El 24 de enero de 1984, Steve Jobs fue el protagonista de una keynote mítica que sirvió como pistoletazo de salida para el lanzamiento al mercado del Macintosh, uno de los grandes hito del mundo de los ordenadores personales.
Steve Jobs mostró el funcionamiento del Macintosh y, sin duda, acertó al anunciar que este nuevo computador marcaría un hito en el sector al igual que lo hizo el Apple II y el IBM PC. El Macintosh apostó por hacer accesibles los computadores personales. El objetivo era un producto con un precio atractivo y que, además, fuese fácil de manejar y, la verdad, Apple abrió una senda que en estos 30 años no ha dejado de seguir.
El diseño del Macintosh
El Apple II, a pesar de haber sido un éxito dentro del sector empresarial que también llegó a introducirse en los hogares, no era una computadora fácil de manejar y era complicado que llegase al gran público.
La idea del Macintosh y, por tanto, desarrollar una computadora orientada al usuario final se la debemos a Jef Raskin, el empleado número 31 de Apple. Raskin, que trabajaba en control de calidad y también era el responsable de los manuales de los productos y la revisión de los embalajes, probaba todos los dispositivos que Apple desarrollaba y había llegado a la conclusión que dispositivos como el Apple II eran muy complejos para usuarios no expertos.
Raskin le planteó a a Steve Wozniak que era el momento de pensar en una computadora fácil de usar y que tuviese un precio asequible y, finalmente, obtuvo luz verde para lanzar el proyecto. Raskin tenía un nombre en su cabeza: McIntosh (el de la variedad de sus manzanas favoritas, un nombre que luego resultaría estar registrado y Apple tuvo que comprarlo para poder utilizarlo) y, con el objetivo y el nombre, se lanzaría al desarrollo del Macintosh.
El equipo de trabajo inicial estuvo formado por el propio Jef Raskin, Bill Atkinson (que procedía del equipo de proyecto del Apple Lisa), Burrell Smith, George Crow, Chris Espinosa, Joanna Hoffman, Bruce Horn, Susan Kare, Andy Hertzfeld, Guy Kawasaki, Daniel Kottke y Jerry Manock entre otros.
Se desarrolló un primer prototipo que distaba mucho del Macintosh que se lanzó al mercado. El prototipo constaba de una pantalla de 9 pulgadas en blanco y negro (de 256×256 píxeles) y una unidad de disco y se fundamentaba en el Apple II (con la idea de flexibilizar la cadena de producción). Sin embargo, el desarrollo del Apple Lisa influiría radicalmente en el desarrollo del Macintosh, tanto a nivel técnico como en la propia gestión del proyecto.
Apple estaba haciendo su primera incursión en el mundo de los interfaces gráficos de usuario (GUI) en el Apple Lisa. Steve Jobs había visitado el Xerox PARC y allí había conocido el trabajo de este centro de investigación con el desarrollo del Xerox Alto y los primeros interfaces gráficos de usuario; un nuevo paradigma de interacción con los computadores que desembarcaría en el Apple Lisa y también en el Macintosh.
Tras un choque con Mike Markkula por la jefatura del proyecto del Apple Lisa, Steve Jobs decidió volcarse en el desarrollo del Macintosh e irrumpiría en el proyecto que dirigía Jef Raskin. Al final, la bicefalia causó sus estragos y Raskin terminaría marchándose del proyecto y Jobs asumiría la batuta y lo transformaría por completo en marzo de 1982.
El Macintosh se convertiría en el primer computador personal diseñado para el usuario no avanzado; una computadora que se apoyaba en un sistema operativo gráfico que se manejaba con un ratón, presentaba ventanas e iconos y nos hacía huir de las terminales manejadas con comandos.
Además del hardware y el sistema operativo (la primera versión de Mac OS), Steve Jobs puso el foco en algo que se convertiría en una de las claves de Apple: el diseño industrial. El primer modelo del Macinstosh no llegó a beber del trabajo de Hartmut Esslinger y la línea de diseño Snow White pero sí que sería algo muy presente en la gama Macintosh y ha seguido perdurando hasta nuestros días.
Artículo completo en: ALT1040
Licencia CC