Revista Cultura y Ocio

39 cafés y un desayuno. Lidia Herbada

Publicado el 11 octubre 2014 por Carmina
39 cafés y un desayuno. Lidia HerbadaVoy a ver si cojo carrerilla, si termino de perfilar borradores, o los rehago completamente como este, y es que el dejar las cosas olvidadas en una carpeta hace que las introducciones se queden desfasadas. Poco a poco os iré acercando mis lecturas veraniegas, y las más recientes, iré alternando por aquello de no perder impresiones frescas en pos de otras que ya tengo que refrescar mediante notas. 
Siempre he defendido que cada libro tiene su tiempo y su lugar, los que os paseáis por aquí sabéis que no suelo frecuentar en demasía el chick-lit, que es un género que no me acaba de llegar y con el que intento ser justa a pesar de todo. Me encontraba sumergida entre las páginas de un libro que me hacía jirones el alma, y necesitaba intercalar una lectura que actuara como balón de oxigeno, y pensé que este sería una buena opción, puesto que se adivinaba humor entre sus páginas. No es la primera vez que recurro a esta técnica cuando un libro consigue arañarme el alma, pero suelo recurrir a novela erótica, esta vez decidí jugarmela, la curiosidad pudo conmigo, y con mis prejuicios y decidí descubrir el porqué del éxito de ventas de este libro en Amazón, que ha supuesto que Espasa apostara por él.
No puedo decir que me haya entusiasmado la trama, ni que me hayan encajado todas las piezas, sin embargo cumplió su función, entretenerme y curarme los arañazos y jirones. Para mi la autora explora un territorio literariamente novedoso, las páginas de contactos, un espacio para mi desconocido porque tengo pareja desde muy joven, y nunca he recurrido a estas páginas, aunque sí amigos que están bastante contentos con el resultado.
Si algo me ha sorprendido es el optimismo que irradia la protagonista a pesar de todo, y que por ende transmite al lector y sobre todo el final me ha parecido verosímil, porque mientras leía pensaba que me lo iba a meter con calzador y eso ya hubiera sido el colmo del despropósito, si te gusta el género disfrutarás con Amelie, Martina y sus citas on line.
La Autor@:
Lidia Herbada nació en Madrid. Licenciada en Periodismo por la Universidad San Pablo CEU,
39 cafés y un desayuno. Lidia Herbadacomenzó su carrera profesional en la Agencia EFE. Posteriormente ha trabajado como responsable de comunicación en una empresa punto com. Su carrera siempre ha estado encaminada hacia el mundo del arte, la fotografía, la publicidad y las nuevas tecnologías. Algunos de sus relatos han sido publicados en revistas, blogs culturales y talleres de escritores, y ha sido finalista en varios premios con sus novelas, Dame un mes soltera, Festival Eñe; Sinfonía de silencios, Premio Ateneo de Valladolid.
Argumento:
¿Que sucede cuando el amor llama a todas las puertas menos a la tuya?
Martina es una chica treintañera sin suerte en la búsqueda del amor perfecto hasta que su hermana decide tomar cartas en el asunto. Pero estamos en el siglo XXI y el amor ya no está en el aire, está en la red. Para encontrarlo, sólo hay que armarse de una buena dosis de paciencia, unas gotas de chispa y un ordenador con los megas suficientes para que no se quede colgado en el momento cumbre.
Cuando el mundo virtual se convierte en realidad, Martina pensará que sus citas son como los cafés: a veces cargados, otras espesos, cortados o descafeinados. ¿Encontrará el café perfecto, el que se sirve con un delicioso croissant y zumo de naranja?
Mis Impresiones
Ya he reconocido que no es un género con el que me sienta identificada, ni con el que disfrute en exceso, además me ha costado empatizar con la situación porque es completamente ajena a mí, ni siquiera la ha vivido gente de mi entorno más cercano, por lo que me sonaba a chino. Nunca fue una prioridad para mi encontrar pareja a pesar de que llegó recién estrenada la veintena y llevamos juntos veintidos años, quizás por ello me llamaba la atención como podía la autora enfocar la historia, sin mitificar este tipo de páginas y sin demonizarlas y la verdad es que pienso que ha salido bastante airosa y ha sabido retratar a la flora y fauna que se mueve por la red, ya que no son exclusivos de estas webs.
