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4 Razones por las que no puede una mujer ser pastora

Publicado el 31 enero 2021 por Max Damián @soymaxdamian
puede-una-mujer-ser-pastora-razonesSobre el tema de si puede una mujer ser pastora, ya hemos hablado antes en este blog. Y hemos dado una respuesta bíblica.
Y si antes de leer este artículo deseas leer el que te hago mención, solo tienes que ir a ¿Puede una mujer ser pastora? Respuesta bíblica.
Estoy seguro que será una gran bendición para tu vida.
Sin embargo, si deseas continuar leyendo este artículo, te aseguro que no te arrepentirás.
Sólo te pido leer hasta el final este artículo antes de emitir algún comentario.
Porque tengo muy claro que es difícil para muchos aceptar que una mujer no puede ser pastora.
De hecho, hay quienes piensan que el prohibir a una mujer ser pastora, es un pensamiento retrógrado y misógino.
Sin embargo, la Palabra de Dios destierra toda ideología que apoya una aberración como lo es el pastorado femenino.
Y con esto no quiero que pienses que soy un machista bueno para nada.
De hecho, estoy casado, y jamás tomaría mi autoridad como esposo para subyugar a mi esposa.
Pero Dios ha creado al hombre y la mujer con roles independientes, que deben cumplirse para el correcto funcionamiento de la familia, Iglesia y sociedad.
Ir en contra de estos roles es causar un desequilibrio y provocar la ira de nuestro Dios.
Así que, para que conozcas la verdad bíblica del por qué no puede una mujer ser pastora.
He escrito estas 4 razones que detallan la prohibición que hay sobre el pastorado femenino.
Son razones bíblicas, no mis argumentos.
Así que lee este artículo por completo y saca tus propias conclusiones.
¿Empezamos?

1. Altera el orden de la creación

Mucho se ha hablado sobre el mandato de Pablo en 1 Tim. 2:12.
Y lo que argumenta la gran mayoría es que, Pablo había dicho esto basándose en un contexto cultural machista.
Que por ende, no aplica al contexto de nuestro tiempo. Y que si Pablo "fue machista", Dios no lo es.
Porque para Dios todos somos iguales. Hombres y mujeres tenemos el mismo valor ante Él.
Pero se nos olvida que toda la escritura es inspirada por Dios.
Y partiendo de esa premisa, es imposible que Pablo haya escrito 1 Tim. 2:12 basándose en sus propios argumentos.
Además, Pablo mismo aclara el porqué de lo ordenado en 1 Tim 2:12. Y no tiene nada que ver con machismo ni cultura.
Él dice: "Porque Adán fue formado primero, después Eva". (1 Tim. 2:13)
Dejando así desterrado cualquier argumento sobre machismo o cultura.
El problema es que los defensores del pastorado femenino no analizan la Biblia en su plenitud.
Creen que se usa 1 Tim. 2:12 con la intención de subyugar a las mujeres.
Pero no es así.
Además, dicen los defensores de las pastoras, que como Dios usó a mujeres en el Antiguo Testamento, así Dios puede usar a mujeres en el día de hoy.
Sin embargo, esto no es lo que plantea la Palabra de Dios.
En primer lugar, la Biblia respalda la igualdad de valor y dignidad entre hombres y mujeres. (Gal. 3: 28)
Incluso, es el mismo Dios quien ordena a los esposos a vivir sabiamente con sus esposas, dando honor a la mujer como a vaso más frágil (1 Pedro 3:7).
Y en segundo lugar, el hecho de que Dios haya usado a mujeres en el Antiguo Testamento, no quiere decir que lo haga en la actualidad.
Esos fueron casos excepcionales, que no deben tomarse como excusa para defender una idea anti-bíblica.
Imagina la siguiente situación.
Una joven cristiana sabiendo del yugo desigual, se casa con un incoverso. Este inconverso llega a Cristo a través de ella y se arrepiente.
Entonces, si funcionó con esta pareja, ¿quiere decir que debemos enviar a todas las jóvenes cristianas a casarse con hombres inconversos?
Pues NO.
El hecho de que Dios permita que funcione este caso excepcional, no quiere decir que vaya a ser igual para todos.
No puede tomarse como excusa para ordenar algo irracional.

