Es obvio que en un matrimonio cristiano evangélico existen todos los ingredientes que existen en cualquier matrimonio. Pero el valor agregado de este tipo de relación es el amor que tiene el esposo por su esposa, o viceversa.
Entonces surge la pregunta: "¿Qué es el matrimonio cristiano?". Y en simples palabras, tomando lo que dice el Apóstol Pablo en 1 Corintios 13, puedo definir que un matrimonio cristiano es aquel en donde el amor se trasmite sin esperar ser recompensado.
¿Pero cómo puede un soltero llegar a vivir un matrimonio cristiano según la Biblia (según Dios)? Muy fácil. Aprovechando su tiempo de soltería para preparase para llegar a un matrimonio cristiano exitoso.
La verdad es que los solteros viven preocupados en quien será la próxima persona que puedan conquistar, y se olvidan que está en sus manos el prepararse para ser una persona digna de conquistar.
Quizá en estos momentos estas diciendo en tu mente: "Teniendo una relación con alguien es como aprenderé". La verdad es que no es así.
Dios te a dotado de una familia para que puedas prepárate para ser un excelente padre o madre y excelente esposa o esposo-
¿Qué te hace pensar que si no sabes servir a tu madre o a tu hermano sabrás hacerlo con tu esposa o esposo?
El tiempo de soltero o soltera en el que estés debe ser usado al máximo para prepararte y adquirir los recursos necesarios para ser una gran esposa o esposo en tu futuro matrimonio.
¿Y qué es lo que necesitas aprender?
Pues en este artículo te expondré 5 habilidades que debes aprender como soltero antes de casarte. Son necesarias y muy importantes.
Estas habilidades no prometen regalarte un matrimonio cristiano feliz, pero si te van a preparar desde ahora para tu convivencia como esposo o esposa con aquella persona que Dios te dé.
Cada una de las habilidades escritas a continuación aplica para hombres como para mujeres. ¿Estás listo? Empecemos.
1.- Aprende la Intimidad con Otros.
La palabra Intimidad procede del adverbio latín intus que es equivalente a "dentro". Esto significa que la Intimidad es todo aquello que encierra las profundidades del alma de una persona.
Antes de querer tener Intimidad con una persona en una relación o matrimonio, es necesario que aprendas a intimar primero con los más cercanos a ti: tu familia.
Porque resulta que existen muchos jóvenes hoy en día que pasan su vida ignorando a su familia y viviendo sus propios mundos.
¿Cómo esperar abrir tu corazón en intimidad y franqueza a tu pareja si no lo haces con tu familia?
Esto es lo que pasó con Victoria en algún momento. Terminaba sus días levantándose de la mesa después de la cena e iba a encerrarse a su cuarto sin siquiera preguntar cómo iba la vida de cada integrante de la familia.
Hasta que en un momento ella se dio cuenta que lo que estaba haciendo con su familia es lo mismo que haría con su futuro esposo.
—¿Cómo podría yo ser íntima con mi esposo si es que no lo soy con mi familia? —se preguntaba Victoria.
Entonces dio a su vida un giro diferente.
Cada día al terminar de cenar Victoria comenzó a acercarse a los miembros de su familia para expresar sus sentimientos e íntimos deseos y para saber todo sobre ellos.
Lo lamentable al día de hoy es que muchos adolescentes y jóvenes han perdido la perspectiva de intimidad familiar y viven sumergidos en su propia burbuja.
Prefieren estar perdidos frente a un computador o Smartphone que compartir con su familia lo que hay dentro de sus corazones.
¿Cómo crees que funcionaran en una relación?
La verdad es que al momento de estar enamorados puede que hablen hasta por los codos, pero en la vida de casados muchos hombres y mujeres guardan silencio a diversos asuntos porque no saben cómo expresarse.
Ellos cerraron su corazón a un ambiente que les pudo enseñar a ser sensibles, saber escuchar, tener paciencia, abrazar con el corazón, y hablar con la verdad siempre.
Así que, mientras estés soltero esperando a la persona ideal para tu vida, procura con diligencia practicar la Intimidad con tu familia.
Acércate a ellos y pregunta cómo les fue durante el día. Abre tu corazón a sus tristezas, escucha todo lo tengan que decirte, y comparte todo lo que hay dentro de ti.
