Nuestra idea era pasar 3 días recorriendo algunos de los rincones más llamativos y, a su vez, cercanos a Arroyo Frío (24 km. al NE de Cazorla): pretendíamos "patear" mucho y conducir poco.
Ya en la carretera de Cazorla a Arroyo frío, comenzamos a disfrutar de su rica y variada fauna, pues se nos cruzaron 2 Ciervos Cervus elaphus, 1 Jabalí Sus scrofa y hasta 3 Zorros Vulpes vulpes. es muy recomendable transistar por la noche tanto por esta como por otras carreteras si se quiere tener contacto directo con la variada fauna de estas sierras.
Las 3 zonas elegidas para nuestro primer contacto profundo en estas sierras jiennenses serán: el conocido Sendero del Río Borosa (1), entorno del nacimiento del Río Guadalquivir, incluyendo el Sendero de los Tejos milenarios y la Ruta por la Cerrada del Utrero (2), y el Embalse del Tranco (3).
1. Sendero del Río Borosa (Viernes 5 de Octubre)
Elegimos el primer día de "expedición" para realizar esta ruta, ya que es la más exigente y queríamos estar frescos. Los días siguientes notaríamos las piernas algo castigadas pero ya eran caminatas bastante más relajadas.
Este sendero es el más visitado del Parque y al poco de comenzar te vas dando cuenta por qué.
Dejamos el coche aparcado en las cercanías de la piscifactoría, en un parking para tal efecto. Comenzamos a andar con el Río Borosa a nuestra derecha y con un fuerte muro de piedra a nuestra izquierda. Al poco, encontramos la Fuente de los astilleros, una de tantas que encontraremos a lo largo del día.
Unos metros más adelante nos topamos con la desembocadura del Arroyo de las Truchas en el Borosa; a partir de aquí el recital de fotos es casi continuo.
Cruzamos bastantes puentes y pasarelas durante el recorrido y, en cada uno de ellos, nos parábamos a deleitarnos con el frescor y el sonido del agua, el bosque de galería que lo flanqueaba y, por supuesto, con el vuelo de Lavanderas cascadeñas Motacilla cinerea y algún que otro Mirlo acuático Cinclus cinclus (hasta 4 ejemplares vistos en toda la jornada).
En las laderas cercanas el bosque estaba formado por pinos, en su gran mayoría Pinos carrascos Pinus halepensis y Pinos laricios Pinus nigra en las partes altas, con un sotobosque de Lentiscos Pistacia lentiscus y abundantes Madroños Arbutus unedo, que en ocasiones formaban estos húmedos "corredores"...
Después de varios puentes llegamos a una zona, en mi opinión, de las más bonitas de Andalucía, teniendo en cuenta el fácil acceso (hasta aquí la ruta es llana y sin ninguna dificultad): la Cerrada de Elías. Aquí el Río Borosa se encajona y forma un estrechísimo cañón al que se accede por una pasarela de madera. El agua, aunque escasa, es limpia y cristalina. Si vamos en silencio, podremos escuchar el reclamo del Mirlo acuático o los graznidos de las ruidosas Chovas piquirrojas Pyrrhocorax pyrrhocorax en las alturas.
Este imponente hábitat también es refugio de varios endemismos de estas sierras: la Pinguicola vallisneriifolia o "Grasilla", una planta carnívora muy singular
o la Lagartija de Valverde Algyroides marchi (descubierta en 1958). De este reptil pudimos observar varios ejemplares, pero, a pesar de encontrarnos en el mes de Octubre, se mostraban muy activas y no se dejaron fotografiar.
Después de muchas fotografías, dejamos atrás el breve sendero por tablas de la Cerrada. Algunos Buitres leonados Gyps fulvus se dejan ver remontando las primeras térmicas del día. Pero no estaban solos: en la parte más alta de un farallón calizo y posada en un viejo tronco seco, observamos a una gran rapaz, que identificamos bien a pesar de la distancia; se trataba de un ejemplar joven de Águila real Aquila chrysaetos, que tomaba el sol y se arreglaba el plumaje. Tambíen observamos 2 Ciervas Cervus elaphus.
El camino va poco a poco tirando hacia arriba, pero hasta llegar al final del sendero "oficial", en la Central hidroeléctrica, sigue siendo bastante accesible "para todos los públicos". Un poco antes nos deja con la boca abierta esta increíble cascada de más de 60 m. de altura. En realidad son dos cascadas "gemelas" que vierten sus aguas al vacío y atraviesan el camino...¡¡¡impresionante!!!.
Tras 8 km recorridos llegamos a la pequeña central. Aquí está la última de las fuentes de agua potable, así que es buen lugar para hacer una parada para quitarse la mochila, refrescarse y reponer el agua de botellas o cantimploras.
A partir de aquí la senda se hace bastante más exigente. Hay que tener en cuenta que quedan 3 ó 4 km. de fuertes pendientes y si no estamos mínimamente preparados (calzado, comida y bebida, horas suficientes de sol...) deberemos dar la vuelta.
Comenzamos a ascender. A veces el camino es de piedra suelta y se hace durillo, pero los descansos son buenos para hacer fotos y contemplar las muchas cuevas que el río ha formado en la roca caliza. Es una pena que el río fuese desviado para su aprovechamiento en la central hidroeléctrica porque así el paisaje desmerece mucho.
Ya vemos los túneles que llevan agua a la central desde Aguas Negras. Aún queda un último repecho de unos 500 m. con bastante pendiente, pero hay que hacer el último esfuerzo!! (a partir de aquí es prácticamente llano).
Por fin llegamos a los túneles y sacamos el frontal, ya que es bastante estrecho y oscuro. Aquí os pongo algunas fotos...