2. Irrumpe el mandato de obediencia y sujeción

El que una iglesia se encuentre liderada por una pastora, es una aberración terrible.
Porque, no sólo atenta contra la prohibición de enseñar y pastorear, sino también contra la obediencia y sujeción.
Observa lo que Heb. 13:18 dice: "obedeced a vuestros pastores y sujetaos a ellos".
¿Leíste bien? Obedeced y sujetaos.
Es decir, si un hombre aplica este versículo bíblico a su vida, tendría que obedecer y sujetarse una mujer (pastora).
Y eso sería también ir en contra de lo que Col. 3:18 dice: "Mujeres, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor".
Entonces, ¿todavía crees que estos versículos fueron escritos por puro machismo? ¿Acaso la Biblia no es escrita e inspirada por Dios?
Tal vez crees en la inerrancia de las escrituras solo cuando te conviene. Pero la Palabra de Dios es veraz e infalible.
Por esa razón, el Apóstol Pablo es muy claro al decir que 1 Tim. 2:12 tiene como fundamento el orden de la creación.
"Porque Adán fue formado primero, después Eva". (1 Tim. 2:13)

De modo que, no tiene nada que ver con cultura ni machismo.
Sin embargo, es necesario dejar en claro que las mujeres pastoras existen gracias al feminismo, no a la sana doctrina.
Pues el feminismo ha elevado a las mujeres al mismo lugar de los hombres.
Promoviendo la idea de que las mujeres pueden hacer las mismas cosas que los hombres.
Y aunque cierta parte sea verdad, no se debe olvidar que esta ideología ataca a las disposiciones de Dios en su Palabra.
Y eso, aunque no lo quieras aceptar, se llama ABERRACIÓN.

3. La labor de la mujer es ser ayuda idónea

En el momento que la mujer fue creada, Dios dejó muy claro la labor que iba a desempeñar: el ser ayuda idónea.
Nunca dijo que tendría que esforzarse para ocupar el puesto que se le había asignado al hombre.
Por otro lado, el ser ayuda idónea no es despreciar el valor que tiene una mujer.
De hecho, el ser ayuda idónea es complementar aquellas cosas que al hombre le hacen falta para poder lograr un objetivo.
Pues es maravillosa la forma en la que Dios creó a la mujer, dotándola de habilidades que el hombre, ni con todo esfuerzo del mundo, podría conseguir.
Entonces, esas habilidades de ayuda idónea, una mujer no solo puede aplicarlas en su hogar, sino también dentro de la Iglesia.
Proveyendo así, una gran ayuda en el ministerio de su pastor.
Si te fijas bien, Pablo no solo le prohíbe a la mujer ejercer dominio y autoridad sobre el hombre, sino que también deja muy claro cuál es la labor que debe ejercer dentro de la congregación.
Que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada. (Tito 2:4-5)

Demostrando así que las mujeres no son inútiles, sino que tienen una labor importantísima dentro de la Iglesia, además de su familia.
Pues muchas de ellas sobresalen en dones de hospitalidad, enseñanza, música, escritura, etc.
Además, están llamadas a cumplir el mandato de extender el evangelio a todos los perdidos.