Esto permitirá que el día que puedas gozar de un matrimonio tendrás un grado de Intimidad tan profundo que no se te hará difícil expresar todo tu interior, y serás un bálsamo para el alma de la persona que tienes al lado.
2.- Aprende Buscar a Dios Junto a Otros.
En mi adolescencia, como la de muchos, tan carente de raciocinio, evité en muchas ocasiones hablar de temas espirituales con tal de "conquistar" el corazón de una chica.
Tenía la mala filosofía de que como ella iba a la iglesia no era necesario hablar de Jesús para lograr que se enamore de mí.
Hoy ya no pienso igual como en aquella etapa de mi vida. Pero lo gracioso es que hay millones de adolescentes y jóvenes en el mundo pensando de la misma manera como pensé un tiempo atrás.
Sin embargo, para poder mantener un matrimonio de éxito es necesario saber buscar y compartir a Dios con otras personas.
Créeme, al principio no es tan fácil hacerlo.
Pero es necesario que empieces poniendo en práctica la búsqueda a Dios junto a otros. Esta práctica te enseñará a programar tus días para sostener oraciones, meditación y lectura de la Palabra de Dios, junto a tu futura esposa.
Puedes iniciar buscando a Dios con alguien de tu familia, un amigo o hermano de la iglesia.
Deberás ser responsable al preparar la meditación en la Palabra de Dios, abrir tu corazón y compartir tus experiencias y liderar las oraciones e intercesión por la persona con la que buscas a Dios.
Y llegado el momento de tener un matrimonio no se te hará complicado agendar en tu diario vivir un tiempo para la búsqueda de Dios junto a tu pareja.
3.- Aprende la Responsabilidad Financiera. En el tema financiero muchos hay como yo. ¡No nos medimos al gastar nuestro dinero!
No solo se trata de aprender a ganar dinero, sino también aprender a administrarlo con sabiduría y no malgastar creyendo que tienes el poder solo por llevar unos centavos de más en el bolsillo.
Siendo soltero debes aprender a ser responsable con tu economía.
Práctica dejando de lado los gastos excesivos de lujos que consigues solo para aparentar en redes sociales.
El malgastar dinero, mi querido amigo (Maxihumano), es el pan de cada día de nuestros adolescentes y jóvenes.
Sin saberlo vivimos aquello que un día dijo el genial actor Will Smith: "Gastamos dinero que no tenemos, en cosas que no necesitamos, para impresionar a gente que no le importamos".
A mí me pasó tal como lo dice Will Smith.
Debido a que como soltero no tienes tantas responsabilidades como las tiene un casado, puedes desarrollar con facilidad malos hábitos al gastar tu dinero.
El no saber administrar tu dinero podría desencadenar problemas en tu futuro matrimonio.
Nuestro Dios ha permitido que en Su Palabra podamos encontrar las direcciones correctas para aprender a administrar nuestro dinero (Pr. 6:6-11; 21:5; 21:20).
Ahorrar honra a Dios porque es valorar razonablemente el dinero, el cual es un regalo que Él nos ha dado (Stg. 1:16-17). En lugar de gastar sin planear, con impulsividad e insensatez, el ahorro sabio muestra la importancia de administrar nuestros dones (Lc. 12:47-48).
Así que sin vacilar comienza desde ya a practicar el ahorro y la buena administración financiera. Esto te va a permitir tener un matrimonio a salvo de las deudas, la escasez, y la necesidad.
Y si tienes una economía estable gracias a tus padres, es necesario que también aprendas a ser un buen administrador. Porque muchos malgastadores y malos administradores hay porque siempre encontraron dinero disponible de la chequera de papá.
4.- Aprende la Paternidad.
Los hijos no son un riesgo del matrimonio, son la recompensa de Dios a esta hermosa unión. Es por ello que estando soltero es cuando debes aprender a ser un buen padre o una buena madre.
Es verdad. Jamás se aprende a ser padre o madre hasta que llegas a tener tu propio hijo. Pero si procuras en la soltería aprender a ser buen padre y buena madre, no sufrirás demasiado.
En lo personal soy hermano mayor de dos varones. Aunque al segundo solo le llevo año y medio de diferencia de edad, tuve la oportunidad de atender a ambos desde que éramos pequeños.
