Revista África
Hablo con mi amigo John. Un gusto comentar la jugada con él, siempre sonriendo, de buen humor, con ganas de hablar de la vida y de todo lo que haga falta.
John estaba trabajando para Oxfam en Kenia y ahí le pilló el confinamiento.
Keniata hasta la médula, está casado con una española y vive en Sant Pere de Ribes, al lado de Barcelona.
Durante el confinamiento John ha estado en Nairobi y ni siquiera ha podido ir a ver a su familia en Kenia.
Así que ni al lado de los suyos en Barcelona, ni al lado de los suyos en Kenia. El trabajo y la confinamiento llegan a su fin y está previsto que John vuelva a Barcelona a finales de Junio.
Le pregunto que tal van las cosas por su país natal.
"Bien, creo que el gobierno no miente mucho cuando dicen que las cifras son bajas, unos 2.000 infectados y menos de 100 muertos".
¿Lleva la gente mascarilla por la calle? "Todo el mundo, es más, la policía te persigue y te multa si no la llevas"
"Juanjo, para que te hagas una idea: en mi pueblo la policía solía perseguir a los que hacían alcohol casero. Ahora solo se dedican a perseguir a los que no llevan mascarillas"
"Los test realizados a la población dicen que solo el 2 % de los keniatas han pasado el virus, pero si es así eso serían miles de personas. la realidad es que casi todos los que han dado positivos son asintomáticos"
La gente estaba preocupada al principio pero al cabo de dos meses parece que no nos va a pillar la pandemia como pensábamos."
En su tiempo libre, John gestiona una ONG que ha creado, a caballo entre Sant Pere y Katuk, a orillas del lago Victoria . Dignity.cat
"Al principio pensé en dedicarme a comprar mascarillas, pero me pareció arriesgado, una responsabilidad grande si no lo hacía bien, así que seguimos con los proyectos previsto: ayudar a la gente mayor, a los niños y a las familias vulnerables en Katuk".
El mes pasado instalaron 40 puntos para lavarse las manos y otros tantos kilos de jabón para familias vulnerables.
"Aunque si siguen las multas", bromea "tendré que comprar mascarillas, la gente prefiere no pagar una multa que lavarse las manos".
Felicito a John por la iniciativa y le digo que tengo ganas de volverle a ver por aquí y comer juntos como hemos hecho alguna vez. Cada vez queda menos.
Asante Sana, John, muchas gracias