Además, debes afrontar la prueba con una vestimenta, calzado, complementos...determinados. Sin olvidar los suplementos nutritivos e hidratantes a lo largo del recorrido, los horarios y los timings (tiempos) antes, durante y después de la carrera...¡Ah! ¡Cuántas normas!
En esta entrada, quiero comentaros algunos de los fallos que he cometido según las "guías" de preparación a la maratón. Cómo me han afectado, si realmente son errores garrafales, por qué lo hice, etc. Será una entrada del tipo: "Dont try this at home" (no intentéis esto en casa).
1. NO SEGUIR UN PLAN DE ENTRENAMIENTO:
Sin dudas, el mayor error que puede cometer un maratonista. La preparación previa a la maratón dura, al menos, unos 3-4 meses. En ella te preparas para poder afrontar el recorrido, y no volverte loco o desfallecer.
Por primera vez en mi vida, para la maratón de Málaga tuve una preparación de un par de semanas. Básicamente no me esperaba obtener el dorsal y, cuando lo recibí, estaba en la semana cuarta del entrenamiento para la maratón de Sevilla.
Pese a todo, se puede terminar una maratón a un ritmo "tranquilo". Si no buscas hacer marca, y si eres un corredor relativamente veterano, puedes lograrlo. Eso sí, lo mejor es realizar un buen plan de entrenamiento y no jugártela en el asfalto.
2. ESTRENAR ROPA O CALZADO EN UNA MARATÓN:Respecto al tema de estrenar calzado, no hay defensa posible. Estrenar unas zapatillas el día de la prueba, puede traer consecuencias graves sobre el transcurso y final de la misma. Olvídate únicamente de un par de ampollas y molestias en los pies. También puedes sufrir dolores de espaldas, de miembro inferior, ser más propenso a la sobrecarga, al cansancio. Déjate de locuras.
Con respecto al resto de la indumentaria...se puede ser un poco menos intransigente. Muchos maratonistas desean estrenar la "camiseta de la prueba" durante el recorrido. Personalmente, no lo recomiendo, ya que las camisetas nuevas suelen estar más rígidas y fomentar más la erosión en axilas y pezones. Pero allá cada cual, siempre se puede usar vaselina.
Lo mismo respecto al tema de las calzonas, calcetines y ropa interior. Yo mismo he estrenado calcetines (Maratón de Madrid), calzonas nuevas (Maratón de Málaga) y ropa interior. Las consecuencias estaban ahí. Sin embargo, no llegó a ocurrir nada y pude disfrutar de ambas pruebas sin molestias.
3. NO DORMIR NI DESCANSAR BIEN LOS DÍAS PREVIOS
Para correr una maratón, necesitas tener todas tus pilas recargadas. Para ello, debes dormir bien los días previos (sobre todo la noche del viernes al sábado), no entrenar los dos días previos, ni hacer demasiada actividad física el día antes.
Dormir bien el día antes de la maratón, en muchas ocasiones es utópico. Estas en una ciudad que no conoces, en una cama que no es la tuya, en un ambiente distinto y encima, con unos nervios que te vuelven loco. Sin embargo, dormir bien dos noches previas a la maratón, te ayuda a superarlo.
Respecto al tema de descansar. En la Maratón de Madrid y de Málaga, la paliza que me metí de andar, de ir de un lado a otro, de hacer turismo, de visitar monumentos...fue la leche. Una maratón puede convertirse en una prioridad estricta, o puedes complementarla para hacerla más amena.
Personalmente, recomiendo una mezcla de ocio y cumplimiento de objetivos. Disfruta los días previos haciendo algo que te guste, (sobre todo si está relacionado con la prueba). No te amargues y te quedes en casa "descansando". A partir de cierta hora (media tarde) recógete, cena algo ligero y vete a dormir. Puedes disfrutar, pero también debes descansar.
