Qué hacer cuando aparece en nosotros un mal pensamiento, seguidos por sentimientos como envidia, celos, rabia… porque éstos aparecen, somos humanos…
Antes que nada, tengan en cuenta, como ya se los he dicho anteriormente, que en realidad, la maldad no existe, es parte de la ilusión y la necesitamos, la generamos, para poder reconocernos como las hermosas, maravillosas, puras e intocables almas que somos, ya que de otra forma, no podríamos reconocernos.
También, entender que todo lo que sucede, lo que nos sucede en este mundo, es un tema de percepción, vemos el mundo como nosotros lo percibimos y eso está determinado por viejos hábitos, costumbres, tradiciones dictadas por la sociedad, etc. Así, dos personas pueden estar viajando en un auto y ver las mismas cosas y cada una haberlas percibido de forma totalmente diferente, he ahí que la realidad de cada una cambia…
Como lo mencioné al comenzar, siempre se genera primero el pensamiento y después viene el sentimiento, no puede generarse un sentimiento hacia algo, si primero no pasó por la decisión que realizamos de él como forma de pensamiento, por eso, es muy importante tener la mente limpia, libre de pensamientos el mayor tiempo posible, para que lo que se generen hacia “algo” sean sensaciones, sintamos lo que estamos viendo, esa es la meta, aprender a discernir acerca de algo o de alguna situación, por medio de la sensación que esta nos genera, libre de ideas pre existentes, pre determinadas, porque la realidad que hemos creado a nuestro alrededor, se ha generado a base de nuestra percepción.
Hagamos un ejemplo para que sea más claro:
Voy a un restaurante y veo a toda una familia comer con las manos, no hablo de una presa de pollo con papas fritas, no, digamos un plato de arroz con algún estofado, algo que tenga salsa o crema y todos, comen y se sirven con las manos… si nos detenemos ahí…un instante, se darán cuenta, que comenzarán a formularse un pensamiento y éste vendrá debido a lo que les mencioné anteriormente…
Pensamientos que se podrían generar, vayamos más allá del ejemplo:
1.- Veamos el contexto, me encuentro de viaje en Sri Lanka y allá todos comen con la mano derecha, ya que la mano izquierda es considerada impura, así que en ese contexto mi pensamiento será: “que linda familia, como comen unidos y en armonía” y apenas termine este pensamiento, el sentimiento que surgirá de él es de amor.
2.- Me encuentro en Francia, en un restaurante elegantísimo y veo a la misma familia comiendo de la misma exacta manera y seguramente lo que pensaré será: “qué horror, de donde salió esta familia, me muero de la vergüenza”, el sentimiento que seguirá será de rechazo…
¡¡Pero esperen!! Qué pasa si en ese momento viene el mozo y ustedes, con el rechazo ya localizado en todo su cuerpo, el cual se visualiza ya en sus gestos (pensamiento – palabra – actos), le consultan al mozo de donde proviene esa familia que come de esa forma tan vulgar ¡y como los han dejado entrar! Y el mozo les responde que el señor es un sultán multimillonario que está de visita en el país por unas conferencias humanitarias ya que él hace muchísima ayuda social y que su forma de comer es la forma educada y socialmente aceptada en su país.
Qué vergüenza… y nuevamente, nuestra percepción de lo que vimos, cambió radicalmente, nos sentimos mal por haber realizado juicios precipitados hacia esa hermosa familia… y saben, esto sucede todo el tiempo, lo que nos confirma que nuestra realidad, está basada en nuestra percepción de los hechos que nos rodean… salimos de casa y sin querer comenzamos a emitir juicios de todo lo que vemos, vemos una casa y pensamos, que feo la han pintado, vemos pasar a una chica, que guapa que está, vemos a un niño pedir limosna, donde estará su madre y así nos la pasamos y saben, cada una de estos pensamientos, tan inocentes, tan pequeñitos que se generan casi sin darnos cuenta, son los que nos enferman, los que también nos causan estrés, la gran enfermedad de nuestro siglo ya que nos distraen de los que es real y nos sumergen en el sueño… nos estamos dejando dominar por nuestros pensamientos, ellos nos dominan, no nosotros a ellos, como comúnmente creemos… ¿no les parece terrible el no poder detener nuestros pensamientos? ¿el que ellos nos dominen? ¿no responde ese patrón al de una adicción?… piénsenlo.
