Mucha gente puede llegar a pensar que la frase “Belleza interior” es un aliciente que tienen las personas feas para sentirse mejor, asumámoslo, no todos contamos con los rasgos distintivos que tienen los protagonistas de las película de Hollywood o no calificamos para entrar en la lista de las personas más hermosas de la revista People. Sin embargo podemos llegar a convertirnos en el ser más hermoso del planeta al menos para una persona (Por supuesto a parte de nuestra madre), y es que la atracción no está limitada al ámbito físico, y eso es lo extraordinario de la complejidad humana. Existen características emocionales que nos pueden ayudar a conectarnos de una manera más profunda con ese ser amado y a continuación voy a compartir 3 claves para vestirnos de gala por dentro.
- Empatía: Es la virtud que tienen los seres humanos al tratar de comprender los sentimientos de los demás y el esfuerzo que hacen por ayudar de manera desinteresada en las necesidades de sus semejantes. Una persona empática tiene la capacidad de ponerse en el lugar de otro y trata de entender las reacciones de los demás, demuestra compasión y un alto sentido de compañerismo.
- Simpatía: Tiene que ver con la forma en cómo se desenvuelve una persona, lo que lo hace agradable, interesante y lo convierte en alguien preferido por la gente a la hora de compartir un buen momento. Muchas de las relaciones de amistad y amorosas comienzan con la siguiente frase “Me parece simpático(a)” Es por eso que es muy importante que cultivemos la simpatía ya que no solo es un don innato sino que podemos llegar a desarrollarla si nos lo proponemos. Como dijo Jack Kerouac “La simpatía es una sonrisa grande, y una sonrisa grande no es nada más que dientes”
- Espiritualidad: No lo confundas con religiosidad, la espiritualidad es el atributo de las personas que los hace profesar una fe genuina que pasa por encima de los dogmas y tradiciones y los conecta con sus convicciones y creencias, la espiritualidad es la base de la moralidad y el sentido de convivencia. Diferentes estudios científicos han demostrado que la mayoría de personas que asisten a una congregación semanalmente y practican la oración tienden a ser más optimistas y por lo tanto se relacionan más fácilmente con sus semejantes, en otras palabras un espíritu sano nos hace personas más atrayentes.