Cuando éramos niños mamá y papá trabajaban y al regresar de clases tenía que encargarme de preparar el almuerzo, lavar la losa, barrer y ayudar a mis dos hermanos con sus tareas de la escuela.
Hasta cuidé de mi tercer hermano cuando era pequeño y luchaba por hacerlo dormir. ¡Siempre me llamaba papá!
Este tipo de prácticas forma en ti el sentido de responsabilidad paterna o materna.
Así que aprovecha tu tiempo de soltería en aprender de padres piadosos. Haz las preguntas que tengas que hacer y observa con atención la manera en que corrigen a sus hijos.
Permítele a Dios que vaya moldeando tu carácter y espíritu para ser un excelente padre. Y si jamás tuviste un padre a tu lado, pídele a Dios que te enseñe a ser el mejor padre que siempre quisiste tener.
¡Ánimo! ¿Quieres casarte no?
Entonces comienza por atender las necesidades de tus hermanos. Sé un buen ejemplo para ellos y procura guiarlos tal y como quisieras guiar a tus hijos.
5.- Aprende las Responsabilidades del Hogar.
Me da mucha tristeza observar que en nuestros tiempos lo jóvenes se han deslindado por completo de las responsabilidades del hogar.
Si preguntas a alguien sobre el manejo de los utensilios de una cocina lo más probable es que te encuentres con personas que ni siquiera sepan para qué sirve un mortero.
En esto tienen mucha responsabilidad los padres. Ellos, creyendo que hacen un bien a sus hijos para que solo se concentren —por ejemplo— en sus estudios, les quitan responsabilidades hogareñas y ponen a sus pies todos sus deseos.
Recuerdo estar rodeado de un grupo de amigos conversando sobre las responsabilidades que cada persona tiene en un matrimonio, cuando escuché a una joven decir: "Yo no sé cocinar".
Miré sorprendido a esta joven y le dije: ¿Jamás vas a cocinar para tu esposo? A lo que ella me respondió: "Si me ama tendremos una chica de servicio que cocinará para ambos".
No estoy en contra de que la mujer logre desarrollarse en la sociedad. Pero la principal responsabilidad de ella es con su hogar más que con una oficina o empresa.
Esto es lo que millones de mujeres al rededor del mundo han olvidado. Y por lograr sus sueños y metas descuidan sus hogares encargando la responsabilidad que les pertenece a una persona que les brinda el servicio.
Es así que mientras seas soltero y esperas a la persona que Dios tiene para tu vida, aprende las responsabilidades del hogar.
Tanto si eres hombre o mujer, tienes la obligación de saber cómo atender cada quehacer.
Esto constituirá un matrimonio solido en el que reciban apoyo mutuo en cosas cotidianas como lavar la losa, encerar el piso, o llevar a los niños a la escuela.
Inicia por acércate a tu madre y pídele que te vaya enseñando como se realiza cada actividad del hogar.
Hasta proponte durante una cierta cantidad de días en ayudar en la preparación de los alimentos.
En Conclusión
Como ves, la soltería no es solo una etapa aburrida en la que debes procurar tener relaciones amorosas para dejar de estar solo.
Debes aprovechar en prepararte para ser el hombre ideal para una mujer piadosa.
Lo que yo hago —y podría ser de ejemplo para ti— es leer libros con los que he aprendido y aprendo acerca de relaciones, matrimonio, y familia.
Esta es mi lista de libros:
- El Amor es una Decisión de Gary Smalley y John Trent.
- Amor sin Secretos de Nancy van Pelt
- Se un Adolescente Feliz de Andrew Matthews
- Padres de la Patria de Javier Echevarría
- El Desafío del Amor de Alex Kendrick y Stephen Kendrick
- 50 consejos para convivir mejor con tus hijos adolescentes de Debra Hapenny Ciavola
Además de estos grandiosos libros hay mucho contenido en internet donde puedes aprender sobre estos temas.
Contenido como esta grandiosa lista de artículos en este blog que puedes leer dando clic aquí.
Recuerda también que la biblia es el recurso más grande y por excelencia en donde Dios nos enseña a ser buenos hombres y excelentes esposos.
¿Qué te pareció este artículo? ¿Conoces alguna otra práctica que debemos aprender mientras estamos solteros? Házmelo saber abajo en los comentarios.