Revista Cultura y Ocio

2ª CONTINUACIÓN DEL 3º CAPÍTULO DEL RETO, TEJIENDO UN CUENTO, POR LYD MACAN:

Publicado el 08 abril 2015 por Dulce
Hola a tod@s! Aquí os traigo la segunda continuación que se ha hecho a la historia que se puso en marcha en este nuevo reto, tejiendo un cuento. Pueden ver el primer capítulo, o sea, el comienzo, en este enlace:
http://elclubdelasescritoras.blogspot.com.es/2015/03/nuevo-reto-tejiendo-un-cuento-2.html

Y si esta continuación sale ganadora tras las votaciones, pasará a ser el capítulo dos. Eso sí, antes de vota, deben de leerse y valorar, las dos continuaciones que se han presentado. 2ª Continuación by Lyd Macan: Capítulo Tres El resto de la tarde con Jack fue bastante entretenida, le permitió conocer algo más del chico con pinta de playboy. Aunque la primera impresión cuando alguien lo veía era de peligroso y chulo, luego no era tanto, aunque tenía un aura de misterio que te atraía como a un imán.
El chico la acompañó hasta cerca de su casa, pero antes de que cada uno tirara para una dirección, hicieron un parón en un parque cercano a la casa de Jessica. Se bajaron de la moto y él aprovechó para agarrarla por la cintura y pegarla a él.
—Mañana voy a ir a recogerte a casa y te llevaré a clase —le dijo quitándole un mechón de la cara—. Quiero pasar todo el tiempo que pueda contigo.
«¿Pero si él tiene clase cómo me va a acompañar?»Lo miró un poco desconcertada, aunque por otra parte se sentía… ¿ilusionada? Era una sensación extraña, como mariposas en el estómago.
—Cla…claro —tartamudeó la chica sonrojándose—, ¿pero no tienes clase?
—Sí, pero no pasa nada si llego unos minutos más tarde.
—Entonces su…supongo que está bien —le sonrió tímida—. Luego te mando la dirección de mi casa.
—Estupendo, a las 8 estaré allí, te llevaré en mi moto y a la vuelta te recojo —sonrió torcidamente.
Ella asintió totalmente sonrojada por la vergüenza. La sonrisa del chico se hizo más amplia al verla. Le cogió la barbilla y le levantó la cara con cuidado para que se vieran a los ojos. Lentamente acercó su cara y atrapó sus labios en un beso suave, pero con el paso de los segundos incrementó su pasión, siendo abrasador.
Se separaron jadeando por falta de aire y Jessica totalmente roja y los ojos brillantes. Jack la abrazó por unos instantes, sorprendiéndola a ella y a sí mismo, nunca era tan cariñoso, pero pensaba que esos momentos a ella le vendría bien. Se separó de ella y con un guiño se montó en su Harley, alejándose en cuestión de segundos.
Mientras ella veía como se alejaba, inconscientemente se llevó una mano a sus labios y los tocó. Estaban un poco inflamados por el impresionante beso que le había dado Jack, la había dejado…en las nubes.
«¿Qué me está haciendo este chico?», se preguntó mientras se montaba en su moto y conducía a su casa. Su mente estaba echa un lío, no entendía cómo podía llamar la atención de un chico como Jack, sin embargo, por otro lado estaba Richard. «Soy masoquista», se decía a sí misma una vez ya en su cuarto, dejándose caer en su cama y enterrando la cabeza en la almohada. A pesar de lo que hizo Richard en el cine y luego su vago intento de arreglarlo, sentía ese “amor platónico” por él.
Suspiró y se puso a hablar con su amiga por WhatsApp contándole todo lo que había pasado por la tarde con Jack. Hablaron también un rato sobre el extraño comportamiento de Richard, pero Jessica estaba muy cansada y se fue a dormir.
De pronto, le despertó un pitido y buscó a tientas su móvil. Al desbloquearlo vio que eran las dos de la mañana y tenía un mensaje de Jack.
«Hermosa, creo que se te ha olvidado mandarme cierta dirección, ¿o es que estas huyendo de mí, gatita?
«Lo siento, me quedé dormida y se me pasó completamente. Aunque… ¿Quién sabe? Tal vez quería deshacerme de ti ;)»,le escribió y sonriendo como una tonta apagó el móvil tras enviar el mensaje con su dirección, y se durmió sonriendo.
A la mañana siguiente se levantó llena de energías, saludó a sus padres que se iban para trabajar y desayunó tranquila. Cuando estaba secándose las manos al ritmo de la música, se movía por la cocina, un golpe en la ventana la sobresaltó y descubrió a un Jack sonriendo socarrón.
Dejó el trapo en su sitio y abrió a Jack por la puerta que daba al patio. Se hizo a un lado para que pasase, pero sin mirarlo a la cara. Estaba roja como un tomate y muerta de vergüenza.  «¡Dios, me ha pillado bailando, que vergüenza!, me pregunto qué pensara ahora de mí…» Se mordió el labio pensativa.
—No sabía que te movías de esa forma.
—No suelo bailar…en público, además tampoco me conoces mucho —murmuró mirando para cualquier sitio menos para él.
