Revista Cultura y Ocio
La tristeza y la pena inunda el aire y cuesta trabajo respirar y no pensar en que injusta y cruel que es la vida. Si se puede, lo mejor es llorar y mostrar el dolor con sencillez sin bravocunadas; que las lágrimas vayan fluyendo por las líneas discontinuas de la carretera. El descanso definitivo es siempre demasiado madrugador en la vida de las personas y más aún cuando se necesita más a la persona aquí que allí (donde quiera que sea).Años y años luchando sin cesar con esa vitalidad y energía infinita irradiando energía positiva a sol y sombra. Vivir la vida a tope como si fuera el último minuto, ilusionándose con cada nuevo amanecer. Superando los baches que cada vez eran más profundos, más feroces pero siempre manteniendo el tono. Siempre hasta el último suspiro. Ahora miles de adiós sentidos se amontonan. Tantos adiós como recuerdos que perdurarán en la retina de los que alguna vez se vieron reflejados en tus ojos azules. D.E.P.