Revista En Femenino
Dicen que los niños son los mejores maestros. Y debo admitir que tienen razón. Ahora que soy madre debo reconocerlo, los pequeños nos enseñan cosas todo el tiempo. Solo tenemos que estar atentos para no desaprovechar esas "oportunidades de aprendizaje".
En los últimos 3 meses me ha tocado un curso intensivo :) Mi hijo de 3 años me ha enseñado 3 cosas importantísimas:
1. A disfrutar el momento.
Mientras él jugaba en su dormitorio con sus autitos le preparé un vaso de leche chocolatada. Como estaba tan entretenido con su juego no esperaba que estuviera muy interesado en la chocolatada. Quizás la tomara mientras continuaba jugando, sin prestarle demasiada atención. Sin embargo, cuando llegué con el vaso... me sorprendió. Dejó sus autitos y se sentó en un almohadón mientras decía "Lo voy a disfrutar acá". Hizo un stop para prestar completa atención a ese momento y a su chocolatada.
Me recordó que hay que parar para disfrutar de esas pequeñas cosas que nos hacen felices.
2. A decirle cuánto lo quiero.
En el camino de regreso del colegio pisó caca de perro. No una vez... 3 veces. Por lo tanto, no lo regañé una vez... lo regañé 3 veces (o más). Cuando llegamos a casa me dijo, preocupado, "Pero me tenés que querer igual...". Y se puso muy feliz cuando le respondí que, aunque lo regañara, lo seguía queriendo. Era algo obvio para mí, pero no para él.
Aprendí que tengo que decirle cuánto lo quiero y que hay cosas que no deben darse por sobreentendidas, sino que es bueno decirlas, repetirlas y recordarlas.
3. A repensar la decoración.
Cuando se cayeron algunos cuadritos que estaban pegados en la pared de su dormitorio, mi hijo decidió: "Ahora, vamos a ponerlos a mi altura". Y yo, frente a esa resolución, me dije "Claro! ¿Por qué no? ¿No es más coherente que todas sus cosas estén a su altura (incluyendo la decoración)?". Pensamos la decoración desde la perspectiva de los adultos, tratando de que sea para nosotros un ambiente bonito y funcional. Se supone que los niños, a medida que crezcan, irán integrándose a ese ambiente.
Pero, ¿por qué no pensar un espacio que resulte funcional para los pequeños?
Y casualmente encontré estos hermosos dormitorios infantiles diseñados según el método educativo Montessori para desarrollar su autonomía. Son simples, monísimos y, sobre todo, muy bien pensados:
{Finnian´s Montessori room}
{Monina Design}
¿Hay algo que te haya enseñado tu hijo que quieras compartir aquí? ¡Cuéntanos!