Si los traslados son en avión y van en la bodega, lo mejor es consultar al veterinario cómo proceder antes del viaje y si es necesario sedar animal para que no se estrese, lo segundo es saber cuáles son las exigencias de trasporte de la compañía aérea con la que se viaje, para poder llevar al animal lo menos estresado posible.
Si el traslado es en coche y viajan con la familia, la cosa cambia, porque aparte de consultar al veterinario se deberá ir bien preparado para posibles contratiempos durante el traslado.
Generalmente las mascotas suelen actuar de forma parecida a los niños pequeños en los desplazamientos, no preguntarán cuánto queda para llegar cada 10 minutos, pero seguro que se les escapa algún ladrido o maullido que otro.
Las recomendaciones básicas para los viajes suelen ser, por lo general, las mismas independiente del medio de transporte en el que viajen. Pero no está de más hacer estas puntualizaciones fundamentales para cada medio de transporte:
Si se viaja en avión consultar al veterinario y compañía aérea antes cómo proceder y cómo hay que llevarlos en el viaje (consultar la forma de transporte exigida para cada compañía aérea, porque suele variar de una compañía a otra, duración del trayecto y condiciones en las que viajará la mascota).
Si se va en coche con la familia, intentar dar de comer a la mascota antes de partir. Realizar descansos de entre 15 o 20 minutos cada dos o tres horas de viaje en caso de trayectos largos. Algunas mascotas suelen marearse y es mejor intentar colocarlas mirando en dirección al sentido de la marcha. Y si se percibe que comienzan a babear o lamerse el hocico en exceso, parar para que respiren un poco de aire fresco y no acaben vomitando en el coche, más vale una parada a tiempo, que viajar con el olor a vómito todo el camino hasta llegar al destino. Enterarse de las normas de tráfico para llevar mascotas en el coche, del transportín, arnés o separador para el maletero que se debe llevar para que la mascota viaje segura y no se pueda multar por incumplir alguna norma de tráfico. Todos los ocupantes del vehículo, incluidas mascotas, deben ir sujetos correctamente. Con los cinturones, los SRI o transportines, en su caso. Siempre debidamente sujetos, en largos o cortos desplazamientos.
Si se viaja en barco, informarse antes de la normativa de transporte de la compañía naviera para no llevarse sustos inesperados. E intentar pasear al perro en los descansos que se permitan. Es interesante hablar con el veterinario para ver si es necesario administrar un medicamento anti mareo al animal antes de viajar. Y llevar bolsas extra para recoger los excrementos que las mascotas realicen a bordo.
Estas son recomendaciones básicas que se deben tener en cuenta, pero luego en función de las necesidades de cada mascota habrá que llevar a cabo otras medidas adicionales y recomendaciones que se deberán tener en cuenta a la hora de viajar con las mascotas, y nunca está de más pedir información extra al veterinario que atiende habitualmente a la mascota.
Armarse de una buena dosis de paciencia nunca está de más. Para llegar al destino sin ningún percance que se tenga que lamentar a posteriori.
Sobretodo, no se debe abandonar a las mascota en vacaciones. Porque como decía el eslogan de la campaña de concienciación del abandono animal "¡Él no lo haría!"