Ahora que ustedes entendieron como se generan esos sentimientos que tanto nos molestan y muchas veces no nos dejan vivir en paz, porque el ejemplo que les he dado es muy sencillo y en realidad no debería afectarnos más, pero que sucede si sí nos afecta, si ese sentimiento es de envidia hacia algún colega de trabajo el cual vemos a diario, celos hacia una amiga del colegio, cólera hacia el hermano… uy… ahí sí es muy difícil sacarlos de nuestro cuerpo… pero saben, no imposible y es justo en eso en lo que debemos de trabajar…
Primero, meditar a diario, meditar se está poniendo de moda, lo sé, ahora todos hablan de meditar, pero la meditación, cuando te vuelves consciente de todo lo que sucede dentro de nosotros y de quien eres realmente, se vuelve una práctica diaria indispensable, es la práctica que ayuda a callar a nuestros pensamientos y nos ayuda a escuchar a esa voz interna que es la voz sabia y que siempre es acallada por nuestros pensamientos, por nuestro ego, gritón, pesado, mandón y sobre todo sabelotodo… y nuestra voz interna está siempre calladita al fondo, pero una vez que callen estos pensamientos, se darán cuenta que esa voz que parecía calladita es en realidad muchísimo más fuerte e imponente que la voz del ego.
Segundo, orar diariamente, la oración es el canal que nos ayuda a conversar con nuestro Ser, con la fuente, como si fuera un teléfono, mi yo de afuera, humano con mi yo de adentro, mi alma, la oración es el cable que nos une. Recuerden, el alma es una chispa de Dios, así que al escuchar a nuestro interior estamos escuchando nada menos y nada más que a Dios.
Tercero, hagan un hábito el no criticar o juzgar nada, pero más importante ¡a nadie! Ahí entran ustedes mismas, no se juzguen, no se critiquen, ámense, abrácense, ténganse paciencia, compasión… Recuerden que cada uno tiene su propio camino espiritual, todos llegaremos a la meta, cada uno a su propio ritmo y cada uno respetable y piensen, que cada cosa que sucede, sucede justamente como una prueba para no juzgar ni criticar, ya que cada vez que lo hacen, vuelven a caer en la ilusión y eso significa, alejarse más de su centro.
Cuarto, amen y perdonen, no existe medicina más efectiva en el mundo, que el amor y el perdón… si ustedes sienten por ejemplo envidia hacia una colega de trabajo, deben aceptar ese sentimiento, abrazarlo, muchos lo niegan porque… ¿¡¿envidia yo?!? ¡Jamás!… el negarlo, lo único que hace es darle mucha más fuerza a ese sentimiento y enraizarlo más dentro de ustedes, así que acéptenlo, ámense como si fueran niños pequeños, no se juzguen a ustedes mismas por sentir por ejemplo envidia, así como no se debe juzgar a otros es muy importante que no se juzguen a ustedes mismos, abracen sus sentimientos, entonces, durante la meditación, visualicen a la persona y el sentimiento que ésta les genera, saben, cuando visualizan el sentimiento, éste se sorprende de verse atrapado, porque así funciona el ego, el ego espera que nos identifiquemos con él y cuando lo atrapamos, le hacemos ver que ese sentimiento de verdad no proviene de nuestro Ser, les aseguro que el sentimiento pierde toda fuerza… y por último, mándenle a esa persona mucho amor, muchísimo amor, bendíganla, oren por ella… todo regresa a ustedes, ese es el secreto, el gran secreto… se llenarán de amor y de perdón a ustedes mismas… los pensamientos cesarán y verán a las personas con otros ojos, los ojos del alma, los ojos del amor…
Las amo,