—Otra sorpresa que me llevo contigo —le sujeta por la barbilla y la mira a los ojos—, no dejas de sorprenderme, Jessica, y eso me gusta.
Ella retrocedió un paso para coger sus cosas, necesitaba poner un poco de distancia entre ambos, estar cerca de Jack la trastocaba.
—Bueno, ya estoy…lista —se toca la oreja nerviosa.
—Pues vamos entonces —sonrió burlón y la siguió hasta la salida.
Cuando llegaron al instituto se formó un pequeño revuelo al verlos llegar, y más cuando él se despidió de ella con un beso en la mejilla, cerca de sus labios. Ella pasó las tres primeras horas como en una nube, ignorando todos los cuchicheos que había sobre ella y el misterioso chico de la moto que la había traído hoy a clase.
Al llegar la hora de gimnasia, que era la última de día y la cuarta, ya que hoy salían dos horas antes por los profesores que faltaban, estaba deseando salir por fin. En el día de hoy, Richard no se había acercado a ella, eso la desconcertaba, pero estaba aliviada, seguía enfadada con él, sin embargo, no dejaba de mirarla.
Estaba entre enfadada y nerviosa por tanta miradita, tanto de reojo como fija. Cada vez que giraba la cara lo encontraba mirándola, ni se molestaba en hacerlo disimuladamente. Por fin la ultima hora acabó y ella se dirigió a guardar el material, así aprovechaba para alejarse del constante escrutinio de Richard.
Suspiró una vez que dejó las cosas en su sitio y salió de la habitación hacia el patio, pero chocó contra alguien. Levantó la mirada y para su sorpresa era Richard.
—¿Qué…qué quieres?
—Solo hablar contigo ahora que estas sola —se encogió de hombros quitándole importancia.
—Pues no puedo, me tengo que ir y…
En un rápido movimiento, Richard la tenía apoyada en la pared y apoyó sus manos a cada lado de su cabeza. «¿Qué narices se cree que hace?», se preguntaba ella viendo como los tonificados brazos de él estaban a ambos lados de su cabeza.
—Me vas a escuchar aunque sea unos minutos.
—Mira, no tengo por qué escucharte si no quiero, y ahora mismo no tengo ni tiempo ni ganas de escucharte—le espetó ella empezando a molestarse.
—¡Lo vas a hacer! ¡Maldita sea, Jessica, solo escúchame! —exclamó él exasperado.
Ella lo miró asombrada, nunca lo había visto ponerse de esa forma con nadie, exasperarse ni elevar la voz.
—No… no quiero… —tartamudeó mirando a su alrededor.
—Yo solo llevé a Anna porque no parecías muy cómoda con la idea de ir solo conmigo y…
—¡Oh, venga ya! —exclamó ella empujándolo.
Ella podía aguantar muchas cosas, pero no que encima le echaran la culpa de haber llevado a otra chica. Si lo hizo fue porque él quería.
—A mí no me vengas con esas, Richard, no soy estúpida. Espero que te hayas reído a gusto de mí con tus amiguitos—le dijo echando fuego por los ojos.
—Jessica…
—¿Qué está pasando aquí? —inquirió una voz a las espaldas de Richard—, espero que no la estés molestando.
—¿Tú que demonios haces aquí? —se giró Richard para encarar a Jack.
—Vine por ella, habíamos quedado, y si te digo la verdad —lo miró de arriba abajo con una mueca desdeñosa—, no me gusta que idiotas como tú la entretengan cuando ha quedado conmigo.
—Jack…vámonos, por favor —le susurró ella agarrándose de su brazo.
—Mira, amigo, tú aquí no pintas nada, así que no te metas en conversaciones que no te incumben.
—Me incumben en el momento en que la estas molestando —dijo Jack dando un paso hacia él—. Te lo advertí la otra vez, ¿te voy a tener que romper la cara?
—¡Jack! —exclamó Jessica tirando de su brazo para llamar su atención—. Por favor, vámonos, no merece la pena.
—Está bien —le sonrió a ella y luego miró con desdén a Richard—. No te vuelvas a acercar a ella.
Con eso se dio la vuelta y dándole la mano a Jessica se fueron alejando del lugar y dejando a Richard echando humo por las orejas.
—¡No me voy a rendir fácilmente! —le gritó retándolo.
Jack se paró y sonriendo como el gato de Alicia en el País de las Maravillas, miró a Jessica, le guiñó un ojo y se giró para mirar al otro chico.
—Que gane el mejor, entonces.
Jessica miró a ambos petrificada, sin entender como había llegado a esta situación. «¿Qué va a pasar ahora? ¿Desde cuándo es esto una competición?»
Nota: Tenéis 48 horas para votar. El viernes, sobre esta hora, diré qué continuación será la que pasará a ser parte de esta historia que estamos tejiendo en el reto, "tejiendo un cuento".
Sí os puedo avisar desde ya, que a las que les toca hacer la continuación, o sea, el capítulo 4, son:  
-Ariuska -inma -Mari Bien, deciros que tenéis que dejar vuestro voto en esta entrada. Tenéis que decir cuál de los 2 relatos os gusta más, si el de Jazmín Romero, que pueden leerlo/verlo AQUÍ, o este que aparece en esta entrada. ¡Gracias por vuestra colaboración y saludos!

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