Revista Cultura y Ocio

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Por Natali Yager

Respirar. Para un olvido de

creo, me parece, que tengo una responsabilidad por cumplir. Ver esta claridad. Pero todo el tiempo tratar de tenerla aquí, despierta, explicarle… decirle, que todo es más nitido cuando están despiertos. Decíselo suave, paternal, paternal baboso, siempre te va a querer más. Va a reír cada vez que te vea cerca, que sospeche que la vas a atrapar por atrás, que antes de entregarse a los sueños sonría una vez más pensando en vos, algún recuerdo que vuelve para no soltar del todo la mano entrelazada, permitirle creer que podés acompañarla también hacia sus propios mundos, a su propio océano. Cuando despierte ya se habrá olvidado, y va a creer que este es el único siempreúnico día. Que recién te conoce, que recién te ame, que te abrace fuerte y no sepa más nada.

Ese, ese justo momento en que ella vive la eternidad. ¿Pero entendés que la vive? No, no entendés. Porque te olvidaste de todo como te olvidaste tu sueño de anoche, te olvidás porque no te parece real, ¿por qué creés que no le das toda la gran importancia al ser que fuiste en ese justo único instante en que comprendiste todo?

– ¿qué está pasando?

– no, sé. Pero es muy temprano para que vengan a robar

y la locura de la niñez no es otra más que abandonarla.

Desenvolver los recuerdos y de vez en cuando reencontrarnos, creer que nos reencontramos, pero en realidad nos estamos un poco burlando de lo que fuimos, de lo que no reconocemos como propio. Nunca dejamos de ser eso, de sentir así, somos el mismo ser. ¿Y por qué un poco burlarse, entonces, de lo nuestro más importante?

Y cuanta razon tendrá cuando crea en este unico siempreunico dia. Y como se olvidará después…         abrazala, sostenela,

-¿por qué se tiene que ir siempre? ¿Qué!, no puedo hacer nada? Si yo soy el padre, si yo la he creado…

manténganse juntos, todo el tiempo presente, cuando te empieces ir, ya irán pasando los benditos años, que te formarán bajo un techo que no es el tuyo, no sé muy bien que estás haciendo ahí, apenas si te veo, apenas ya si te pienso, estás cada vez más perdido y sólo me queda recordarte de a poco, justo en la medida que puedas comprender un poco, al menos aceptarla. No quiero apurarte, quiero que vayas a tu tiempo, pero que empieces a ver, que recuerdes, pero que de verdad. ¿Porquécarajo! dejaste morir siempre tu forma? ¿Por qué no llorás con vos cuando afuera golpean, que te hace diferente?, si todos estos años no son nada, no son nada. Si es toda una gran maniobra para un desfile del error universal. ¡No te confundas más caramba!, que algún día no te confundas más.

La gran responsabilidad, es estar donde se está cuando se está.

Sin luces apagadas por favor, que se ilumine todo, que se ilumine el mundo, que se te abran las pestañas, que se te abran las carnes, que todo se vea desperezándose, como si recién fuera de mañana. Y no objetar nada, aceptar que es ahora, y que por fin. Que despierten lento, que despìerten y desayunen, no los manipules, no intentes nada, todos saben donde vas.

  • Cuando ahora lloro en realidad sigo llorando todo lo que perdí, todo lo que fui tan claramente y ahora no entiendo. Cuando ahora hablo y digo es tan lejano, que mis primeros años no saben más que hacer para despertarme. Me sigo yendo, de a ratos me entreveo, me voy desperezando junto con muchos, junto a muchas como yo, estamos en el mismo lugar de la desesperación acorralada.

Ahora

sólo hay que darle bola.

Hay que estar atentos.


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