Regalar flores y bombones puede resultar sorprendente a lo largo del año, sin embargo, se convierte en un cliché el día de los enamorados. Este año, en lugar de los dulces, saca tu lado más creativo y demuéstrale que tu amor es único.
Haz un regalo relajante. Un masaje de pareja es la mejor forma de relajarse a la vez que pasáis tiempo juntos, especialmente si el(la) masajista fuera a tu casa y no tuvieras que conducir. Podéis disfrutar del mismo tipo de masajes, o al tiempo que uno opta por un masaje con piedras calientes, el otro recibe un masaje para aliviar la tensión muscular. De cualquier forma, se trata de un regalo perfecto, ya que además de enamorar a tu pareja, ¡también te lo estás regalando a ti mismo(a)!
Si tu alma gemela tiene curiosidad por entrar en el mundo del Yoga, ¿porqué no obsequiarle con unas clases privadas? Se trata de una forma perfecta de concentrarse en los objetivos, profundizar en la práctica, trabajar posturas donde se necesita atención especial y desenvolverse con confianza. Podrás pedir al profesor que se desplace a tu domicilio o encontrar un lugar que sea de tu agrado.
Cenar fuera en el día de los enamorados puede volverse bastante complicado/aburrido. Es difícil reservar, todos los restaurantes tienen cartas predefinidas o el número de personas es superior al ideal. En vez de tener que enfrentarte con todo esto, contrata un Chef particular para que vaya a tu casa y prepare un menú romántico, delicioso y, quien sabe si, también afrodisíaco. ¿Lo mejor de todo? El Chef se encargará de hacer la compra, la preparación y la limpieza. Lo único que necesitas hacer es saborear y divertirte.
El día de San Valentín gira en torno al amor. Existen ciertos momentos que necesitan ser registrados y vuestro amor es uno de ellos. Escoge un lugar que sea especial para vosotros y si tuvieras un amigo de cuatro patas, llévalo con vosotros. Después, basta con ser vosotros mismos y el fotógrafo se encargará de captar los mejores ángulos de vuestro amor.