Revista Coaching

3 Preguntas Clave para Determinar la Buena Reputación de un Coach

Por Coach2coach @Esther_Roche

Convertirse en un “coach” en estos días es muy fácil: con leer un libro de autoayuda, asistir a un taller de un fin de semana y obtener una certificación por correo, cualquiera puede convertirse en un entrenador certificado. Según el estudio Global Coaching de la Federación Internacional de Coach, hay 53.300 coaches profesionales en todo el mundo.

La comercialización en masa del coaching está causando daños a los clientes y afectando a las empresas capacitadas. Estimular, empujar y proporcionar una visión con conciencia, para llevar a una persona más allá de los límites de su capacidad de aprendizaje, es el núcleo de la excelencia para todo programa de un coach.

Para determinar si alguien es un coach de renombre, hazle estas 3 preguntas:

¿Qué me dirían los clientes sobre usted?

Debido a que el coaching es una experiencia cruda y personal, los clientes no están muy abiertos a discutir sus experiencias.

Sin embargo, si un coach ha ayudado a un cliente a lograr resultados significativos, lo más probable es que el mismo cliente estará encantado de hablar sobre lo que sucedió, lo que él (o ella) ganó de las sesiones, lo que lo habría hecho mejor y cómo él / ella todavía están aplicando las lecciones aprendidas.

Aunque proporcionar referencias de clientes no es un factor decisivo, es importante para determinar la profundidad y amplitud del impacto de un entrenador. Debido a que es natural que las personas sobrevaloren sus habilidades, es importante profundizar en la experiencia de un entrenador potencial. Así que no te cohíbas y solicita las referencias.

¿Puede informarme acerca de su proceso de coaching?

Una de las principales preocupaciones para los coaches altamente cualificados es la proliferación de personas sin formación que se autodenominan coaches ejecutivos.

Esto permite que ocurran escenarios como los siguientes: coaches que aseguran ser expertos en metodología de procesos operacionales, pero que en realidad no cuentan con experiencia corporativa o certificación de su metodología de trabajo.

Estas personas obtienen clientes porque hacen una buena presentación, pero llegado el momento, aplican la metodología sin un diagnóstico previo, intentan solucionar problemas, pero al poco tiempo tienen que ser despedidos por no brindar las soluciones necesarias a la empresa.

Evita caer en esta trampa. Las metodologías de coaching son como los helados, hay sabores favoritos todos los meses. Interroga a los potenciales coaches acerca de dónde proviene su metodología y cómo la han refinado para obtener resultados para sus clientes. Si la han refinado, es una prueba de que son adaptables a las necesidades de cada empresa.

Por último, pídele al coach que dibuje su proceso de coaching en un papel o una pizarra blanca y te lo explique. Esto estimulará una discusión que mostrará la habilidad del coach para aclarar y articular cada fase del trabajo, el tiempo, el resultado deseado y la habilidad de este individuo para destilar el proceso en fragmentos comprensibles.

De esta manera, podrás tener una idea del estilo de entrenamiento y enseñanza que esta persona ofrece.

¿Qué busca en mí como cliente?

La disposición, la voluntad y la claridad de las necesidades de desarrollo son indicadores clave de la capacidad de un coach para obtener algo del proceso.

Sólo que debes tener en mente: el coaching no es una hora para socializar. Es un trabajo íntimo e intenso en el que se revela lo bueno, lo malo y lo feo.

Si en la primera sesión el entrenador te dice que “siente una conexión” o que “puede ver que trabajaran bien juntos”, lo mejor es que lo desestimes. Ahora, si en ese primer encuentro el entrenador puntualiza en ciertos aspectos, producto del análisis de la información que le brindas sobre la empresa, entonces es un candidato más beneficioso para tus necesidades.

Debes evitar el miedo a las críticas. No es el rol de un coach hacer declaraciones ambiguas, delicadas, o diseñadas para no herir susceptibilidades que sólo contribuirán a engañarte a ti mismo. El rol de un entrenador es identificar y desempaquetar los dilemas con los que el cliente está luchando, para que el cliente pueda verlos con suficiente claridad y decidir qué hacer con esa información.

La magia se da cuando los entrenadores son magistrales en proporcionar el contexto, la claridad y la conexión que los clientes necesitan para visualizar lo que no podía ver antes.

Si los coaches potenciales no pueden dar respuestas satisfactorias a estas tres preguntas, sigue buscando.  Si te entregas a realizar una búsqueda minuciosa, encontrarás un coach de buena reputación que te guiará e incitará a lograr tus resultados personales y profesionales deseados.

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