30 por hora…y hablo de velocidad…

Levantemos todos el pie del acelerador y respiremos hondo porque el llegar a nuestro destino nos costará más tiempo del que hasta ahora habíamos empleado y todo gracias a la nueva norma que el Reglamento General de Circulación tiene pensado modificar y que en breve entrará en vigor.  La nueva normativa circulatoria de la que les hablo es aquella que limitará la velocidad en algunas vías urbanas a 30 km/h. Una medida que afectará a calles como la de Paseo de Chil que, aunque es extensa cual antigua vía romana, eso no la hará librarse de esta nueva regla.

En primer lugar y ante la nueva regulación he de decir que esta ley es un atropello, pero no para los peatones, que por fin no serán ellos los que vean peligrar su integridad física sino más bien para aquellos que conducimos. Y es que en mi caso, 30km/h es una velocidad con la que mi coche no cuenta. Y ahora por culpa de esta nueva norma, voy a tener que ir al mecánico a que me pinte en el cuentakilómetros un 30 ya que el mío empieza en 50. Y no solo eso, sino que además tendré que acostumbrarme a empujar el coche con la mitad de mis fuerzas para no sobrepasar la velocidad indicada.

Se de buena tinta, porque es de mi pluma Parker, que ya se han dado casos de caracoles que han sido sancionados por la policía por exceso de velocidad en esa calle. Además los agentes no contentos con la multa, también se han aprovechado de estos arrastrados animales añadiéndoles a la sanción un cargo por llevar la casa a cuestas sin las indicaciones luminosas necesarias. Menos mal que los gasterópodos han sido listos y “untando” a los agentes con un poco de “Baba de Caracol” se los han podido quitar de encima.

Pero de vuelta a la realidad, los estudios que han llevado a poner en marcha esta norma se basan en estudios que indican y que a su vez señalan que de un atropello a 70km/h nadie se salva, a 50km/h se salva el 50% y a 30km/h se salva el 95%. Digo yo que el 5% restante de este último dato mueren de desesperación en el interior de sus coches por culpa del tiempo perdido. Pero para no ser críticos, hagamos una cosa. Convirtamos en peatonales las vías en las que no se pueda ir a más de 50 porque a otra velocidad difícil será transitar y así éstas podrán ser aprovechadas para desfiles presidenciales, cabalgatas de reyes o de carnavales, o incluso para maratones, siempre y cuando los corredores respeten que no se puede correr a más de 30.

Así que si tienen prisa y han de circular por alguna de estas vías, ármense de paciencia y llévense un termo con café y una neverita con alimentos para una semana porque nunca se sabe el tiempo que podrán pasar en sus coches si han de ir a 30, porque como aseguran los ilustrados…la velocidad del tiempo, es infinita…

Esta es la crónica habitual, de un día como otro cualquiera…