4. NO PROBAR COMIDA O BEBIDA NUEVAS EN LA MARATÓN
Exceptuando la nutrición recomendada los días previos (comidas ricas en hidratos), durante la carrera no se recomienda comer o beber cosas nuevas. Si estás acostumbrado a tal bebida isotónica y no a otra...se supone que no debes probarla.
Del mismo modo, si nunca has probado un gel o una barrita energética pero te lo ofrecen durante la maratón, no lo pruebes, te podría sentar mal. Eso, es lo que dictamina la teoría. En la práctica, la isotónica varía bastante poco entre marcas. Del mismo modo, los suplementos...son azúcar preparada para absorberse rápidamente...sus repercusiones pueden directamente: no suceder nunca.
En la Maratón de Málaga probé e ingerí por primera vez en mi vida un gel (que por cierto, estaba muy rico) con tal de comer algo. Acto seguido, ingerí un par de trozos de plátano, un vaso de isotónica distinta a la que ingerí el resto de la prueba y media botella de agua.
A veces, lo mejor que puedes hacer es dejarte guiar por lo que te pida el cuerpo. Si el estómago quiere comer: dale algo de comer. Si te sientes bajo de azúcar y deshidratado: bebe isotónica (sea la que sea). Si necesitas beber: ¡bebe!. Y, si ves un gel que pone "sabor a fresa" y tienes ganas de tomártelo: ¿por qué no probarlo?. En fin...ser estricto, puede ser relativo.
5. NO ESTAR MENTALIZADO PARA CORRER UNA MARATÓN
Sé realista con lo que estás a punto de hacer. Sé realista con tus objetivos, con tus fuerzas, con el esfuerzo o la motivación que posees. No te extra-limites. Por lo pronto, debes estar nervioso: ¡vas a correr una maratón!. Si no sientes esos nervios en los momentos/días previos a una maratón o bien estás muy seguro de ti mismo, o bien deberías replantearte si has perdido la ilusión.
Durante el transcurso de la maratón, tu objetivo más importante debe ser: disfrutar. Si bien puedes haberte marcado unos objetivos y unos tiempos, síno disfrutas de la carrera, puede que llegues a meta y te lleves un chasco. He conocido a corredores que tras meses de preparación, al llegar a meta no cumplían con los "tiempos", y sentían un fracaso y decepción que daban con todo al traste. Créeme, no querrás llegar a ese punto. No merece la pena.
Del mismo modo, durante la carrera debes racionalizar tus pensamientos. Durante 42 kilómetros debes darte ánimos a ti mismo, luchar contra los obstáculos que te asedien, controlar lo que te rodea, seguir adelante...la cabeza, tiene unos límites y sólo tú marcas esos límites.
En la Maratón de Málaga, estuve prácticamente hasta el kilómetro 37 por debajo de las cuatro horas. Los primeros kilómetros, tuve que compaginar disfrutar de la carrera con intentar no correr demasiado rápido. Los últimos, estaba más centrado en ir a la par de la liebre de las 4 horas, que de mi propio cuerpo. Sin embargo, llegó un momento en el que recordé cual era el objetivo: terminar.
Por eso, durante el resto de la carrera disfruté e intenté dar lo mejor de mi mismo sin preocuparme del tiempo. Si hubiera querido, podría haber realizado un sub 3:50 perfectamente. Sin embargo, no habría entrado en meta la mitad de entero y feliz que lo hice, simplemente por el hecho de haber terminado. No estamos en este mundo para ganar, sino para disfrutar de lo que hacemos.
Recuerda: "Mens sana in corpore sano"
Espero que la entrada os haya gustado. Si es así, recuerda compartirla con otros corredores y dejarnos un comentario. ¿Podrías darnos algún consejo extra de "qué no debe hacer un maratonista? ¿Nos cuentas tu propia experiencia en los puntos que hemos expresado? ¿Hay algo en lo que no estés de acuerdo? Un saludo.
Querid@ maratonista: