Por Mauricio Rodríguez
Al ver los récords de ciertos equipos en la NFL, es muy fácil llegar a una conclusión incorrecta sobre lo que realmente son. En una liga como esta, los factores que pueden cambiar el rumbo de un partido son demasiados. Por ejemplo, un equipo que generalmente es mejor que otro puede perder debido a un solo matchup o una sola tendencia. Sin embargo, no define preciamente cuál fue el mejor equipo.
Ahora, tras el arranque de la semana 6 de la temporada, presento a tres equipos cuyos récords, no dicen lo que realmente son. ¡Cuidado con juzgarlos mal!
Minnesota Vikings (2-2-1)
Los Vikings comenzaron la temporada como uno de los favoritos en la NFL y se toparon con un difícil arranque. Después de una victoria en la primera semana, fueron tres jornadas consecutivas sin ganar. En la semana 2 empataron contra los Green Bay Packers y en seguida, en el partido que se esperaban como “el desquite” perdieron 27-6 contra uno de los equipos más débiles de la liga, los Buffalo Bills.
Debido a ello, Minnesota sólo tiene dos victorias en 2018, pero esto no refleja al equipo que realmente podría considerarse uno de los tres mejores todavía. Kirk Cousins y sus receptores siguen impresionando, la defensiva tiene el talento necesario para mejorar hasta alcanzar el nivel que se esperaba de ellos a inicios de septiembre.
Este equipo es de temerse, y lo vimos contra los L.A. Rams. A pesar de perder, demostraron la calidad que tienen como equipo. Ojo con los Vikings: empezaron mal, pero están preparados para competir por la NFC.
Philadelphia Eagles (3-3)
La NFC East es un desastre. Una división supuestamente competida debido a los buenos equipos que la conforman está siendo disputada pero por los malos récords. Los Dallas Cowboys le hacen justicia a su récord de 2-3. Los New York Giants si merecen su marca de 1-4 y los Washington Redskins son descritos certeramente con un 2-2.
Pero los Philadelphia Eagles no son un equipo de 3-3. Si un conjunto va a resurgir en esta división, es el de los actuales campeones del Super Bowl. Vienen de una victoria dominante sobre los Giants este jueves y, con Carson Wentz quitándose lo oxidado de encima, la defensiva aprovechará para comenzar a apilar victorias.
Incluso sin el RB Jay Ajayi, el talento que tiene este equipo en ofensiva y defensiva da para más de lo que refleja ese récord. No esperen que se queden igual, porque no lo harán.
Cleveland Browns (2-2-1)
Los Browns están entrando a una nueva era. En sólo cinco semanas han conseguido dos victorias, una hazaña que antes no hubiéramos creído posible. Pero las cosas cambian en este hermoso deporte, y ahora este equipo se ha dispuesto a demostrar que, en efecto, son capaces de ganar cualquier partido. Y la verdad esas dos victorias no cuentan la historia completa del escuadrón de Hue Jackson.
Este es un conjunto que ha estado a nada de un récord de 4-1. Piénsenlo, una patada fallida en tiempo extra les costó el juego contra Steelers en la primera jornada del año. Después tenían la victoria casi asegurada contra los New Orleans Saints, pero no lograron frenar su eventual derrota. En esos dos juegos no tenían a Baker Mayfield como su quarterback. De hecho, Tyrod Taylor tuvo gran parte de la culpa de la derrota contra Saints.
Considerando lo cerrados que fueron dichos partidos, es difícil no pensar en lo que pudo haber sido con Mayfield bajo centro. Pero olvídense del QB, ¿qué hay de esta defensiva? Tiene talento en todas y cada una de sus posiciones. Estos no son los Browns de antes. Acaban de sorprender contra un rival divisional, los Baltimore Ravens, y no es descabellado pensar que lo volverán a hacer y, eventualmente, escalar en la tabla de la AFC North.
Los Browns no están lejos de ese nivel y son un equipo al que cualquier rival en la NFL debería tenerle miedo. En un descuido pueden convertirse en un equipo digno de postemporada.