Al salir del segundo túnel, llaneamos un poco más para llegar a la Presa de Aguas negras. En la lámina de agua vemos algunos Zampullines chicos Tachybaptus ruficollis y una Garza real Ardea cinerea vuela a lo lejos. En el cielo vemos un numeroso grupo de Aviones roqueros Ptyonoprogne rupestris y, entre ellos, al menos un Vencejo real Apus melba. También observamos algunos excrementos de Nutria Lutra lutra en unas rocas cercanas a la presa.
Dudamos si comer el bocadillo y descansar aquí, pero decidimos continuar 1 km. hasta el final de la ruta propuesta.
El camino discurre ahora por un pinar de Pinus halepensis maduro en el que son protagonistas grupos de Pinzones comunes Fringilla coelebs y mixtos de Herrerillos capuchinos Lophophanes cristatus, Mitos Aegithalos caudatus y Carboneros garrapinos Periparus ater, entre otros.
Tras 1 km. aprox. llegamos a la Laguna de Valdeazores. Aquí las dueñas parecen ser un pequeño grupo de Fochas comunes Fulica atra.
Ha merecido la pena llegar hasta aquí (13 km. y unos 700 m. de desnivel). Nos tomamos un merecido descanso y nos comemos el bocata con unas preciosas vistas.
Después de unos 40 minutos de almuerzo y relax, comenzamos la vuelta. Las piernas notan el esfuerzo realizado pero ahora casi todo el recorrido es descenso. El cansancio hace que cada vez hagamos menos fotos.
Como observaciones destacables del camino de regreso, apuntar el único Gamo Dama dama de la jornada, un macho con una sola cuerna, una hembra de Muflón Ovis gmelini musimon y una pequeña Culebra viperina Natrix maura llegando de nuevo a la Cerrada de Elías.
Al llegar a los coches, decidimos visitar el Centro de visitantes Torre del Vinagre, ya que al empezar esta mañana aún no había abierto sus puertas.
Resumen de la ruta:
Dificultad: Media - Alta (a partir de la central hidroeléctrica se hace duro)
Tiempo estimado: 4 horas (sólo ida)
Desnivel: unos 700 m.
Época recomendada: Evitar días calurosos y verano.
Observaciones:
- Ruta de unas 8 horas de recorrido, controlar horas de luz.
- Llevar frontal o linterna para tramo de túneles.
- Calzado cómodo y con suela fuerte.
- Llevar 1 botella de agua grande por persona, podemos llenarla en varias fuentes que encontramos por el camino.
- Llevar comida y/o barritas energéticas para reponer fuerzas durante la jornada.
2. Nacimiento del Guadalquivir, Sendero de los Tejos milenarios y Cerrada del Utrero (sábado 6 de Octubre)
El sábado por la mañana nos acercamos al Nacimiento del Guadalquivir. No nos atraía mucho la idea de ir a ningún sitio masificado, pero decidimos visitarlo ya que no conocíamos el lugar.
Nuestras sospechas se cumplieron y, al llegar, vimos bastantes coches aparcados. El lugar nos decepcionó un poco: estaba completamente seco, con suciedad en algunas zonas y mucha gente.
No tardamos en irnos de allí. Avanzamos un poco con el coche hasta el comienzo de la breve ruta de los tejos.
Esta ruta lineal de apenas 2 km en total merece la pena, ya que te da la oportunidad de observar algunos ejemplares imponentes de Tejo Taxus baccata que han sobrevivido durante centenares de años en esta umbría (quizá más de mil!!). En esta foto se puede saber algo más de esta joya botánica...
Durante el suave ascenso disfrutamos del celo de los Gamos Dama dama con su particular "ronca" y de la abundancia de Carboneros garrapinos Periparus ater en estos pinares.
Llegó la hora de comer y elegimos una zona recreativa de camino a nuestra siguiente visita. Había unas cuantas mesas ocupadas en este precioso pinar, regado por un arroyo de aguas gélidas (pudimos comprobarlo metiendo los pies, jeje...). Un buen grupo de Cornejas negras Corvus corone esperaban ansiosas que alguna mesa quedara libre para dar buena cuenta de los restos de comida.
Después de un buen bocata nos dirigimos a La Cerrada del Utrero. El sol apretaba, pero nada más comenzar empezamos a notar el frescor del cañón del río. Este sendero, como el anterior, es corto y accesible a todos los niveles de senderista :); apenas 1´6 km y 45 min, siendo una ruta circular.
Aquí pudimos observar el vuelo majestuoso de los Buitres leonados Gyps fulvus casi a nuestro nivel, y cómo iban ganando altura remontando las térmicas.
3. Embalse del Tranco y alrededores (domingo 7 de Octubre)
Para la mañana del domingo dejamos la parte más relajada del viaje, ya que después del almuerzo pondríamos rumbo a Sevilla.
Recorrimos la carretera que bordea el Embalse del Tranco, haciendo algunas paradas para hacer fotos y contemplar las majestuosas vistas. Vimos un par de ciervas al borde de la carretera y varias Ardillas rojas Sciurus vulgaris a las que intentamos fotografiar, pero nos resultó imposible...qué rápidas son!!!
Visitamos también el Parque de Fauna Silvestre Collado del Almendral (o Parque cinegético, aunque no me gusta nada este nombre por motivos obvios). Había mucha gente, pero nos brindó la oportunidad de ver una manada de ciervos y otra de gamos con sus machos dominantes. Cuando ya nos íbamos, también sorprendimos a un Jabalí Sus scrofa al lado del camino, escondido entre el follaje.
Nuestra última visión antes del regreso fue de nuevo la del Embalse del Tranco, que aunque notaba la sequía de todo el año, lucía espectacular...