Tengo miles de imágenes de mis hijos en diversas circunstancias. Muchas veces las quiero compartir con mi entorno, pero no todo es posteable en las redes sociales
Antes de postear una foto, hay que pensarlo bien porque lo que suben siempre puede terminar siendo público. Y por público no me refiero a que esté en las redes sociales para siempre, sino a que cualquier persona puede hacer lo que le parezca con todas o partes de las imágenes.
Más allá de los temas de seguridad, como por ejemplo evitar subir fotos de los chicos donde se pueda ver el uniforme, a qué colegio van, la dirección de la casa o imágenes en las que quede expuesta información relevante, también tienen que contemplar el aspecto social y emocional que genera divulgar fotos de terceros, en este caso de nuestros hijos.
Estos son cuatro tips que seguro les van a servir:
1- No suban fotos que los dejen en ridículo hoy o tal vez a futuro
Al subir una foto en la web, se está construyendo su huella digital: lo que se postea deja de ser nuestro. Quizás hoy es divertido mostrar a los amigos una foto de los chicos haciéndose los payasos… ¿pero esto puede perjudicarlos mañana?
2- No posteen fotos de ellos que no subirían si fuesen tuyas
No hay que olvidar cómo eran de niños. Había situaciones donde podían sentir vergüenza ante amigos del colegio por acciones de los padres. ¿Y ahora que son padres cómo actúan? Los chicos también tienen su vida social y ya tienen bastante con sus problemas para sumarles otros.