Si bien el embarazo es una etapa de plenitud para la futura mamá, en algunos casos -más aún en la época de calor debido a las altas temperaturas- puede traer aparejado una serie de molestias o complicaciones entre las cuales se cuentan el dolor de espalda, la pesadez, sobre todo en las piernas, y los calambres.
Los principales factores que confluyen para que estas condiciones se presenten, especialmente después del primer trimestre que suele estar plagado por las molestias gástricas, son el sobrepeso, el sedentarismo y la falta de movimiento.
ACTIVIDAD FISICA MODERADA
Es que aunque muchas personas piensen lo contrario, el mantenerse activas- siempre que su situación particular lo permita y el médico no indique reposo- ayuda a las mujeres embarazadas a sentirse mejor. Lo mismo ocurre con el hecho de realizar actividad física, y mantener una postura adecuada o corregirla en caso que antes del embarazo estuviera mal.
"Por supuesto la cantidad de actividad que una mujer realice o 'lo que se mueva' depende mucho de sus deseos y de sus posibilidades. Pero debemos tener en cuenta que el incremento de peso localizado en el abdomen puede traer consecuencias y molestias que son mayores cuando al momento de buscar el embarazo y finalmente conseguirlo la mujer se encontraba por encima de su peso. Esto debe ser tenido muy en cuenta", expuso al ser consultado el doctor Bernardo Raúl Löwenstein, jefe del servicio de Obstetricia de la Clínica y Maternidad Suizo Argentina (CyMSA).
"No obstante hay una realidad: los dolores de espalda obedecen a los cambios de posición que se producen en las articulaciones y los ligamentos, que se aflojan. Por eso estamos frente a una condición prácticamente ineludible del embarazo. Así y todo hay mujeres que lo padecen más y otras menos", aclaró el especialista.
Lo mismo ocurre con los calambres que son más frecuentes hacia el final del ciclo. Éstos suelen deberse a problemas circulatorios y en general se desarrollan por pocos segundos, aunque pueden dejar una molestia residual que llega a durar todo el día.
La buena noticia es que por lo general -y más allá de que suele existir cierta predisposición, con lo cual es posible que una mujer sienta las mismas molestias cada vez que queda embarazada- tanto los dolores de espalda como la "pesadez" y los calambres suelen desaparecer una vez que el embarazo concluye, se produce el nacimiento, y de poco todo el cuerpo comienza a reacomodarse y a volver a la normalidad.
TIPS PARA PREVENIR MOLESTIAS
- Si se trata de un embarazo planificado, es conveniente que antes de empezar a buscarlo la mujer visite a su médico de cabecera para que éste le asegure que todo está en condiciones y le de consejos sobre como cuidar su peso y su estado físico, o bien como mejorarlo en caso que haya algunos kilitos de más
- A menudo cambiar de postura a cada rato ayuda a evitar en entumecimiento sobre todo de las piernas
- A la hora de descansar o relajarse suele ser muy útil sentarse apoyando las piernas a la altura de las caderas en un banquito o en otra silla, y flexionarlas ligeramente
- También suele ser muy útil aplicar calor sobre la zona con dolor (puede ser en la ducha utilizando el agua caliente), o bien tomar alguna sesión de masajes
- Para evitar calambres una posibilidad es elongar, tanto por la mañana como por la noche antes de acostarse.
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