En efecto, el padre de Noce fue comisario de polícia y estuvo peligrosamente cerca de un fuego cruzado en los años 70 los conocidos como años del plomo, caracterizados por los ataques terroristas. Todo lo vemos desde un punto de vista de Valerio, un niño de 10 años cuya vida cambia por completo cuando junto a su madre Gina presencia cómo su padre Alfonso (Pierfrancesco Falvino) es atacado por unos terroristas y cómo uno de ellos muere.
Es una mirada muy particular de la generación de niños invisibles y de otros muchos otros que vivieron durante esos años. Más interesante la primera parte, la presentación de la familia, la figura del padre, las imágenes del atentado que aparecen como continuas pesadillas y el encuentro con otro chico Christian el único que parece entender a Valerio. La segunda parte del filme se vuelve más lenta. Sobran minutos para explicar la atmosfera de Calabria en un intento de la familia por tratar de recuperar la normalidad y por la propia recomendación de las autoridades. El filme formó parte de la sección oficial del festival de Venezia de 2020. Y Pierfrancesco Falvino conquistó la Colpa Volpi al mejor actor.