Hay principalmente un factor de riesgo para desarrollar la enfermedad del hígado graso (ALD) relacionada con el alcohol: el consumo de alcohol.
Entonces, ¿quién es más probable que se convierta en un bebedor alcohólico? Los estudios psicológicos muestran que aquellos que dependen del alcohol son personas que no pueden decir no a una bebida extra, o la primera bebida en absoluto. Aquí hay una lista de las personas que tienen más probabilidades de volverse dependientes de ella:
- Adultos jóvenes entre las edades de 18 y 29 años La estadística de aquellos en este rango de edad que beben en exceso, un hábito que puede conducir fácilmente a la enfermedad del hígado graso, es tan alta como 41%.
- Aquellos que tienden a ser impulsivos Alguien que es impulsivo tenderá a intentar algo por capricho. Si los amigos animan a una persona a beber todo el día en una reunión, alguien que es impulsivo podría ser más apto para hacer exactamente eso. Él o ella pueden estar en una situación hogareña donde recientemente han aparecido sentimientos de impotencia, desesperanza, frustración y estar atrapados, lo que hace que una persona impulsiva sea aún más impulsiva.
- Aquellos que están influenciados por un grupo de pares Aquellos que están influenciados por amigos son menos propensos a defender lo que creen cuando se aplica la presión de grupo.
- Aquellos cuyos padres bebieron mientras observaban el comportamiento. Ver a un padre beber y tratar mal a los miembros de la familia no es nada que un niño quiera ver. Un niño puede tomar la decisión de nunca ser como el padre infractor, pero más tarde en la vida, se encuentra caminando en los pasos de los padres. El asesoramiento ayuda mucho en estos casos.
- Aquellos que han tenido antecedentes de abuso de drogas y están pasando por un momento difícil en su vida, el estrés saca lo peor de nosotros. Una historia previa de abuso de drogas o alcohol puede ‘revivirse’ cuando los tiempos se ponen difíciles, haciendo que una persona recurra al alcohol.
- Aquellos que recibieron elogios por beber grandes cantidades de alcohol Elogiarse por sus amigos y hablar de ellos como si “usted es el hombre” es una buena sensación. Pero cuando ese sentimiento se asocia con el alcohol, comienza un camino neuronal en el cerebro que vincula la felicidad con el alcohol. Este enlace se debe romper si va a dejar el alcohol, algo que es esencial para revertir el hígado graso. Reemplazar la felicidad con un sentimiento de disgusto (como imaginar gusanos en las bebidas alcohólicas) es un viejo truco que los psicólogos e hipnoterapeutas usan para romper los malos hábitos.
Si reconoce que podría estar en riesgo de desarrollar una enfermedad del hígado graso como resultado de sus hábitos personales de bebida, la mejor opción para ver a un profesional de la salud es un psicólogo. MAS INFO..,
Emilia Gonzales
Escribo sobre cómo construir, administrar y disfrutar la riqueza de su familia.
Soy un Adminstradora del Portal "Guia de Chicas Forex". También me meto en el meollo de la cuestión de las reglas de jubilación, la planificación patrimonial y las donaciones estratégicas de caridad. Vivir bien.