Tal vez ciertas actitudes que parecen inofensivas no lo son tanto y es hora de sacarlas de tu rutina diaria antes de que ellas te saquen de la jugada.
Francisco Díaz es director de Soluciones en ManpowerGroup a nivel Latinoamérica, asegura que " tenemos que aprender a desaprender. Normalmente, el problema no es aprender; sino a quitar lo que hoy ya tienes... (y no está funcionando en tu vida laboral)".
Por ejemplo, cuando alguien no trabaja en equipo o no quiere resolver problemas, está frenando su crecimiento en la empresa.
Desaprender no significa que tienes un disco duro en la cabeza del cual borrarás información añeja para acumular nueva. Va más allá de eso: es una actitud un tanto inconforme, que cuestiona las prácticas o las visiones de siempre y propone hacer las cosas de una forma distinta para que te vaya mejor, en este caso, en tu empleo.
Hábito 1: Esperar y esperar y seguir esperando
De acuerdo con John C. Maxwell, autor de diversos libros sobre liderazgo, existen ciertos mitos que creamos y creemos.
► Cuando me asciendan, aprenderé a hacer esto.
► Cuando en serio lo necesite, buscaré la forma de aprender aquello.
►Hasta que llegue a tal posición es cuando desarrollaré todo mi potencial.
Esperar a que la empresa o los jefes sean los que impulsen tu carrera es una forma de autolimitarte.
Uno de los ejemplos más claros está en el tema de la capacitación: En México las compañías sólo invierten 12.7 horas al año en la preparación de sus empleados (estudio Saratoga, Pwc, 2014); la pregunta es: ¿permanecerás pacientemente hasta que tu puesto o un mejor trabajo te exija que desarrolles nuevas habilidades o tomarás la iniciativa?
Hábito 2: Falta de autoconocimiento
Puedes tener muchos años de experiencia laboral; puedes tener los conocimientos más actualizados; puedes tener la mejor disposición; puedes, incluso, creer que no hay nadie que haga mejor que tú cierta tarea; pero puedes no tener las competencias necesarias para un puesto más alto. ¿Y cómo saberlo?
Retomamos la entrevista con el director de Manpower: "Lo más básico para saber qué competencias tienes es preguntarle a las personas que te conocen bien. El problema que corres es que no te digan toda la verdad. Lo ideal es que vayas con un experto...".
Acercarte a algunos compañeros o superiores y pedir retroalimentación sobre tu desempeño podría orientarte y hacerte saber si estás -o no- en el camino correcto.
Hábito 3: Pensar y no hablar
Tener miles de ideas, propuestas para resolver problemas y hasta formas de hacer las cosas con menos esfuerzo son un gran valor en tu trabajo; sin embargo, si todo eso se queda en el limbo -o en tu mente, para ser más precisos- y no lo mencionas ni buscas ponerlo en práctica, será igual a soñar despierto y querer que las cosas continúen como siempre.
Como verás, no son hábitos impresionantes los que pueden estar frenando tu crecimiento