Es increíble el gran estilo que pueden albergar tan sólo 49m². Con poquísimos muebles pero muchos detalles este pequeño piso sueco es el reflejo de que ahí vive alguien (yo estoy convencida de que es una chica), a la que le gusta seguir las tendencias del momento. No tiene miedo de mezclar estilos y lo demuestra con ese espacio despejado, con fondo blanco y escaso de mobiliario, característico del estilo nórdico y con accesorios reciclados y metálicos como la lámpara del salón, el reloj y la señal de velocidad de la pared, la caja de madera recuperada, etc del estilo industrial. Muchos guiños además a las piezas de diseño nórdico, como portavelas de cristal de colores de iittala, el mono de madera de Kay Bojesen para Rosendahl o la jarra termo de Stelton, que se mezclan con diseños de Ikea e italiano, como la mesa roja redonda de Kartell o el perro de Mugis. Es un piso pequeño pero muy bien resuelto.