La zona del mar Cantábrico ofrece una combinación de hermosos paisajes y lugares tranquilos repletos de historia. Si se detiene el vehículo y el ánimo viajero en pueblos y ciudades marineras, la costa cantábrica nos invita a descubrirla a través de un itinerario en caravana por País Vasco, Cantabria, Asturias y Galicia. Una vez tengamos todo preparado, incluido un pequeño botiquín de viaje que nos ayude a solucionar pequeños imprevistos o accidentes, ya estaremos listos para conocer lo que nos depara esta maravillosa ruta. Vamos en caravana por el norte de España.
Aunque es difícil hacer una pequeña selección de los lugares más emblemáticos de una ruta en caravana por el norte, Zarautz (Guipúzcoa) es sin duda uno de esos lugares que debe incluirse. Su casco antiguo nos ofrece la posibilidad de disfrutar de un descanso después de un largo día de playa.
Esta pequeña ciudad costera también ofrece una dimensión monumental con ejemplos paradigmáticos como el Palacio de Narros, una casa señorial donde llegó a veranear, además de otros reyes y aristócratas, la propia reina Isabell II.
Fundada en 1237, hasta el siglo XVI la principal actividad económica de la ciudad vasca fue la pesca de la ballena. Se cree que en su astillero se construyó la Nao Victoria, el barco que dio la primera vuelta al mundo.
La belleza y la singularidad de sus edificios convierten a Comillas en uno de esos puntos imprescindibles de cualquier ruta por el norte. Entre otras cosas, este pequeño pueblo cántabro destaca por haber sido el último puerto ballenero del Cantábrico y por haber albergado el nacimiento del modernismo a finales del siglo XIX.
Por ello, uno de sus edificios más señalables es el Capricho de Antonio Gaudí. Construido entre 1883 y 1885, esta joya arquitectónica pertenece a la etapa orientalista del genio catalán, caracterizada por la combinación de elementos propios de los estilos del próximo y del lejano Oriente y del arte islámico hispano.
Ribadesella
Fundada por el rey Alfonso X El Sabio en el siglo XIII, su urbanismo despunta por intercalar aspectos medievales con elementos modernistas. La cueva de Tito Bustillo es uno de sus espacios más importantes, ya que está considerada como una de las joyas del arte rupestre en toda Europa; además, ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2008.
El casco histórico de este municipio asturiano también resulta de especial interés para cualquier viajero. Repleto de casas coloridas, su barrio antiguo está considerado Bien de Interés Cultural. En él se pueden encontrar, entre otros edificios, el palacio renacentista Prieto Cutre, actual sede del Ayuntamiento, y la iglesia de Santa María Magdalena. El Descenso del Río Sella es otro de sus grandes reclamos turísticos y culturales.
Ribadesella es una localidad de obligada visita.Uno de los lugares más icónicos de Ribadeo (Lugo) es su playa de las Catedrales. Repleta de arcos y cuevas abiertas por la fuerza del mar, este litoral constituye una de las grandes maravillas naturales de esta zona. Además, su urbanismo se caracteriza por aglutinar una gran variedad de estilos arquitectónicos y por contar con un gran colorido.
Su edificio más emblemático es la torre de los Moreno. Levantado durante principios del siglo XX, es lo que se conoce como una casa de indianos. El Pazo de Ibáñez, sede del gobierno municipal, es otro de los edificios más significativos de Ribadeo, junto con el convento de Santa Clara y la iglesia de Santa María del Campo.
Soy periodista y experto universitario en protocolo. He trabajado en diferentes medios de comunicación como 20 minutos, Las Provincias o Diario 16. Ahora ejerzo labores de community manager, colaboro en blogs y publicaciones digitales. Autor del libro 'Eso no estaba en mi libro de Historia de Roma'.