Existe la tradición (cada vez menos) en España de ser cliente del mismo banco durante toda la vida. El banco de al lado de mi casa, del que son clientes mis padres, mis hermanos y casi todo el barrio.
Con la llegada de los bancos on-line, se ha producido un trasvase de clientes de estos bancos a los bancos virtuales. Pero ha sido no ha sido un trasvase total, ya que la mayoría de esos clientes siguen manteniendo posiciones/productos en el banco de toda la vida.
Hay reticencia, vagancia o pasotismo a la hora de cambiar de banco definitivamente. Da igual que nos cobren comisiones por tarjetas, transferencias o que nos "enchufen" el producto de turno, "más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer". ¿Por qué cuando no nos gusta un restaurante, no volvemos más y esto mismo no ocurre con los bancos?
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