Seguro que ya has oído hablar de muchos de los cambios hormonales que se producen durante el embarazo.
Algunos te sentarán fenomenal y otros te traerán por el camino de la amargura.
Hoy te contaré 4 cambios hormonales que a mí me dieron superpoderes.
- Olfato de perro sabueso
Seguro que has oído o te han contado que durante el embarazo se desarrolla mucho el sentido del olfato.
Esto ocurre principalmente en el primer trimestre y de debe los cambios hormonales que sufren los estrógenos.
Además de los cambios hormonales, también se asocia este hecho con que la madre tiene que “revisar” mejor lo que come y asegurarse de no comer nada en mal estado, por eso el cuerpo desarrolla al máximo esta habilidad, tanto en el gusto como en el olfato.
Pero la mayoría de las veces se pasa de la rosca, por lo que es común que olores fuertes que antes te encantaban (el perfume de tu pareja, el suavizante de la ropa o el café de mañana) ahora te parezcan el olor más insoportable y asqueroso del mundo.
Tranquila, este superpoder suele acabar al entrar en el segundo trimestre del embarazo.
- Super melenaza al viento
Durante el embarazo tu pelo también va a sufrir muchos cambios, para mejor o para peor, depende de lo que te toque.
Si es para mejor, tendrás un pelo brillante, sin grasa y espectacular.
Si es para peor será más quebradizo y sin brillo o te crecerá vello en sitios donde antes no tenías…
Por ejemplo en mi caso, yo tengo el pelo muy graso y no puedo dejar pasar dos días sin lavarlo.
Lo que me ocurrió a mí fue que durante el embarazo la secreción de grasa se paró y mi pelo encrespado e indomable se volvió suave y obediente cual gatito doméstico.
¡Que estupendo es tener el pelo seco, que no brilla con cada golpe de luz y que no parece que te ha lamido una vaca!
Pero algo aterrador que nos sucede a todas después del nacimiento del bebé es la caída del pelo.
¿Sabias que es normal que el pelo caiga y crezca de forma constante durante toda nuestra vida? Aproximadamente entre 50 y 100 pelos se nos caen todos los días de forma normal.
Pues en el embarazo la caída del pelo se para, del todo.
Por eso suelen decirnos que tenemos un pelo estupendo, con mucho volumen y más mata.
Pero, unos 2-3 meses después de haber dado a luz, todo vuelve a reactivarse y el cuerpo no se olvida de que ha estado 9 meses sin soltar lastre.
Ahora tiene unos 5-6 meses para soltar el pelo que no ha soltado en 9 meses, así que la pérdida de pelo se multiplica por 4.
No tiene nada que ver la lactancia, ni que estás más floja, ni el insomnio ni nada, es totalmente normal que pierdas el pelo a puñados.
Así que prepárate durante los primeros 7-8 meses de vida de tu peque, a perder el pelo por kilos.
Pero mucho.
De hecho, muchas mamás se asustan y se ponen en lo peor. ¡me voy a quedar calva!
No nos quedamos calvas, pero despídete de tu melenaza de embarazada y del pelo Pantene (porque tú lo vales) que has llevado estos meses.
Por este motivo, es muy habitual que muchas mamás se corten el pelo con la llegada de su peque.
- Porque así es mucho más cómodo, decimos.
Pero realmente queremos ocultar una tremenda caída de pelo que nos tiene acobardadas.
¿Tú sabes como dejo la ducha, teniendo el pelo por mitad de la espalda y de color oscuro? Pues fatal, así que si me lo corto, está la mitad de fatal.
Papás: no es que vuestra mujer se haya empezado a dejar ya, es que una caída incontrolada de pelo pone nerviosa a cualquiera. Querednos también con el pelo corto, por favor.
- Uñas de gatita salvaje
Con las uñas pasa como con el pelo, que durante el embarazo se ponen más fuertes y crecen más (o lo contrario, se vuelven quebradizas y blandas…)
Si eres de las afortunadas del primer grupo, aprovecha ahora para llevarlas arregladas y pintadas, porque cuando nazca el peque no las vas a poder llevar largas y te será difícil sacar un par de horas para la manicura.
- ¿Un par de horas? ¡qué exagerada, yo me pinto en 10 minutos!
Bueno, en pintártelas no necesitas un par de horas, ¿pero y después para que sequen? Vas a tener que estar mucho rato sin tocar nada, ¿y si el peque se despierta y se pone a llorar?
Ya te digo yo que en un par de intentos fallidos se te han quitado las ganas de volver a pintarte las uñas en una temporadita.
-¡Super Pechotes fuera!
Siempre se ha dicho que durante el embarazo te crece el pecho.
Al parecer, además de los cambios hormonales, tus pulmones se ensanchan para que te sea más fácil hacer llegar oxigeno tanto a tu cuerpo, como al de tu bebé. Y eso hace el efecto visual de que tienes más pecho, pero realmente ha aumentado toda tu caja torácica.
Yo no noté ningún cambio especial.
Sólo noté que crecieron cuando tuve la subida de la leche, y ahí si me pasé 3 o 4 meses largos de pechotes hermosotes.
Pero es lógico, toda esa leche ahí concentrada, pues hace que se pongan redonditos y grandes.
Esa emoción que nos suele embargar a todas las mujeres (y a nuestras parejas) de ese crecimiento repentino, suele desaparecer con la finalización de la lactancia materna.
En mi caso, perdí una talla de pecho al terminar de amamantar, es decir, ahora tengo una talla de copa menos de la que tenía antes de quedarme embarazada.
Otro de los superpoderes efímeros del embarazo. ¡snif!