¡Enhorabuena! A las 37 semanas de embarazo tienes lo que se considera oficialmente un bebé a término, incluso aunque te queden más o menos tres semanas para el parto. Esto no quiere decir que el bebé haya dejado de crecer (de hecho va a seguir creciendo).
De media el bebé pesará ahora mismo 2,35Kg aproximadamente, tendrá un BPD (Diámetro de la cabeza) de unos 90 mm, una longitud de fémur de aproximadamente 70 mm y medirá una talla de unos 45 cm.
Todo ello hace que el bebé empiece a estar un poco apretado en el útero (o muy apretado), por lo que posiblemente notarás que ya no patalea tanto.
Probablemente notas que se intenta estirar, rodar y moverse mucho. Notarás bultos (su culo, sus piernas...). En estos momentos tu bebé está ensayando para su gran debut, inhalando y exhalando el líquido amniótico para tener a punto sus pulmones. Es un ejercicio muy importante para entrenar sus pulmones. También se estará chupando el dedo, parpadeando y sobre todo moviéndose de lado a lado.
La madre
Estás embarazada de 37 semanas y con un peso ganado de entre 8,2Kg y 15,9Kg tenemos a la mamá. Tu cuerpo posee su propia preparación al parto y tu médico o matrona comenzará a buscar señales de un parto inminente. Verificará la posición del bebé en relación a la pelvis, el borramiento (adelgazamiento del cuello uterino) y comprobará si la dilatación (abertura del cuello del útero) ha comenzado. Tu médico también determinará si el cuello del útero ha comenzado a suavizarse y pasar a la parte frontal de la vagina.
Ten en cuenta que todos estos procesos suelen ocurrir de forma gradual (en unas semanas) o en una sola noche. Aunque son indicios deberás tomarlos como la propia palabra indica: indicios.