Una celestina del s. XXI
Amelie es una chica extravertida, que ve como su introvertida hermana no encuentra su pareja perfecta y mediada la treintena cada día se encierra más en si misma. Se marca como objetivo encontrar al hombre de su vida, para ello le crea un perfil en una página de  contactos y actúa como filtro de sus citas.
A través de los perfiles la autora nos va presentando a los distintos prototipos de hombres que uno puede encontrar en la red, desde el que pone una foto ajena, el prepotente, el directo, el que embelesa y vende humo, el que busca una esclava... La sonrisa aflora a los labios en más de una ocasión aunque la protagonista no lo pasa precisamente bien, pero siempre intenta ver el lado positivo.
Sin embargo la aventura no sale como Amelie la había imaginado, encontrar pareja a Martina es un poco complicado y al final esta termina asociando sus distintas citas a los distintos tipos de café y estos se le acaban atragantando, y al lector termina por resultarle un recurso repetitivo, al menos a mi me lo pareció.
Amelie es directa, sabe lo que busca su hermana y prepara el camino a la presunta pareja, aún así las situaciones que viven ambas en ocasiones están forzadas, y ojo se que la realidad a veces supera la ficción y en este campo como en otros seguro que también se da.
De esta novela lo que me ha sorprendido es la narradora, esta nos habla en primera persona nos cuenta sus peripecias para encontrar la media naranja de su hermana mayor, sin embargo la protagonista es precisamente esta última y llama la atención que Amelie conozca tanto de las citas, de las emociones, de las frustraciones que esos cafés le dejan. Incluso cuando no  media el filtro me parece que esta demasiado informada y eso no ha dejado de chirriarme durante toda la lectura.
Creo que Lidia en su apuesta ha arriesgado un poco, la forma de narrar puede ser original, sin embargo hay momentos que parece que la narradora se calce la piel de la protagonista. Otra cosa que ha llamado mi atención es la personalidad de Martina, una mujer podríamos llamar madura y no por la edad que tiene, segura de si misma y del terreno que pisa, que tiene muy claro sus prioridades en la vida, con la cabeza me atrevería a decir bien amueblada, y sin embargo se transforma en un pelele, en un personaje sin voluntad propia, capaz de sufrir engaños, abandonos, de tolerar mentiras en su propia cara, no voy a decir que no existan personas así, a las que el amor las desarme de tal forma que dejen de tener claro cual es su lugar en el mundo y sus prioridades, pero eso puede ocurrirte una vez, con una persona especial, pero varias y en  pocos meses no lo veo yo muy claro.
A pesar de todo como retrato de la situación y de la forma de salir de ella, me ha parecido perfecta, porque el mal de amores no lo cura nadie mejor que las amigas y sus locas ideas, y si algo tiene Martina a su alrededor es un grupo alocado y demoledor que le levanta el animo cada vez que decae, que ayudan a la celestina a buscar ese prototipo de príncipe azul, que tampoco es que sea demasiado exigente, pero escasean porque cada uno va a lo que va.
Conclusión:
Aunque a mi no me ha terminado de llegar y me han chirriado algunos aspectos, reconozco que quizás le he pedido más a esta novela de lo que me pretendía dar, es un género que no me termina de gustar, pero pienso que esta novela tiene mucho potencial y seguro que en manos más adecuadas se le saca más provecho.
Me ha gustado la fina ironía de la autora, su humor, y ese toque optimista que destila la historia, una lectura perfecta entre novelas más densas. Una narración fresca y actual, tan cercana que parece que estés en una reunión de amigas.

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