El 12 de septiembre de 2008 nos dio por abrir una ventana a la red. Estaba esto de los blogs, incluso lo de la red (social), en plena efervescencia. En todos los sitios se hablaba de "nuevas tecnologías" como el futuro que se nos echaba encima en forma de renovación comunicacional.
Éramos -la mayoría de los que abrimos ese hueco- periodistas, o comunicadores, o gente vinculada con la profesión de informar. Y decidimos hacerlo, en parte, porque en los sitios donde nos ganábamos las habichuelas lo que escribíamos distaba bastante de lo que queríamos escribir.
A mi, concretamente, lo que me mandaban a teclear en aquella época me motivaba más bien poco. Es verdad que mi carrera en esto de contar cosas ha estado, la mayor parte del tiempo, vinculada al lado oscuro, es decir a la ecuación X=-periodismo +comunicación; casi siempre me tocaba escribir sin juicio, sin criterio y sin análisis. Esto es así, el periodismo, o la profesión periodística no siempre es un exponente del romanticismo laboral de redacciones hirvientes, pensamiento crítico y horas en el bar a la espera de noticias. O casi nunca.
La cosa es que en ese año 2008, el de la crisis y el de las redes sociales, un grupo de amigos nos pusimos siempre en medio para contar las cosas de otra manera, quizá más crítica, a veces hasta sarcástica, ficcionándolas, inventándonoslas, mintiendo un poco, riéndonos mucho. El objetivo era únicamente pasarlo bien. Sin metas, sin targets, sin presiones.
Este blog no tiene línea editorial, funciona con las contribuciones voluntarias de, en la actualidad, 11 escribidores; pero desde 2007 han pasado por aquí muchas más personas. Cada mes repartimos fechas de publicación, y cada uno de nosotros sólo es responsable de lo que aparece en pantalla, bajo su firma, real o ficticia, el día que le ha tocado. Solo y nada menos.
Hoy, 31 de agosto de 2018, con esto que les cuento, hemos llegado a las
3.000 publicaciones: más de 600.000 visitas, casi 300.000 visitantes, 5.000 suscriptores a través de correo y redes sociales.Todas estas cifras nos abruman un poco, porque no somos un medio de comunicación, seguimos siendo una pequeña ventana para ver el paisaje de una forma diferente.
Gracias a nuestros lectores, sin ellos todo esto sería todo lo contrario. Son ustedes los que han conseguido que se publiquen 3.000 opiniones, les preguntamos ¿paramos? o ¿seguimos?