En la entrada a la vivienda nos encontramos con la barra de desayuno. Bajo ella tenemos una botellero y almacenaje para la vajilla diaria, además de un mueble con puertas, igual que el que hay encima de ella, donde destacan además los toques de color y la mezcla de textura de los materiales. Incluso la columna se convierte en un espacio funcional al aprovecharse como estantería...
Al otro lado de esa barra de desayuno, se encuentra el salón. Sencillo y confortable, donde destacan las paredes de ladrillos visto pintados en blanco, que le dan un gran toque de personalidad al conjunto. Un sofá marrón, un sillón blanco que casi pasa desapercibido, una pequeña mesa de café con ruedas, una lampara colgante y otra de pie y el conjunto de la televisión, nada más y nada menos.El parquet, fluye por todo el suelo, y el textil ligero y de aspecto muy natural son claves para la armonía en estos espacios pequeños.
Junto al salón, y casi sin darnos cuenta, se encuentra el dormitorio. Destaca la cama subida de nivel con una estructura de madera para aprovechar el espacio inferior con cajoneras, donde almacenar infinidad de cosas. Para darle algo más de intimidad, han instalado rieles con cortinas con el fin de dividir espacios cuando sea necesario.El conjunto se completa con una mesita de aspecto industrial, una lámpara colgante que va muy bien con el conjunto y ropa de cama muy relajante.Y muy cerca, el baño,de color blanco, mostaza, y gris oscuro en combinación con madera. Destaca un original detalle en los azulejos en forma de crucigrama, y de nuevo una estantería oculta.
Terminamos la visita en la terraza, que es preciosa, donde han instalado una gran biblioteca a un lado y un lugar para relajarse y compartir en el otro, donde el blanco y la madera siguen fluyendo. ¿Te has fijado en la mesa plegable?
Impresionante, ¿no crees? Precioso, perfecto y a la vez funcional.
En el próximo post... 'Un mini estudio de 38 m2 lleno de estilo' ¡No te lo pierdas!
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