiélago. “Al principio sólo contaba con el apoyo de dos o tres monjes. Más adelante se sumaron otros, puesto que los semejantes se atraen, de manera que su número se incrementó hasta convertirse en cientos y cientos…” Esta es una de sus enseñanzas más populares…
LAS PUERTAS DEL CIELO
Un guerrero samurai, fue a ver al Maestro Zen Hakuin y le preguntó: "¿Existe el infierno? ¿Existe el cielo? ¿Dónde están las puertas que llevan a ellos? ¿Por dónde podría entrar?".
Era un guerrero modesto. Los guerreros siempre lo son. Sin astucia en sus mentes, sin matemáticas. Sólo conocen dos cosas: la vida y la muerte. No había llegado hasta el maestro para aprender ninguna doctrina; sólo quería saber dónde estaban las puertas, para poder evitar la del infierno y entrar en el cielo.
"¿Quién eres?", le preguntó Hakuin.
"Soy un samurai", le respondió el guerrero. En Japón, ser un samurai es algo que otorga notable prestigio. Quiere decir que se es un guerrero perfecto, un hombre que no dudaría un segundo en arriesgar su vida. "Soy un samurai, un jefe de samuráis. Hasta el Emperador mismo me respeta", dijo.
Hakuin sonrió y le contesto: "¿Un samurai, tú? Pareces un mendigo".
El orgullo del samurai se sintió herido y olvidó para qué había ido hasta allí. Sacó su espada y cuando ya estaba a punto de acabar con la vida de Hakuin, éste le dijo: “Esta es la puerta del infierno. Esta espada, esta ira, este ego, te abren la puerta".
Inmediatamente el samurai entendió. Puso de nuevo la espada en su cinto y Hakuin dijo: “Aquí se abren las puertas del cielo".
"El cielo y el infierno están dentro de ti", concluyó Hakuin. "Ambas puertas están dentro de ti. Cuando te comportas de forma inconsciente, estás a las puertas del infierno; cuando estás alerta y consciente estas en las puertas del cielo."
Reflexión final: "El verdadero blanco que el arquero debe apuntar es su corazón" Máxima del Kyudo. Los infiernos y los paraísos hay que buscarlos más dentro que fuera de nosotros. Son infiernos los que se encuentran y paraísos los que se pierden.



Volver a la Portada de Logo Paperblog