4 riesgos que enfrentan los emprendedores mexicanos

Hoy en día uno de los temas que promueve el gobierno es el de ser Emprendedor. Universo PYME (el portal para emprendedores) lo define como aquel con mentalidad para que su negocio no sea un simple changarro sino convertirlo en una pequeña o mediana empresa (PyME). Hace algunas décadas difícilmente se conocía el término de Emprendedor y sin embargo por necesidad o por deseo (espíritu emprendedor, aventura, sueño, etc.), nacían pequeños negocios logrando algunos convertirse en pequeñas, medianas o grandes empresas.

Sin tener el dato tengo la percepción de que el porcentaje de fracaso era mucho menor a lo publicado por la prensa mexicana a mediados del año 1999 en la opinión del entonces delegado de la Secretaría de Economía “ocho de cada diez negocios fracasan por falta de profesionalismo en los primeros tres años de su implementación.” Obviamente los tiempos cambiaron y en la actualidad la posibilidad de fracaso en un negocio es relativamente grande. Se ha escrito mucho al respecto y nos encontramos que las razones pueden ser muchas y variadas y seguramente en cada negocio frustrado se presentó alguna de las más comunes como la falta de experiencia, la competencia, la mala administración, la falta de capital o de apoyos y así una cadena interminable de razones por las cuales un negocio fracasa.

Lo cierto es que quienes viven la experiencia reconocen que aparte de todos los riesgos que normalmente se contemplan para quién desea iniciar un negocio, existen algunos otros que normalmente no se mencionan y que sin duda son importantes e influyen en el desarrollo o crecimiento de un negocio.

Sin duda nuestro país necesita emprendedores para iniciar su propio negocio y ya desde el 30 de diciembre de 2009 se publicó en el diario de la federación las Reglas de Operación para el otorgamiento de apoyos del Fondo PYME, sin embargo aparte de todos los riesgos inherentes al ser Emprendedor, existen algunos otros que normalmente no se mencionan como los siguientes:

1.- El riesgo de las obligaciones

Si bien es cierto, al iniciar un negocio quisiéramos tener todo en regla es bien sabido de todas las complicaciones para hacerlo. Existen obligaciones para todo negocio que de no cumplirse pueden dar verdaderos dolores de cabeza, por ejemplo:

El Sistema de Administración Tributaria (SAT) que dependiendo de sus actividades le marca una serie de obligaciones como el pago de impuestos, que por más esfuerzo del gobierno por simplificarlo la verdad es que al principio es algo nuevo para el emprendedor y se enfrenta a una serie de complicaciones que muchas veces tiene que recurrir a los servicios de un contador lo que implica un costo que aunado a los impuestos representan una carga importante para el nuevo empresario. Hay que recordar que un pequeño negocio puede sujetarse a una tarifa fija para simplificar su pago pero por otra parte aunque el negocio tuviera pérdidas tendrá que pagar la tarifa impuesta. En otras palabras si su nuevo negocio no gana, el gobierno si. Si se afilia a una cámara como la cámara nacional de comercio en pequeño (CANACOPE) donde supuestamente le asesoran, le tramitan algunos permisos y le realizan pagos, al final es lo mismo se tiene que pagar una cuota anual y le obligan a pagar lo del Sistema de Información Empresarial Mexicano (SIEM) con su correspondiente tarifa anual para recibir simplemente una calcamonía.

Posteriormente tendrá que sujetarse también a la Ley para el funcionamiento de establecimientos mercantiles y tener todos los permisos en regla, desde la licencia de funcionamiento hasta el permiso para poner un anuncio donde de ninguna manera se puede anunciar donde usted quiera, limitándolo a su propiedad cosa que no sucede con los grandes negocios donde usted puede ver su publicidad en todos lados.

Qué decir de los inspectores que lo visitan, llega el de Comercio que revisa la báscula, el de Salubridad por la cuestión sanitaria y todos buscan lo mismo, cualquier falta al reglamento como si ello fuera el objetivo o razón de ser de su trabajo. Inspectores que en muchos de los casos muestran una falsa moral al aplicar la ley dependiendo del soborno o canonjías que reciban, en pocas palabras hay que lidiar con la corrupción.

2.- El riesgo de la competencia desleal

De acuerdo a la enciclopedia de economía el término competencia desleal corresponde a la competencia ilícita, es toda práctica comercial que no respeta las reglas de juego del mercado fijadas por las leyes o establecidas por los usos y costumbres comerciales.

Actuación mercantil que con engaño o fraude pretende sacar provecho o causar perjuicio a terceros (consumidores, distribuidores y competidores). Para un negocio establecido que cumple con todas sus obligaciones no hay nada más terrible que enfrentar a la competencia ilícita, si, aquella que está al margen de la ley y que por lo mismo sus costos son menores y puede ofrecer el mismo producto o servicio a menor precio. Estar al margen de la ley no solo es no pagar impuestos sino también robar los servicios como el de agua y luz o bien el que se anuncia sin ningún permiso o se posiciona a la fuerza en los mejores lugares.

3.- El riesgo de la inseguridad

Al tener un negocio pequeño normalmente se recibe la visita de personal de seguridad privada que le cobran una cuota semanal o quincenal por tan solo hacer rondines lo cual no le asegura de ninguna manera el evitar un asalto, por lo tanto requiere contar con una alarma que normalmente le ofrece una compañía de alarmas por un cierto pago mensual además de que le obliga a tener línea telefónica para avisarle cuando se dispara la alarma, repito, esto no le asegura nada solamente es disuasivo para los malhechores por lo que es necesario contratar un seguro que le cubra robo o siniestro de sus bienes o mercancías. Y por si fuera poco todavía queda la posibilidad de que sea obligado a pagar una cuota a la delincuencia organizada para dejarlo trabajar. Un riesgo adicional es que por tener un negocio se convierte en blanco para extorsiones.

4.- El riesgo de los trabajadores

Al tener un negocio normalmente requiere ayuda la cual inicialmente es proporcionada por familiares pero en la medida en que se crece o si no tiene quién le apoye necesitará contratar empleados con un gran riesgo; no puede equivocarse al seleccionarlos por el problema que le generan, tendrá que cumplir con sus obligaciones ante el IMSS de lo contrario puede tener graves consecuencias y finalmente existe el riesgo del robo hormiga de los propios empleados que representa un alto costo y es difícil de eliminar al 100%. Si por alguna causa el trabajador lo demanda el pequeño empresario lleva todas las de perder.

La finalidad de mencionar estos otros riesgos al que puede enfrentarse un Emprendedor no es con la intención de desanimarlos sino más bien de informar sobre lo que generalmente no se dice pero que es la realidad cotidiana de tal manera que habrá que tener tiempo, dinero y mucha paciencia para lidiar con trámites, trámites y más trámites.

El Economista del 03 de marzo del 2010 hace referencia a Yara Salem, especialista en desarrollo del sector privado en el Banco Mundial en un seminario organizado por el Foro de Cooperación Asia Pacífico (APEC) que menciona: “En promedio, cada reducción de 10 días en tramitología lleva a un crecimiento de la economía del 0.4% y en ocasiones aún más”.

Lo anterior obliga a que el estado debiera tomar medidas que realmente apoyen a los Emprendedores y hacer realidad la ya famosa simplificación administrativa, dejar de ser obstáculo y convertirse en un verdadero apoyo, dejar de ver el aspecto recaudatorio para ver el beneficio general del país y así impulsar el espíritu emprendedor.