Casi todo el mundo sufre de ansiedad financiera en algún momento.
He aquí cómo controlarlo para que no te controle a ti.
Si enciendes las noticias de la noche o lee suficientes artículos de prensa, puede sentir que el cielo se está cayendo.
Alerta de spoiler: la humanidad siempre ha creído que el cielo se está cayendo.
Cuando las fuerzas externas te empujan, es natural que te sientas ansioso.
El problema de la ansiedad, sin embargo, es que puede nublar tu pensamiento.
A continuación, cubrimos cinco cosas inteligentes que puedes hacer con respecto a tus finanzas, incluso cuando tu mente ansiosa intente convencerte de que hagas otra cosa.
1. Coge el ritmo
Los seres humanos tendemos a tomar decisiones realmente terribles en momentos de estrés.
Hazte esta pregunta cuando te llegue el estrés: «¿Estoy a punto de hacer algo precipitado porque estoy ansioso? A veces lo más difícil es no hacer nada.
Supongamos que lleva años contribuyendo fielmente a su cuenta de jubilación y desde que tiene uso de razón, el saldo de la cuenta ha ido aumentando.
La economía pasa por una mala racha y su cuenta pierde repentinamente miles de dólares de valor.
Sería temerario vender todo, poner el dinero en una cuenta de ahorros y esperar a que el mercado vuelva a estar «sano».
No sólo sería una temeridad, sino que podría costarle caro.
Invertir en el mercado de valores es como hacer volar un plumero.
Sientes cada bajada, cada giro y cada curva.
Si te centras en el movimiento, empiezas a creer que seguramente se estrellará cada vez que el avión se sumerja.
Este no es el caso.
Los valores de las inversiones suben y bajan regularmente.
Ver cada cambio puede hacerte pensar que tienes que hacer algo.
Reaccionar antes de haber tenido tiempo de investigar puede ser costoso.
2. Deja que tu cabeza tenga prioridad sobre tu corazón
A ninguno de nosotros nos gusta mirar nuestra cartera para encontrar un mar de rojo que indica pérdidas recientes.
Si lo tratamos emocionalmente, cometeremos errores.
Esto es lo que hay que recordar: Cuando Estados Unidos está en un mercado bajista (una caída del 20% o más), no significa necesariamente que el país esté en recesión.
Significa que el mercado de valores está haciendo lo que siempre hace: el equivalente económico de una montaña rusa, con toneladas de subidas y bajadas.
Incluso si entramos en una recesión (otro acontecimiento natural), es probable que el S&P 500 repunte de forma espectacular.
Históricamente, un año después de una recesión, el S&P 500 sube más del 15%.
3. Evite las reacciones instintivas
¿Tardarías unos años en recuperar el dinero que perdiste durante un periodo difícil? Por supuesto.
Pero mientras sus inversiones están en una zanja, mantener el rumbo puede dar sus frutos.
Eso es porque puedes comprar acciones a precio de ganga si sigues invirtiendo.
Si no puedes soportar quedarte completamente dentro, vuelve a salir poco a poco hasta que te sientas más cómodo.
Basándose en los máximos y mínimos históricos del mercado, probablemente acabará comprando acciones mientras los precios son bajos.
Sin embargo, si no puedes hacerlo, intenta invertir todo lo que puedas y diversificar.
Es decir, asegúrese de que sus inversiones estén repartidas, que su cartera incluya diferentes clases de activos y sectores.
Como habrá dicho tu madre alguna vez, «no pongas todos los huevos en la misma cesta».
Sin sondear a Pollyanna en esto, perder dinero en el mercado es una forma de determinar lo diversificado que debe estar, las clases de activos y sectores en los que se siente más cómodo comprando y su tolerancia al riesgo.
Considere cualquier inversión que realice a largo plazo y no deje que el ritmo natural de subidas y bajadas le haga perder el rumbo.
4. Tenga cuidado con las noticias que recibe
Las historias de fatalidad inminente de un tío pesimista o de un colega con aspecto de Eeyore pueden abrumarte, aunque no te des cuenta.
Con el tiempo, absorbes su negatividad.
Esto no significa que deba ignorar las señales de problemas que se avecinan, pero asegúrese de que la fuente de sus noticias financieras es fiable y probada.
Otra gran pregunta que debe hacerse antes de reaccionar ante una situación financiera que le provoque ansiedad es: «¿Estoy haciendo esto por miedo?» Si el miedo dicta tu comportamiento, es hora de tomar el control adquiriendo conocimientos.
Y no hay nada en contra del tío pesimista o del colega con aspecto de Eeyore, pero es poco probable que te den consejos legítimos (y los mensajes de Facebook no cuentan).
Recurrir a un profesional -un planificador financiero que cobre por horas y no reciba ninguna comisión por los productos que vende- es un buen punto de partida.
Después de sólo una hora, probablemente descubrirás que estás en un camino mucho mejor de lo que imaginabas. Incluso si tienes que cambiar sus planes financieros, probablemente saldrá de la reunión sabiendo más que cuando fue.
5. Tómate un descanso para cuidarte
Centrarse en una cosa durante demasiado tiempo no es saludable.
Sea lo que sea lo que te hace sentir ansioso desde el punto de vista financiero, haz un plan, cúmplelo y dedícate tiempo a cuidarte.
Para una persona, esto puede significar más tiempo para hacer ejercicio.
Para otro, puede significar una llamada telefónica con un amigo.
Los tiempos de ansiedad financiera forman parte de la vida.
No siempre son las inversiones las que nos desaniman.
A veces se trata de una pérdida de empleo, un gasto inesperado, un divorcio o una deuda aplastante.
Sea lo que sea lo que le quita el sueño, recupere el control aprendiendo todo lo que pueda, creando un plan que tenga sentido para usted y sabiendo que está haciendo todo lo posible para avanzar en la dirección correcta e invertir dinero.