Es importante conocer las cosas que perjudican la piel pero más aún saber como evitarlas o mitigarlas en mayor medida para que nuestra piel luzca sana, bonita y la ayudemos a pasar mejor los años.
No desmaquillarse antes de acostarse: Seguro que alguna que otra noche has llegado tan agotada a casa que has dicho eso de... hoy no me desmaquillo, me voy a la cama que por un día no pasa nada. Posiblemente, si eres joven, no lo notes mucho al día siguiente pero si ya pasa dos 30... tu cara es otra cuando te has ido a la cama con todo el maquillaje del día anterior.
Si nos vamos a dormir sin quitarnos el maquillaje la piel atrapará toda la suciedad y la grasa que desprende durante la noche produciendo la obstrucción de los poros. La piel amanecerá más apagada, seca e irritada de lo normal.
El maquillaje puede contener sustancias que pueden resultar irritantes para nuestra piel, aunque no lo notemos en unas horas no debemos de mantener el maquillaje durante toda la noche.
Para un caso puntual, un caso de emergencia, puedes recurrir a las toallitas desmaquillantes para eliminar el maquillaje y las impurezas de la piel antes de irte a la cama.
Existen maravillosos productos todo en uno para que en una sola pasada elimines todo el maquillaje de rostro y ojos con eficacia. En el marcado tenemos incluso aguas micelares para tratar las manchas de la piel.
El sol: Ni que decir... el peligro número uno para la salud de nuestra piel. Provoca el envejecimiento prematuro además, produce las manchas solares que tan difícil de eliminar por no decir imposibles.
Es recomendable usar a diario una protección solar adecuada en nuestra piel. Yo nunca salgo por las mañanas sin mi protección solar del 50 indistintamente de la protección solar que ya lleve mi crema hidratante o BB Cream habitual.
En primavera es el momento ideal para preparar nuestra piel para las primeras exposiciones solares. Debemos aprovechar nutricosméticos para no solo potenciar nuestro bronceado sino también para proteger la piel desde dentro creando una barrera protectora en la piel para el verano.
Limpiar la piel con productos agresivos: Una limpieza excesiva de la piel es algo tan malo como no limpiarla lo necesario. Utilizando en exceso productos astringentes, o con mucho alcohol, puede resecarnos la piel de tal manera que nos produzca un efecto rebote y producirnos un exceso de grasa.
Usar productos para la limpieza facial y corporal suaves y a ser posible neutros.
Utilizar los cosméticos de limpieza y mascarillas tal y como indica el fabricante, según su forma de uso, cantidad y frecuencias en el uso. Nada de una fuerte exfoliación, más mascarilla de limpieza, más tónico con alcohol... Las que tenemos la piel mixta y/o grasas somos propensas a las limpiezas profundas de la piel.
Falta de hidratación: Primordial para mantenerte el perfecto equilibrio de nuestra piel. Debemos hidratarnos tanto por dentro como por fuera. ¿Tienes la piel seca o deshidratada? Aquí tienes una entrada para averiguar cuál es la diferencia entre la piel seca y/o deshidratada.
Beber agua, tes e infusiones que sean de nuestro agrado y usar productos cosméticos hidratantes para la piel que la hidraten en profundidad y eviten la pérdida de la hidratación.
Fumar: Os lo dice una que ha sido fumadora muchos años y la piel no tiene nada que ver con la que se tiene cuando no se fuma o se deja de fumar.
El tabaco es muy perjudicial para nuestra piel, inhibe la producción natural de colágeno con lo cual la piel se ve más apagada y áspera. También, contrae los vasos sanguíneos por lo que la circulación de oxígeno es mejor, esto produce arrugas y signos de envejecimiento prematuros.
Dejar el hábito de fumar y sustituirlo por algo más beneficioso... ejercicio, paseos.