Ubicadas directamente al norte de Maine, en la costa este, las provincias marítimas de la región atlántica de Canadá (Nueva Escocia, Nueva Brunswick y la Isla del Príncipe Eduardo) son quizás las más conocidas por sus pintorescas costas llenas de faros y botes de pesca, por no hablar de los legendarios mariscos. Halifax, la capital de Nueva Escocia, es una ciudad que se puede recorrer a pie, con una línea de costa activa, restaurantes de cinco estrellas y una gran cantidad de cultura artesanal. También es un vuelo rápido de dos horas desde Nueva York y un salto aún más corto desde Boston, lo que lo convierte en una escapada fácil de fin de semana para los yanquis que desean un cambio de escenario. Esto es lo que debe hacer cuando llegue a la ciudad.
1. pasear por el paseo marítimo
Casi dos millas de viento en el paseo marítimo a lo largo del puerto de Halifax, y si bien es una actividad más adecuada para los días soleados de verano, los vientos enérgicos del agua hacen que el invierno sea un paseo vigorizante. Pase algún tiempo en el Museo Canadiense de Inmigración en el Muelle 21 (más sobre eso más adelante), luego vaya hacia el norte: Al otro lado de la calle, el Diseñador de tienda de artesanía (craftnovascotia.ca) lleva hermosas piezas de cerámica, joyas y otras piezas de artesanos locales, y bajan el bloque, Garrison Brewing Company (garrisonbrewing.com) es bueno para una parada en boxes. Reserve una visita a la cervecería por la noche por $ 15, o simplemente pruebe los productos en la sala de golpecitos para perros. Cerca, el Mercado de agricultores de Halifax Seaport (halifaxfarmersmarket.com) es una empresa de toda temporada. Además de los productos, hay una sólida selección de licores locales, mezclas de especias, mermeladas, pepinillos y más, lo que lo convierte en un excelente lugar para comprar recuerdos para sus amigos amantes de la comida. A partir de ahí, es un corto paseo hasta Cristal de NovaScotian (novascotiancrystal.com), proveedores de cristal de calidad de reliquia a precios que coinciden. Incluso si no está comprando piezas de inversión cortadas a mano, cortadas a mano, vale la pena detenerse en la sala de exhibición; si tiene suerte, sorprenderá a los creadores en acción. A la vuelta de la esquina está el Terminal de ferry de Halifax, y por menos de $ 2 USD, un viaje en barco es una manera ideal de terminar su caminata. Contempla el horizonte y explora el centro de Dartmouth mientras estás cruzando el puerto … y si logras cronometrar tu viaje hacia la puesta de sol, todo lo mejor.
2. Calentamiento con licores locales
Como el hogar del expatriado escocés Alexander Keith, tres veces alcalde y cervecero de mediados del siglo XIX cuyas instalaciones aún están en funcionamiento hoy (aunque bajo el paraguas de Anheuser-Busch InBev), no es sorprendente que Halifax tenga fábricas de cerveza artesanales en abundancia hasta la fecha , hay 12 y contando. Pero la historia de la región atlántica de Canadá también está impregnada de piruetas y rumores, y los escoceses de Nueva Escocia han abrazado esa herencia con una venganza, haciendo del ron uno de los más populares de la ciudad. Situado en el centro cerca de la costa, Halifax Distilling Co. (halifaxdistillingco.ca) vierte gustos de sus rones J.D. Shore. La destiladora Julie Shore es descendiente de una familia que destila whisky en el siglo XIX en Carolina del Norte, y esas generaciones de experiencia lo demuestran; su ron negro de cuerpo ligero es sumamente apetecible, con ricas notas de caramelo, y podemos responder por la crema de ron, un sustituto de Bailey que podría ser mejor que su primo a base de whisky. Acomódate en el bar para tomar una copa y un aperitivo, escuchar música en vivo o hacer una excursión un sábado por la tarde.
