3 continentes en solo pincel

Hijo de un  cantonés y una cubana, que traspasaron la dualidad de razas en una mezcla perfecta al pequeño Wilfredo Lam, nacido el 8 de diciembre de 1902, en Sagua La Grande, Cuba. Wilfredo devino un talentoso pintor, dotado de una virtud indescriptible para trabsformar el lienzo.

 Su influencia surrealista comenzó a hacerse evidente a comienzos de la década de 1930, evocando la del conocídisimo Herni Matisse. En 1936 se enamora de la obra artística y las ideologías políticas de Pablo Picasso y más tarde este mismo año se une como voluntario al Ejército Popular de la República para combatir a los golpistas del dictador Francisco Franco durante la Guerra Civil Española. Es encargado

"La guerra civil" Wilfredo Lam

con la dirección de una fábrica de municiones, dibuja numerosos carteles antifascistas como parte de su ferviente protesta y nutre su arte de la violencia y el candor de los combates, dando a luz a su gran obra " La Guerra Civil" 

 Obligado a salir de España por la persecución sufrida por sus alianzas con los republicanos durante la Guerra Civil, en 1938 Lam se traslada a París, donde el propio Picasso lo toma como pupilo, haciendo crecer su interés por el arte africano y las máscaras primitivas. 

 La influencia de Picasso, la herencia multicultural de Lam y su relación con la Santería se manifiesta extensamente en sus obras. El pintor era la suma perfecta de la cultura de tres continentes, todos presentes en las formas oníricas que llenaban sus lienzos. 

 Una gran amistad surgió entre ambos artistas y la influencia innovadora de Picasso alimentó el talento de Lam, fue él quien lo introdujo en el mundo artístico de París, afiliándolo a los grupos de pintores surrealistas que vivían en la ciudad de la luz e integrándolo con talentosos representantes de otras manifestaciones artísticas, como el poeta francés Ander Breton, quien más tarde publicaría su obra "Fata Morgana", ilustrada magistralmente por Lam y 1939 expone orgullosamente junto a su mentor Pablo Picasso en la ciudad de Nueva York.

 Debido al avance de las hordas fascistas se ve obligado a salir de Francia y en 1941 se reencuentra con su patria,  y como resultado de la reunión con su suelo natal su estilo comienza a transformarse, conjugando el surrealismo con símbolos de la cultura afrocubana y trayendo a la vida imaginativas figuras biomórficas fruto de su creativa imaginación.

 La intensa luz del sol tropical, la exhuberante naturaleza y el arraigo de los cultos sincréticos en la isla caribeña se dibujaron como maravillas ante sus ojos, ausentes de Cuba hacía ya 18 años. Los elementos cotidianos de nuestra realidad trasladados a un plano fantástico y subjetivo crearon nuevos símbolos en su obra siempre buscando las raíces de sus ancestros. 

 Dichos elementos se presentaron con su máxima expresión artística en su obra "La jungla" pintada en 1943, que actualmente se exhibe en el Museo de Arte Moderno de Nueva York  y más tarde en "La Silla".

Precisamente esta última obra ha trascendido especialmente, es con ella que se considera dio un paso decisivo hacia la pintura definitoria de su personalidad plástica , uniendo dos géneros tradicionales, la naturaleza muerta y el paisaje y vinculándolos en una dimensión donde coexisten cotidianamente.

 A partir de 1950 estuvo inmerso en numerosos viajes alrededor del mundo, alternando estancia y madurando su estilo con tonos casi monocromos. Finalmente se establece en París, realizando , aún en la distancia numerosas exposiciones en su país natal y colaborando con universidades cubanas. 

 En 1964 fue galardonado con el "Guggenheim International Award" y entre 1966 y 1967 se realizaron numerosas retrospectivas de su obra en varios museos europeos. Sus obras residen en los principales museos del mundo y  algunas han sido vendidas en subastas de arte latinoamericano de prestigio mundial, alcanzando los precios más altos, como por ejemplo su óleo "La mañana verde" fue vendida el 27 de mayo de 1998 por 1.267.500 dólares.

 Lam falleció el 11 de septiembre de 1982 en París, sus restos descansan en su ciudad natal.

 Cuba lo honra, como uno de sus más ilustres hijos, con un Centro de Arte Contemporáneo que lleva su nombre, donde se exhiben muchas de sus obras y que es casa matriz de la  importantísima Bienal de Artes Plásticas que inunda La Habana con arte en galerías e instalaciones callejeras cada dos años.