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Si una mujer sufre de depresión postparto tras el nacimiento de su hijo, atención, porque a su lado también puede haber un hombre enfrentando, en silencio, la misma situación ante la novedad de convertirse en padre.
Varios estudios científicos demostraron que la depresión postparto también se manifiesta en los hombres, sobretodo en los primerizos.
Se estima que en el universo de los hombres que ingresaron a la paternidad, entre un 10 % y un 20 % (proporción similar a la de las mujeres) experimenta este trastorno.
Sobre 28 mil casos estudiados por la Escuela de Medicina Eastern de Virginia, en 2010, el 10,4 % se vio afectado por la depresión postparto.
Según el estudio, el menor nivel de depresión (un 7,7 %) se registró en los primeros 3 meses y aumentó hasta el 25,6 % entre los 3 y los 6 meses posteriores al nacimiento.
La cifra de padecientes asciende al 17 % en el estudio que la Universidad Hebrea de Jerusalén realizó 5 años antes. El mismo informe señaló que la patología no se había detectado antes porque las preguntas que se hacían a los varones eran incorrectas.
¿Cuáles son las causas?
Existen varias. Respecto a las de índole orgánica, un estudio de 2006 con monos titís, mencionado en un artículo del New York Times, halló que los nuevos padres sufrían un rápido aumento en la cantidad de receptores de la hormona vasopresina, en el córtex prefrontal del cerebro.
Junto con otras hormonas, la vasopresina interviene en la conducta asociada con la crianza en los animales.
En los seres humanos, se activa la misma zona cerebral cuando a los padres se les muestran imágenes de sus hijos.
Existen también evidencias de que en los hombres los niveles de testosterona tienden a bajar durante el embarazo de la mujer, quizá para que los padres sean menos agresivos y más propensos a lograr el apego con el recién nacido.
Dada la relación entre la depresión y la reducción de los niveles de testosterona en los hombres de mediana edad, es posible que algunos estén en riesgo de desarrollar depresión posparto.
También existen causas de índole sociocultural. La asunción de nuevas responsabilidades y la presión del nuevo entorno pueden ser desencadenantes del fenómeno.
"Ser padres es uno de los mayores cambios que tanto los hombres como las mujeres pueden experimentar; todavía se sabe muy poco sobre cómo impacta en la salud mental, y cómo mucha gente experimenta un problema de salud mental luego del parto", explicó a la BCC Bridget O'Connell, de la asociación de salud mental Mind.
"Ya no es suficiente con que lleven el pan a casa. Tienen que estar comprometidos e implicados. Se espera que se abstengan de consumir alcohol, que vayan a cada exploración médica (de sus mujeres) y que sientan el dolor del nacimiento", afirmó al mismo medio Ellie Lee, profesora de política social en la Universidad de Kent.
El estudio de la Escuela de Medicina Eastern, en tanto, sostiene que los hombres más propensos a contraer la depresión son aquellos que conviven con una mujer que atraviesa esa patología.
Según otra evaluación, mencionada por el New York Times, los hombres con parejas también deprimidas tenían 2,5 veces más riesgo de tener depresión.
Ese mismo estudio, realizado sobre casos en 16 países, también pone a la falta de sueño entre los causales de la depresión.
¿Cuáles son los síntomas?
La depresión postparto en los padres tiende a manifestarse de una manera diferente respecto a las madres.
William Coleman, de la Universidad de Carolina del Norte y presidente del comité de aspectos psicosociales de la salud infantil y familiar de la American Academy of Pediatrics, mencionó entre los signos: el beber más alcohol, trabajar en exceso, ver deporte más de lo habitual, y permanecer más tiempo en soledad.
Por su parte, la Universidad Hebrea de Jerusalén incluyó, además de los síntomas mencionados por Coleman, las relaciones extramatrimoniales y enfrentamientos con compañeros de trabajo o con la pareja.
Consecuencias en los niños
Los doctores James Paulson y Bazemore Sharnail, que llevaron a cabo el estudio de la Escuela de Virginia, aseguraron que deben hacerse más esfuerzos para mejorar la detección y el tratamiento de los padres en situación de riesgo.
"La depresión en uno de los padres debe llevar a la atención clínica del otro. (..) Asimismo, la prevención e intervención para la depresión en los padres debe estar centrado en la pareja y la familia y no en el individuo", sostienen en su estudio.
Además, resaltaron que hay evidencias de que la depresión paterna temprana puede tener importantes efectos emocionales, conductuales y en el desarrollo en los niños.
Sobre esto, el doctor Paul Ramchandani, psiquiatra de la Universidad de Oxford, que también estudió a niños durante 3 años después del parto, informó que ellos sufrían distinto, según si era el padre o la madre la persona deprimida.
Los datos apuntan a que cuando alguno de los dos progenitores experimenta depresión postnatal, el hijo tiene tres veces más de posibilidades de tener problemas de conducta: desde problemas emocionales y dificultades en la escuela hasta problemas de salud asociados.
Detección
Los expertos de la Universidad Hebrea de Jerusalén señalaron que la patología no se había detectado antes porque las preguntas que se hacían a los varones eran incorrectas.
En lugar de preguntar sobre sensaciones de tristeza, desdicha o cambios de humor, los expertos hebreos se encaminaban hacia cuestiones sobre frecuencia de relaciones sexuales, ingesta de bebidas alcohólicas, relaciones extramatrimoniales, enfrentamientos con compañeros de trabajo o pareja, e imposibilidad de cumplir con los horarios laborales.
De acuerdo al trabajo dirigido por el doctor Gil Goldzweig, los hombres que padecen depresión postparto tienen tendencia a negar cualquier dificultad. Y, además, se da otra circunstancia: casi todos reconocen que en su infancia se criaron con un padre estricto, que les castigaba con frecuencia y que no conversaba con ellos.
El estudio también concluye que para el hombre es mucho más fácil ser padre si forma parte de una pareja que tiene puntos de vista tradicionales acerca de los roles de cada sexo.
En las 'parejas modernas', indican los autores, el papel del padre es mucho más difícil y complejo, y eso le crea ansiedades.
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