4 elementos imprescindibles en la decoración de bodas
¡Quiero volver a casarme! Y no precisamente por emular a Liz Taylor, sino porque yo también quiero una boda inédita y personal, de esas donde los invitados no se sorprendan solo por el precio del menú (elegir el vestido y el menú eran las grandes personalizaciones de las bodas del siglo XX)
Ahora, afortunadamente, una cuidada estética es fundamental. Bueno, puede que afortunadamente tampoco sea la palabra adecuada, pues la presión que se infligen los novios para evitar que su boda sea un remake es brutal. Sin embargo, hay cuatro (o cinco) elementos que aunque se repitan en cada boda, y cada temporada, son justo los puntos que aseguran su éxito. Te los contamos.
01 | Un entorno especial
La clave está en elegir un lugar singular, lo cual no implica que sea un emplazamiento donde nunca se haya celebrado una boda – eso se lo dejamos a los famosos. Se trata de elegir un espacio que tenga carácter o que simplemente sea espectacular. Al fin y al cabo tú – o tu wedding planner – lo vas a personalizar y con eso, ya se convertirá en único e irrepetible.
Si eliges celebrarlo en la ciudad, los espacios industriales o una galería de arte pueden ser una buena opción. Si prefieres respirar naturaleza, será mucho más fácil encontrar localizaciones excepcionales y desconocidas para la mayoría de tus invitados. Por ejemplo, una masía, una bodega o un molino pueden ser escenarios perfectos para un evento al aire libre.
Y en este caso, celebres la fiesta de día o de noche, en verano o invierno, piensa que el tiempo siempre será inclemente. Sol, viento o lluvia pueden molestar por igual. Lo mejor es que instales una carpa – que, por otro lado, te dará mucho juego en la decoración.
Para que el aspecto sea ligero – y siempre que la temperatura lo permita – opta por esas carpas que son como sombrillas, ya sea una sola de tamaño XXL o muchas juntitas de tamaño XS – echa un vistazo a las que ofrece Viada.net, una tienda online especializada en todo tipo de material para eventos.
02 | Un estilo decorativo personal
Hasta ahora, ha triunfado la decoración rústico vintage o boho chic. Encaja muy bien en un entorno campestre y romántico, donde el espíritu ecológico se impone (por no mencionar que todo el mundo parece tener una Singer en el desván o una cómoda de la abuela fácil de transportar) Además, estos estilos han popularizado el DIY, incluso entre los novios más patosos, deseosos de aportar su granito de arena y cómo no, rebajar costes.
Son motivos suficientes para que este estilo perdure muchos años. Sin embargo, dado que a veces el éxito mata, Pinterest está pidiendo a gritos nuevos usos para los pallets o las cajas de madera – a menos, claro está, que a ti sí te vayan los remake.
Pero aún eligiendo campo, siempre puedes buscar algo de sofisticación o diversión en la puesta en escena – imagino que las bodas temáticas seguirán triunfando más que nada porque los novios suelen inspirarse en las cosas que más les apasionan y eso hace que desborden creatividad y personalidad. Por ejemplo, leí en Vogue que una pareja había regalado a sus invitados libros usados de sus autores favoritos.
03 | Una iluminación de ensueño
Independientemente de donde celebres tu boda, no podrás prescindir de la iluminación cuando caiga el sol. Y no solo porque de otra manera no acertarás con el filete, sino porque este elemento es por si solo todo un espectáculo.
Aunque las velas parecen ocupar el podium desde hace años por su halo romántico, la tendencia es sustituirlas por bombillas. ¿Por qué? Fácil. Es más práctico, seguro y las posibilidades decorativas son infinitas. Las clásicas lucecitas de Navidad pueden abrazar árboles, las guirnaldas de bombillas pueden colgar de las carpas de mil formas diferentes, la retroiluminación puede iluminar la base de los árboles o los caminos creando una atmósfera mágica … – la verdad es que hay tantas posibilidades que casi es mejor consultar con una web experta en el tema como LucesDeNavidad.com
04 | Ser un poco foodie
Aunque optes por sentar a tus invitados a la mesa para degustar el menú principal, no pueden faltar rinconcitos especiales para el cóctel. Sin embargo, da la impresión de que algunas bodas acaban convirtiéndose en un parque temático con los invitados recorriendo todo el perímetro para conseguir en su invitación un sello de cada puesto. Uff, agotador ¿no?
En una boda a la que asistí hace unos años, el cóctel consistió solo en dos cosas: un cortador de jamón (de los buenos y claramente un precursor del show-cooking) y un experto barman que preparaba los mejores cócteles, tanto con alcohol como sin él. Todo amenizado por un tablao flamenco. Simple pero contundente y desde luego inolvidable – y más teniendo en cuenta que todavía era la época del hotel-restaurante.
La cuestión es que una boda no debe abusar de la cantidad (o lo que es lo mismo, querer poner en práctica todo lo que tienes guardado en tu carpeta de inspiración) sino seleccionar aquello que más te seduce, y asegurarte que sea de calidad. Menos siempre será más.
05 | Una última nota
Si eres tú quien tiene la difícil y excitante tarea de organizar tu propia boda, no olvides contratar también un servicio profesional de limpieza. ¡Y no solo para el día siguiente! Casi es más importante como plan previo a la boda, pues siempre es necesario un buen acondicionamiento del espacio (en Barcelona, por ejemplo, puedes contar con EmpresaDeLimpiezaEnBarcelona.es que no solo se dedica a limpiezas puntuales, sino que también acondiciona jardines y se ocupa de molestas plagas – no sé si también de los mosquitos que podrían arruinarte la noche pero … ¡puedes preguntar!)
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