Como padre, tu trabajo es ayudar a tus hijos a ser felices, sanos y bien adaptados.
Una de las mejores formas de ayudar a tu hijo es potenciar su capacidad de recuperación.
Ayudar a tu hijo a aumentar su resiliencia le permitirá ser curioso, confiar en sus instintos y salir de su zona de confort.
Sin embargo, como padre, puede ser difícil fomentar la resiliencia de tu hijo.
Para ayudarte, aquí tienes tres estrategias eficaces para potenciar capacidad de resiliencia de tu hijo.
3 formas de potenciar la resiliencia de tu hijo
1. Centrarse en su conexión emocional
Uno de los determinantes más importantes de la resiliencia de una persona es su conexión con el mundo que le rodea.
En otras palabras, las personas resilientes tienden a tener relaciones muy fuertes con su familia, sus amigos y su comunidad.
La razón es que estas conexiones actúan como un sistema de apoyo cuando las cosas van mal.
Una de las mejores formas de potenciar la resiliencia de tu hijo es establecer una fuerte conexión emocional con él.
Esto le dará a su hijo la oportunidad de construir estrategias de afrontamiento en el contexto de una relación afectuosa y segura.
Puede establecer una fuerte conexión emocional con su hijo pasando tiempo individual con él.
Ya sea haciendo los deberes, jugando en el parque o viendo la televisión, el tiempo uno a uno con tu hijo es crucial para construir una fuerte conexión emocional y potenciar la resiliencia de tu hijo.
2. Promover la asunción de riesgos
Otra forma de potenciar la capacidad de recuperación de su hijo es promover la asunción de riesgos saludables.
Hoy en día, el mundo está lleno de la mentalidad de que los niños deben mantenerse en un entorno completamente seguro.
Aunque es importante que su hijo esté a salvo de daños físicos y emocionales, existe el riesgo saludable.
El riesgo saludable permite a tu hijo salir de su zona de confort sin sentirse inseguro o en peligro.
Entre los ejemplos de riesgo saludable se encuentran el empujar a su hijo a probar un nuevo deporte, participar en una obra de teatro o hablar de sus sentimientos cuando está disgustado.
Al fomentar la asunción de riesgos saludables, su hijo puede aprender estrategias eficaces para manejar y afrontar los desafíos estresantes.
Al mismo tiempo, estos riesgos no son peligrosos para el bienestar físico o emocional de tu hijo.
Por lo tanto, no tendrán apenas daño aunque no tengan éxito.
3. Deje que su hijo resuelva problemas
Una tercera forma de potenciar la resiliencia de tu hijo es dejarle resolver problemas en alguna ocasión.
A menudo, los niños acuden a sus padres para que les resuelvan todos los problemas, aunque puedan resolverlos ellos mismos.
La mayoría de los padres se sienten naturalmente inclinados a explicar o sermonear al niño sobre el problema en cuestión.
Una estrategia mejor es hacer preguntas al niño para que llegue a conclusiones por sí mismo.
Así, el niño puede conversar con sus padres y hacerles partícipes de sus ideas.
Como resultado, aprenderá a resolver problemas de forma eficaz y saludable, así como a resolver problemas con otra persona.
Reflexiones finales
La infancia es el momento en que los niños aprenden a comunicarse, interactuar y enfrentarse al mundo que les rodea.
Como padre, tu trabajo es ayudarles a ser resistentes y funcionales en el mundo.
Tres formas sencillas de ayudar a potenciar la resiliencia de tu hijo son establecer una conexión emocional con él, promover la asunción de riesgos saludables y permitirle resolver problemas.
Obviamente, estas tres técnicas requieren tiempo y paciencia por su parte, ya que los niños tardan en desarrollar estas habilidades.
Sin embargo, tu hijo te lo agradecerá cuando sea mayor y pueda enfrentarse al mundo que le rodea.
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