Los investigadores intentan obtener una vacuna del sida desde casi en el mismo momento en el que se reconoció la enfermedad. Sin embargo, han transcurrido 30 años con sonoros fracasos y pequeños avances que han creado un cierto aire derrotista entre la comunidad científica, pero que no han mermado los esfuerzos contra el VIH, un virus que con el que conviven cerca de 33,3 millones de personas.
El 18 de mayo se celebró el Día Mundial de la Vacuna contra el sida. Tras muchos esfuerzos, la comunidad científica cayó en un derrotismo y se llegó a afirmar que la consecución de una vacuna preventiva frente al VIH sería imposible. Sin embargo, recientemente se han comunicado los resultados de una nueva aproximación que combina ambos métodos de estimulación inmunológica.
Según información de la Sociedad Española Interdisciplinaria del Sida (Seisida) en el estudio RV 144 se utilizó la vacunación con un vector, en esta ocasión un virus que causa enfermedad en pájaros pero no en humanos, y posteriormente se hacía un recuerdo con una proteína recombinante de las utilizadas en los primeros estudios. Así se ha mostrado una reducción del 31% en el número de nuevas infecciones en el brazo vacunado frente al que no recibió la vacuna.
Este último trabajo ha aumentado la esperanza, al demostrar que es posible conseguir una respuesta inmune que proteja de la infección y no sólo de la enfermedad.