Nuestros hijos nos escuchan todo el tiempo. A veces nos criticamos a nosotras mismas o a otros, mostramos nuestra baja autoestima y ahí también estamos dando lecciones que a ellos les quedan grabadas
Yo no tengo todo resuelto. Al contrario. Tengo defectos, inseguridades, angustias y ansiedades, como entiendo que le pasa al resto de las personas, sean madres o no. La diferencia está en que mis hijos me toman como modelo. No importa si lo quiero o no, si no lo busco o si es un objetivo consciente. Lo hacen y toman tanto lo bueno como lo malo y eso queda en sus cabezas.
Estas son algunas cosas que prefiero evitar delante de los chicos:
Decir frases como “qué gorda que estoy, todo me queda horrible”:
Si tienen hijas mujeres, seguro que estarán tratando de que su autoestima no pase por los kilos de más (o de menos) que puedan tener. Les dicen que lo importante es el interior y hay que quererse y amigarse con su cuerpo. Por eso creo que se debe tener mucho cuidado con el ejemplo que damos como mujeres.
Y si tienen hijos varones y se la pasan criticando los cuerpos de amigas, conocidas, actores y actrices, hablando de lo gordas y gordos que están unos y otros, se está validando que los chicos hagan lo mismo en el recreo con sus compañeros.