Si algo he aprendido durante los pasados siete años es que la única forma en encontrar tiempo para mí es aplicando estas tres cosas:
- Doy espacio al egoísmo - Algo que me ha funcionado muchísimo es ser egoísta. Las madres solemos pensar siempre en los demás y en el bienestar de otros. Por lo regular, nos dejamos para lo último y si alcanza tiempo. Ser un poco egoísta te permitirá disfrutar un poco más de ti. Sube tu nombre en la lista de prioridades y verás que siempre hay forma de hacer algo que nos gusta.
- Dejo el celular a un lado - ¿Cuántas veces tienes un rato libre y lo pierdes viendo Facebook o chateando por WhatsApp? ¡El móvil es el peor enemigo del tiempo! Los minutos u horas que pasas conectada viendo redes sociales es tiempo que pierdes para disfrutarlo en algo que realmente te guste. Claro, a menos que eso sea lo que te hace feliz. Yo comencé a distanciarme poco a poco del móvil porque la verdad me robaba demasiado tiempo. De pronto descubrí que sí tenía tiempo para mí pero lo estaba malgastando en cosas sin importancia.
- Delego - Eso de querer hacerlo todo yo quedó en el pasado. Aunque mi esposo siempre ha sido muy responsable como papá, la verdad es que yo -voluntaria o involuntariamente- quería acapararlo todo. Con el tiempo aprendí que si quería disfrutar algo solo para mí, tenía que empezar a delegar. Por ejemplo, mi esposo se encarga de prepararle la leche al niño por las noches. Eso tan sencillo me da la oportunidad de completar mi rutina nocturna sin interrupciones y tranquila. Un tiempito que aprecio y valoro mucho.
Como ves, la clave está en darte la prioridad que te mereces. Como siempre digo, si tú estás bien, tu familia estará mejor.
Y tú, ¿qué haces para encontrar tiempo para ti ahora que eres mamá?