3. Hazte cultivado
Para un municipio pequeño (alrededor de 403,000 personas según la última estimación), la capital de Nueva Escocia cuenta con una gran cantidad de destinos culturales. En el paseo marítimo de Pier 21, un equivalente de Ellis Island para un millón de trasplantes desde finales de la década de 1920 hasta principios de los 70, el Museo Canadiense de Inmigración (encima; pier21.ca) rastrea la experiencia de los inmigrantes de una década a otra, con exhibiciones interactivas, cabinas de réplicas de barcos y baúles de vapor llenos de ropa y pertenencias preciadas de niños que emigraron a lo largo de los años. En el centro de historia familiar, los miembros del personal están en espera para ayudar a rastrear los documentos de inmigración, información del barco y datos genealógicos a pedido. Un paseo de 15 minutos a lo largo de la orilla del agua es el Museo Marítimo del Atlántico (maritimemuseum.novascotia.ca), dedicado a la historia marina de la región, desde sus días de construcción naval hasta batallas navales y desastres como el Halifax Explosion de 1917. No se pierda los modelos de barcos en el segundo piso, o el Titánico muestra, un informe muy detallado de la historia del barco, su hundimiento y el papel de Halifax en la operación de rescate y recuperación. (Titánico los aficionados también deben desviarse hacia el cementerio Fairview Lawn en el extremo norte de la ciudad: Halifax era el puerto más cercano cuando el forro cayó, y más de 100 víctimas están enterradas allí, sus lápidas dispuestas en una configuración que se asemeja al casco de un barco.) A unas cuadras más, la Galería de arte de Nueva Escocia (artgalleryofnovascotia.ca) Celebra la obra de artistas vinculados a la región. La joya de la colección es la galería Maud Lewis, que presenta el trabajo del artista autodidacta de artistas folclóricos, así como su pequeña casa pintada a mano, restaurada con amor, ¡¡solo de 12 ½ por 14 ½ pies! El museo tiene horario extendido los jueves por la noche, con entrada gratuita y tours disponibles. En el otro lado de la ciudadela circa-1749 de la ciudad, el Museo de Historia Natural (naturalhistory.novascotia.ca) tiene todos los esqueletos de ballenas, modelos animales, muestras de rocas y minerales y, hasta abril, dinosaurios animatrónicos necesarios para mantener a los pequeños ocupados y comprometidos.
4. Pausa para el café (y excelentes vistas)
Construido en 2014 como reemplazo de un edificio de mediados de siglo, la ciudad había superado hace mucho tiempo, el galardonado Biblioteca Central de Halifax (halifaxpubliclibraries.ca) es una hazaña de diseño contemporáneo. Según se informa, "la primera pieza de arquitectura moderna que se construyó en Halifax en décadas", el proyecto de $ 57.6 millones es un centro cultural con certificación LEED Gold en el corazón del centro de la ciudad. Echa un vistazo a las exhibiciones dedicadas a las culturas de las Primeras Naciones, africanas de Nueva Escocia, Acadias y Francófonas, así como memoriales de veteranos y materiales de investigación de historia local. El exterior de vidrio en voladizo se asemeja a una pila de libros, y el interior es pacífico y luminoso, con una cafetería en el último piso que ofrece amplias vistas del puerto y la ciudadela junto con tazas de excelente café orgánico con goteo de comercio justo y desde cero. pasteles
5. come tu corazón
En consonancia con su ubicación marítima, Nueva Escocia es un refugio para los amantes de los mariscos, y desde las vieiras de Digby y los mejillones de agua dulce hasta la incomparable langosta de la costa sur, Halifax recibe más que su parte justa de la recompensa. Obladee Wine Bar (obladee.ca) promociona vuelos de vinos de Nueva Escocia y ostras Sober Island, mientras que Little Fish Oyster Bar (littlefishoysterbar.ca) hace una hora feliz de todo el día con una selección de bivalvos locales a US $ 1.50 por barril. Amamos a los de Cabot, y los de Pristine Bay fueron fieles a su nombre. Arriba esta el Cinco pescadores (fivefishermen.com), un restaurante hermano que sirve platos refinados. Afortunadamente, el lujoso comedor, una funeraria restaurada generosamente, no muestra signos de sus días más espantosos, pero un tazón de crema cremoso y un ahumado a la antigua deberían ahuyentar a los fantasmas persistentes. Sin embargo, el comedor de la ciudad no es todo aletas y agallas. Las opciones terrestres incluyen el donair, una oferta única de Halifax que es similar al girocompás griego, shawarma del Medio Oriente y al pastor mexicano, con carne especiada y asada escabada con tomates y cebollas crudas, rociada con una salsa blanca dulce, y Envuelto en una pita. Es una mezcla sucia pero gloriosa, y puedes probarla en el centro de la ciudad Johnny K's, o más lejos en Rey de Donair (kingofdonairquinpool.ca), donde el plato se originó en 1973. Para un tartar de bistec estelar y una copa de vino a un precio razonable, busque Bistro le Coq (bistrocoq.ca), luego tomar una copa en el Cabra obstinada (stubborngoat.ca), un gastropub con una tentadora lista de cócteles; Cuando está en el menú, Moving to the Country es una mezcla peligrosamente deliciosa de bourbon, melocotón y menta. Buscando derrochar? Con un menú que va desde mejillones al vapor y embutidos caseros hasta vieiras de Nueva Escocia y deliciosas pappardelle de cordero, Restaurante Gio (encima; giohalifax.com) en el Hotel Prince George es una de las mejores apuestas de la ciudad.
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