Vengan a mi lado, voy a cantar una canción.
Voy a cantar en voz tan baja, que no haré nada malo.
En Birmingham el domingo la sangre corría como el vino,
Y siguió cantando los coros de la Libertad.
Tengo conocidos... porque no les puedo llamar amigos, que en ciertas ocasiones demuestran su xenofobia, para mi la xenofobia venga de donde venga es de gente ignorante... a pesar que a veces de tanto odiar a los xenófobos me vuelvo uno de ellos... tal vez no por temas de color de piel, pero conozco a varios que contra los peruanos, descargan todas sus maldiciones. En pleno siglo XXI después de que nos ha tocado sufrir todo lo que hemos vivido, después de partir después la carrera del desarrollo nos hemos enfrascado en conflictos vergonzosos que han empobrecido más a nuestro continente... no nos podemos, más encima, discriminarnos entre nosotros.
Así mismo esos xenofobos, se espantan cuando ven esos documentales y películas del holocausto y el genocidio judío, o como algunos ven con horror como fueron encarcelados, asesinados y desaparecidos los que pensaban distinto en nuestras dictaduras... o en nuestra democraduras.
Ha costado tanto, la libertad que no podemos derrocharla con malos sentimientos contra otros que también la han sufrido, como en esos días de los años sesenta en Birmingham, Alabama donde la lucha por los derechos civiles les costó caro, el odio de la gente blanca de esos días era parte común de lo establecido, cuando pese a la liberaciónya tenía un siglo y esas cuarenta acres con una mula que habían recibido para subsistir se habían convertido en miles de sueños, la gente afroamericana aún no podía entrar a los mismos baños que los blancos, aún eran los pobres del vecindario, aún no se podían sentar en los restaurantes, aún debían estar en la parte superior del cine... habían pasado cien años y dos guerras mundiales y los "negros" seguían siendo los ciudadanos de clase B de Estados Unidos.
Fue por eso que la lucha comenzó a generarse desde el silencio de la rabia, cada día a marchar por las calles, por las plazas, demostrando que no eran pocos, así como la figura de Martin Luther King afloraba en los cristianos y Malcolm X en los musulmanes, la palabra era simple, igualdad... derechos civiles y fin a las discriminaciones. Mientras las autoridades sin escrúpulos reprimían a los manifestantes, la policía hacía lo suyo y la gente blanca cerraba sus ventanas. Así fue como en una de las ciudades más racistas de ese tiempo se fue generando el caldo de algo grave que podía ocurrir. Pese a ello los niños también fueron valientes y salieron sin miedo a reclamar por lo que veían en sus calles, mientras los chorros de agua de los bomberos se encargaban de aplacar la rebeldía.
Es en medio del enrarecido tiempo cuando llega el domingo quince de septiembre de 1963 y las niñas Addie Mae Collins, Cynthia Wesley, Carole Robertson (de 14 años las tres) y Denise McNair de 11 años fueron alcanzadas directamente por la bomba que colocaron unos fanáticos en contra de la Iglesia Bautista de la calle 16. A tanto podía llegar el odio que era capaz de dejar una bomba en la escuela dominical de una iglesia y acabar con los sueños de quienes se encontraban en el lugar... Spike Lee revive el momento de la boca de los padres de las niñas, de las hermanas, de sus compañeros de clases que estuvieron ese día presos por el terror de perder un hijo, de truncar los sueños, de avergonzarse como sociedad. Ese quince de septiembre Estados Unidos se dio cuenta que lo que estaba pasando era una irracionalidad y en las cuatro niñas asesinadas en Alabama, quedó claro que ésto no podía seguir, las cuatro niñas se convirtieron en leyenda y en héroes de la lucha por las libertades civiles de la comunidad afroamericana, los asesinos aún continúan en prisión y se llaman Bobby Frank Cherry, Thomas Blanton, Herman Frank Cash y Robert Chambliss todos miembros del Ku Klux Klan.
El mundo se detuvo en ese día de septiembre 1963 nadie podía creer que nación más poderosa las atrocidades contra la población afroamericana llegara a tanto... así como en noviembre del mismo año cuando el presidente desaparece, las niñas de Birmingham descansan con la incomprensión de lo que ocurrió... solo los espacios de libertad y de igualdad harán que las muertes no sean en vano.
En Birmingham un domingo un ruido hizo temblar el suelo.
Y la gente por toda la tierra se dio la vuelta.
Porque nadie recuerda un sonido más cobarde.
Y siguieron cantando los coros de la Libertad.
Los hombres en el bosque preguntaron alguna vez
¿Cuántas bayas negras crecieron en el Mar Azul.
Y les pregunté de vuelta con una lágrima en mi ojo.
¿Cuántas naves oscuras hay en el bosque?
El domingo ha llegado y el domingo se ha ido.
Y no puedo hacer mucho más que para cantar una canción.
Voy a cantar en voz tan baja, que no hará nada malo
Y el coro sigue cantando a la Libertad.
Joan Baez.
Bonus Tracks
1.- Documental en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- 4 Little Girls en Wikipedia
4.- Joan Baez Birmingham sunday
5.-Película completa (Inglés) hasta el 29 de Abril.
6.- La iglesia en Birmingham, Alabama
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