Las emociones influyen de manera constante en nuestra manera de vivir, y es que cada estimulo que recibimos va a generar una respuesta ante nuestro mundo exterior, es decir, cuando sentimos temor Reaccionamos luchando, huyendo, o paralizándonos. ¡Así influyen ellas!
Es por ello, que debemos saber manejarlas de manera correcta, de modo que lo que expresemos conciba un resultado positivo para nosotros y los que nos rodean.
Emociones como la ira (enojo explosivo), el rencor (sentimiento de hostilidad), y el orgullo (Exceso de estimación hacia uno mismo) afectan nuestras relaciones personales, debido a que son reacciones que “crean conflictos” y “establecen brechas” entre relaciones de parejas, familiares, compañeros de trabajo y amigos.
Quizás te estés preguntando ¿y cómo hago? He sentido todas estas cosas ¿Debo reprimirlas? La respuesta es la siguiente NO, ya que, debemos ser conscientes que el reprimir este tipo de emociones o el mal manejo de las mismas puede acarrear un bloqueo emocional o incluso una enfermedad en nuestro cuerpo.
Ante cualquier circunstancia debes preguntarte cuáles son las consecuencias de tus acciones, ¿vale la pena conducirte con enojo?, ¿con hostilidad, o con orgullo?, examinar a quien vas a dañar con tu manera de actuar Va ayudar a no dejarte llevar por tus impulsos y que estos tomen el control de tu vida.
¡Recuerda! la emoción va a estimularte a generar una respuesta, pero no le des rienda suelta, “respira” y decide actuar como realmente es conveniente.
Muchas personas con la expresión “YO SOY ASÍ” han arruinado excelentes relaciones, y no solo eso sino también momentos especiales con sus seres queridos, que no te pase a ti!! Antes de manejarte con ira, rencor u orgullo decide “ser amable”, “perdonar” y “tener un concepto sano de ti mismo”.