La vida se mueve un poco más despacio en San Diego. Tal vez sea la cultura del surf, tal vez sea la conexión fácil con la naturaleza, o tal vez los días soleados, cuando el termómetro se cierne alrededor de un clima templado de 70 grados y algo durante todo el año, está obligado a suavizar un poco las cosas. Pero mientras que la proximidad al Pacífico es una ventaja innegable, esta comunidad del sur de California tiene más que ofrecer que hermosas playas y un clima idílico. Aquí encontrará lo que debe buscar en su próximo viaje a la ciudad, desde la elaboración de pequeños lotes y la comida de la granja hasta la mesa hasta una escena artística próspera y una historia multicultural muy arraigada.
1. Toma una lección de historia
Como el sitio del primer asentamiento europeo de California a fines de 1700, San Diego ofrece amplias oportunidades para que los visitantes se adentren en los primeros días de la ciudad. Comience en Old Town State Historic Park (parks.ca.gov/oldtownsandiego), un tramo de seis cuadras con una plaza al aire libre, edificios originales bien conservados, tanto de adobe como de estructuras de principios del siglo XX, museos, tiendas y más. Si está manejando, llegue temprano para no tener que luchar por un estacionamiento, luego vaya a la sala de estar Cafe and Bistro para disfrutar de una moca mexicana helada y vaya al Old Presidio Historic Trail para una caminata sinuosa hasta el parte superior de Presidio Hill. Además de ofrecer una vista panorámica de la ciudad, el Presidio alberga el histórico Museo Junípero Serra (sandiegohistory.org), que cuenta la historia del pueblo indígena Kumeyaay de la región y las oleadas de colonos españoles, mexicanos y estadounidenses que pasaron a través de exhibiciones interactivas, artefactos arqueológicos y entrevistas con descendientes de todos lados. El museo está cerrado por reformas hasta julio, pero mientras tanto, los visitantes pueden apuntar el navegador de su teléfono a presidiosd.org, y la función de realidad virtual mostrará cómo se verían las cosas en ese lugar en particular alrededor de 1790.
2. come tu corazón fuera
Con los productos prístinos y el marisco fresco a la mano, los restaurantes de San Diego están jugando con una terraza apilada, y se nota en la profusión de estrellas Michelin, homenajeados de James Beard y ex El mejor chef concursantes. Puedes comer tacos todos los días durante semanas sin repetirte, y dada la variedad que se ofrece, ese es un desafío que vale la pena aceptar. Haga cola para birria y carnitas en ¡Salud! (saludsd.com) en Barrio Logan, pruebe el camarón de tamarindo y el pollo al pastor en Puesto (eatpuesto.com), y pasa por el Little Italy Food Hall (littleitalyfoodhall.com) para giros inusuales, como una versión de langosta de Wicked Maine y una toma griega inspirada en el giro de Not Not Not Tacos. Mientras esté en el vecindario, pase un sábado por la mañana paseando por el mercado de granjeros Little Italy Mercato (littleitalysd.com/events/mercato) para golosinas únicas, como refrescos de kéfir con fermentos naturales y gaseosos de Superfood & Company (superfoodandcompany.com) y papas fritas rellenas, rellenas y a la parrilla hasta que estén bien calientes y crujientes, de Brazilian Guys (facebook.com/thebrazilianguys). Si, de alguna manera, todavía tienes hambre, El mejor chef Herb & Eatery de Brian Malarkey (herbandeatery.com) es una buena parada para almorzar, con ensaladas del tamaño de un tazón, galletas saladas con chocolate espesas y masticables y café afortunadamente fuerte. Para subir de nivel, mire a uno de los elegantes lugares mexicanos de Nouveau, desde Old Town Tahona (tahonabar.com), donde puedes combinar un vuelo de mezcal ahumado con tus camarones aguachile y pulpo a la parrilla, a El Jardín de Liberty Station (eljardinrestaurantbar.com), donde la semifinalista del Premio James Beard, Claudette Zepeda-Wilkins (anteriormente El mejor chef el concursante también sirve sofisticados gustos de la multitud como guacamole con verduras en escabeche y tostadas de estilo oaxaqueño con crudo.
3. Obtener Artsy
San Diego puede enorgullecerse de su estilo de vida al aire libre, pero la ciudad también tiene un lado culto, y el Parque Balboa (balboapark.org), con sus museos de clase mundial, su zoológico altamente calificado y sus exuberantes oasis de jardín, es la joya de la corona. Tómese el tiempo suficiente para explorar sus diversas ofertas, desde la ciencia, el aire y el espacio y la historia natural hasta la fotografía, el arte moderno y los antiguos maestros hasta los automóviles, los ferrocarriles y las fuerzas armadas de los Estados Unidos. El Museo de Arte de San Diego (sdmart.org) es una gran institución en un edificio inspirado en el Renacimiento español, con una impresionante fachada escultórica: observe de cerca y verá representaciones a tamaño real de pintores como Velázquez, y un popular restaurante al aire libre y un jardín de esculturas. (Evite las horas pico de almuerzo si no quiere esperar por una mesa). El Instituto de Arte de San Diego (sandiego-art.org) La galería subterránea es pequeña pero poderosa, y el Centro Cultural de la Raza (centrodelaraza.com) tiene exhibiciones y actuaciones rotativas que celebran las artes y la cultura chicana, mexicana, indígena y latina, dentro de una torre de agua remodelada y decorada con murales. Aunque algunos son gratuitos, la mayoría de los museos cobran una tarifa de admisión, así que solicite un Pase Explorer si quiere probar un poco de todo. Es bueno para una semana y lo llevará a los 16 museos, y también al zoológico si pagar un poco más
Tan impresionante como es Balboa, no es el único espectáculo en la ciudad. Al oeste, al otro lado del aeropuerto, la estación Liberty de Point Loma (libertystation.com) es un antiguo centro de entrenamiento naval convertido en un centro comunitario, un complejo de 26 edificios con tiendas, restaurantes, gimnasios y un distrito artístico que cuenta con instalaciones al aire libre, estudios de fabricantes, galerías, instalaciones de baile y un cómodo cine, que fue un auditorio para Las tropas estacionadas aquí. Venga y tome una clase de baile junto a los profesionales, vea una película o visite la caminata artística del primer viernes para ver los estudios abiertos y conversar con los artistas.
