3 síndromes con nombres de cuentos infantiles

Los cuentos clásicos han sido fuentes de inspiración para el arte, el cine, la literatura y también la psicología. Así es, muchos transtornos o síndromes psicológicos llevan el nombre de estos cuentos que hemos leído desde niños. Por lo tanto, en este artículo hablaré de los tres síndromes más conocidos del mundo.

1 – Síndrome de Peter Pan

Peter Pan, el niño que nunca creció y que invita a Wendy a viajar al país de Nunca Jamás, donde nunca crecerás. Pues bien, este síndrome lleva el nombre del eterno niño para referirse a personas extremadamente inmaduras, que quieren ser niños para siempre y no aceptan tomar responsabilidades de sus acciones, llegando a culpar a otros de los problemas y poseer cierta dependencia. Generalmente la padecen los hombres, mientras que a las mujeres les afecta el “Síndrome de Wendy”, que se caracteriza por sentir una preocupación extrema por el otro hasta el punto de ejercer el rol de madre con su pareja sentimental.

2 – Complejo de Cenicienta

Si bien no es un síndrome reconocido oficialmente como un desorden psicológico, sí es utilizado frecuentemente para referirse a las mujeres con problemas de dependencia, que en vez de buscar ellas mismas la solución a sus problemas, prefieren que alguien las rescate de su “encierro” y les solucione la vida. Recordemos que muchos critican a Cenicienta por dejar que otros solucionen sus problemas y la saquen de la esclavitud impuesta por su madrastra y hermanastras. En el caso del “Complejo”, una mujer que la padece tiende a idealizar a los hombres y depender completamente de ellos, tanto emocional como económicamente. Es por eso que sienten una gran frustración ante cualquier defecto de su pareja.

3 – Síndrome de Rapunzel

Este síndrome se refiere a las personas con tricofagia, una enfermedad que consiste en la ingestión de cabellos o vello corporal de forma compulsiva. Hay casos en los que el paciente debe someterse a cirugías para extraerse las bolas de pelos que se le forman en el estómago y amenazan por perforar sus órganos internos. Generalmente se la relaciona con la tricotilomanía, un transtorno obsesivo compulsivo que provoca la necesidad de arrancarse los cabellos continuamente y que suelen estar relacionados con el estrés.

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