4. No existe registro de mujeres dirigiendo la iglesia

Muchos creen que como en el Nuevo Testamento no aparece la palabra Pastor, entonces las mujeres si pueden ejercer el pastorado.
Que además, como dicen Juan y Lisney Font, Jesús jamás prohibió a las mujeres pastorear.
Y si Él no lo dijo, por qué se debería creer en “el discurso machista de Pablo”.
Sin embargo, dice Lisney Font, en el Antiguo Testamento sí aparece la palabra pastora.
Esto, haciendo referencia a Raquel en Génesis 29:9 donde dice: “Mientras él aún hablaba con ellos, Raquel vino con el rebaño de su padre, porque ella era la pastora”.
Veamos ahora lo que dice la Palabra de Dios sobre estos dos argumentos.
Primero, si bien es cierto que en el Nuevo Testamento no aparece la palabra Pastor, sí aparecen palabras que en el original nos conducen al término en mención.
Por ejemplo, aparece la palabra ANCIANO, que en el original hebreo es PRESBÚTEROS. Palabra que usamos para referirnos a los PRESBÍTEROS, y cuyo significado es CUIDADOR.
Aparece también la palabra OBISPO, que en el original hebreo es EPÍSCOPUS. Cuyo significado es CUIDADOR o SUPERVISOR.
Y por último, aparece también la palabra PASTOR, que en el original griego es POIMĒN. Cuyo significado es APASENTADOR, CUIDADOR o SUPERVISOR.
Estas tres palabras por lo general se relación entre sí, y hacen referencia siempre a una persona encargada de cuidar la grey.
Puedes ver esto en 1 Pedro 5:2 donde dice: “Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente”.
Notarás que en este versículo bíblico aparecen dos de las palabras que hemos mencionado: Apacentador y Cuidador.
Palabras que hacen referencia al pastorado. Y que además, suelen ser intercambiadas a lo largo del Nuevo Testamento.
Por ejemplo, en 1 Tim. 3:1 encontramos la palabra obispado (OBISPO). Que como mencioné antes, hace referencia al pastor.
De hecho, el segundo requisito que debe cumplir un obispo (pastor) es ser marido de una sola mujer (1 Tim. 3:2).
¿Cómo puede entonces una mujer pastora cumplir con este requisito?
Por último.
Había mencionado que algunos cristianos avalan el pastorado femenino tomando como referencia a Raquel, quien era pastora de ovejas.
Pero debes saber que el término pastor en el Antiguo Testamento, deriva del hebreo RA’AH, que significa: cuidar, alimentar, apacentar o gobernar.
Y sí, tiene que ver con pastorear a personas, brindándoles así el cuidado y el alimento necesario de la Palabra de Dios.
Y os daré pastores según mi corazón, que os apacienten con ciencia y con inteligencia. (Jer. 3:15)

Pero el término Ra’ah también se aplica a los pastores de animales (ovejas). Como es el caso de Raquel.
De hecho, Raquel no es el único caso en donde se usa la palabra Ra’ah para señalar a un pastor de animales (ovejas).
  • Abel (Gen 4:2).
  • Abraham y Lot (Gén 13:7).
  • Isaac (Gén 26:20).
  • Jacob (Gén. 29:7; 30:31, 36).
  • Ana (Gén. 36:24).
  • José (Gén. 37:2,13).
  • Moisés (Éxo. 2:17, 19; 3:1).
  • David (1Sa. 16:11; 17:15, 34).

Solo por mencionar a algunos.
Entonces, debe quedar muy claro que la referencia de Raquel como pastora (Ra’ah), no es argumento suficiente para respaldar el "pastorado femenino".

Finalmente

La cultura feminista en la que vivimos odia el hecho de que Dios ha puesto al varón como cabeza de la mujer (1 Co. 11:3).
Nuestras iglesias, han sido infectadas por este tipo de ideología, rechazando lo que es bíblico y aceptando cualquier aberración.
Argumentan que Dios no es machista, y puede usar a una mujer como pastora de la misma forma como usa a un pastor.
Pero como hemos visto a lo largo de este artículo, no se trata de machismo o "patriarcado".
Se trata de una verdad bíblica a la que debemos prestar atención para no acarrear consecuencias de parte de Dios.
Y con esto no quiere decir que la mujer sea inútil para la obra de Dios.
Pues gran parte del ministerio de la iglesia local depende de las mujeres.
Y así como los hombres, las mujeres, están llamadas a demostrar los frutos del Espíritu Santo (Gálatas 5:22-23), y a proclamar el evangelio a los perdidos (Mateo 28:18-20; Hechos 1:8; 1 Pedro 3:15).
Nada de esto tiene el propósito de aplastar y minimizar a las mujeres dentro o fuera de la iglesia.

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