4. Vientre hasta la barra
Como tantos otros destinos urbanos en casa y en el extranjero, San Diego se encuentra en medio de un renacimiento de la cerveza artesanal, con más de 150 cervecerías y contando. En el vecindario inconformista de North Park, hay una proliferación de locales de cerveza, algunos de los cuales encontrarás en El Cajon Boulevard, tres de ellos bajo un mismo techo: June Shine (juneshine.co), una barra de kombucha dura; Pariah Brewing Company (pariahbrewingco.com), conocido por sus IPAs; y Eppig Brewing (eppigbrewing.com), un asunto familiar con raíces en Brooklyn, reintroducido en la costa oeste en 2016. En Ocean Beach, Kilowatt Brewing (kilowatt.beer) vierte las galardonadas pintas de pequeños lotes en un ecléctico salón de grifos iluminado con luces de neón a pocas cuadras de la orilla Consiga un asiento en el patio y tome una pinta de té verde de la maracuya o Brut Bader Ginsburg IPA seca y de lúpulo.
Pero aquí hay algo más que un renacimiento de la cerveza. Cócteles de lujo en entornos de sigilo están apareciendo por toda la ciudad, y es más fácil que nunca encontrar un lugar clandestino que se adapte al ambiente. (Sin embargo, no será necesariamente fácil entrar, así que querrás hacer reservaciones siempre que sea posible). En Little Italy, tiki bar False Idol (falseidoltiki.com) se encuentra detrás de una puerta de acero sin marcar en el restaurante Craft & Commerce. El menú centrado en el ron abarca toda la gama, desde mai tais y slings de Singapur hasta clásicos menos conocidos como el Coronado Luau Special, una mezcla de rones, brandy, curazao seco, pan de trigo y cítricos, una bebida que era popular en la institución local. Del Coronado es tarde, gran sala de Luau. En el extremo norte de la ciudad, en Kearny Mesa, se encuentra el Reino de los 52 Remedios (arriba; 52remedies.com), una barra hiper-glamour dentro de un gastropub informal. Toque un panel secreto y una puerta se abre para revelar el lujoso sueño de una habitación donde las bebidas creativas, inspiradas en las hierbas y medicinas tradicionales de China, se ajustan a la decoración. (Prueba el Madame Kanbashi, una combinación de whisky Kikori, licor de yuzu, limón y jarabe de arroz coreano). Para algo aún más surrealista, no puedes vencer a Raised by Wolves (raisedxwolves.com), un estudio de bebidas retro-chic en medio del centro comercial Westfield UTC. Suba por la escalera mecánica y regístrese en la tienda de botellas, situada entre un restaurante de pizzas y una tienda de Ted Baker. Cuando su nombre sea llamado, siéntese en la plataforma frente a la chimenea y agárrese mientras lo hace girar en un impresionante espacio circular, adornado con banquetes con mechones, mesas acogedoras y lámparas con flecos bajo un techo estilo panel de carrusel. Las bebidas van desde cócteles clásicos hasta mezclas de boozier como el Dreadlock Holiday, un riff con ron en un Negroni; Para algo más ligero, echa un vistazo a la impresionante selección de cócteles sin alcohol imaginativos, como el Melon Market Swizzle, con mielada, lima, menta y yogur indio.
5. Hacer tiempo para La Jolla
A menos de 15 millas al norte del centro, la comunidad costera de La Jolla es quizás mejor conocida por sus colonias de focas salvajes y leones marinos, pero también es la sede de otro ciudadano famoso: el Dr. Seuss se mudó a la ciudad en 1953, así que espere para ver detalles seussianos en todos lados (los árboles son particularmente llamativos). Si el clima es agradable, y a quién estamos engañando, el clima probablemente sea agradable, comience en la piscina infantil para ver las focas, luego camine hacia el norte por el sendero costero hasta la ensenada de La Jolla para ver a los leones marinos, inspeccionar Las pozas de marea, y hacer algo de kayak. Unos kilómetros más al norte, el acuario Birch en Scripps (acuario.ucsd.edu) presenta miles de peces en más de 60 hábitats, como un bosque de algas gigantes de 70,000 galones y una procesión de tanques que imitan la corriente que fluye por la costa de California. Desde allí, es un paseo rápido hasta Torrey Pines, donde puede descansar en la playa, caminar por los senderos naturales, ver los ala delta para un aterrizaje o ir al cielo usted mismo. Para algo menos orientado a la naturaleza, Prospect Street y las cuadras que lo rodean están llenas de tiendas de lujo y opciones de restaurantes, ideales para navegar y observar a la gente por igual.
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