Es una de las principales cosas que hay que dejar en claro. Muy por el contrario, él siempre se vio a sí mismo como un hombre común, lleno de defectos que había que corregir.
Tampoco pretendió ser un profeta ni un enviado divino, y afirmaba que el conocimiento humano y el esfuerzo personal -y no la devoción a los dioses- eran los verdaderos medios para lograr la iluminación. El camino de la moderación.
2. No fue un líder religioso
Quien "fundó" el budismo nunca tuvo la intención de fundar una nueva religión. Como se desprende del punto anterior, se veía a sí mismo como una persona que, una vez lograda la iluminación, ofrecía un camino alternativo a la rígida ortodoxia religiosa hindú. Fundó, sí, una secta llamada Sangha, una de muchas que existían en India, de ascéticos errantes.
Nunca, conscientemente, quiso sentar las bases de ningún movimiento religioso, sino más bien una forma de vivir. Irónicamente, fue convertido en religión por Aśoka, el emperador indio, hacia el siglo III a.C., que lo transformó en religión oficial del imperio y envió embajadas de monjes budistas por todo el mundo conocido.
Pese a que se conoce como "príncipe Siddartha" en muchas leyendas sobre Buda, no hay ninguna base histórica real que afirme su procedencia. Su padre, Sudodana Gautama, fue quizá un líder regional, similar a lo que consideraríamos jefe de una tribu.
El sistema político y la organización social de estos grupos o tribus eran bastante parecidos a una república, en oposición a la monarquía. La familia de Buda fue una de las más influyentes dentro de este sistema.
Hay grandes controversias en este sentido. Existen opiniones dispares entre los budistas que argumentan que el vegetarianismo es necesario y los que dicen que no. De hecho, el vegetarianismo no fue parte de la tradición budista temprana, y Buda mismo no fue vegetariano -sólo pensemos en que comía de limosnas, o era invitado, y en ambos casos comía lo que se le ofreciese-.
El Nipata Sutra subraya este punto cuando establece que la inmoralidad es lo que vuelve impuro, no el consumo de carne; incluso Buda recomienda caldo de carne como cura para ciertas enfermedades, así como algunos monjes recomendaban evitar "ciertos tipos de carne", lo que implicaría que otros sí serían aceptables.
5. El Buda como una deidad
¿No es irónico que quien basó sus enseñanzas en la unidad de la humanidad y en la igualdad de las personas, con el tiempo haya sido considerado como un dios? Muchos círculos tolerantes y flexibles del hinduismo consideran a Buda como una deidad, una entre las miles que existen en el panteón hinduista, una más de las múltiples manifestaciones de Vishnu.
El hecho de incluirlo entre esas miles de figuras divinas no hizo más que volver a Buda ordinario, normal, uno más entre los miles de dioses.
Buda sigue siendo uno de los personajes más influyentes tanto en la India como en occidente, donde se le considera como el inspirador de una filosofía universalista y salvífica, y el motor de un método real de transformación humana. Fue también una estrategia de oposición al rígido sistema de castas hindú.
Es una de las principales cosas que hay que dejar en claro. Muy por el contrario, él siempre se vio a sí mismo como un hombre común, lleno de defectos que había que corregir.
Tampoco pretendió ser un profeta ni un enviado divino, y afirmaba que el conocimiento humano y el esfuerzo personal -y no la devoción a los dioses- eran los verdaderos medios para lograr la iluminación. El camino de la moderación.
2. No fue un líder religioso
Quien "fundó" el budismo nunca tuvo la intención de fundar una nueva religión. Como se desprende del punto anterior, se veía a sí mismo como una persona que, una vez lograda la iluminación, ofrecía un camino alternativo a la rígida ortodoxia religiosa hindú. Fundó, sí, una secta llamada Sangha, una de muchas que existían en India, de ascéticos errantes.
Nunca, conscientemente, quiso sentar las bases de ningún movimiento religioso, sino más bien una forma de vivir. Irónicamente, fue convertido en religión por Aśoka, el emperador indio, hacia el siglo III a.C., que lo transformó en religión oficial del imperio y envió embajadas de monjes budistas por todo el mundo conocido.
Pese a que se conoce como "príncipe Siddartha" en muchas leyendas sobre Buda, no hay ninguna base histórica real que afirme su procedencia. Su padre, Sudodana Gautama, fue quizá un líder regional, similar a lo que consideraríamos jefe de una tribu.
El sistema político y la organización social de estos grupos o tribus eran bastante parecidos a una república, en oposición a la monarquía. La familia de Buda fue una de las más influyentes dentro de este sistema.
Hay grandes controversias en este sentido. Existen opiniones dispares entre los budistas que argumentan que el vegetarianismo es necesario y los que dicen que no. De hecho, el vegetarianismo no fue parte de la tradición budista temprana, y Buda mismo no fue vegetariano -sólo pensemos en que comía de limosnas, o era invitado, y en ambos casos comía lo que se le ofreciese-.
El Nipata Sutra subraya este punto cuando establece que la inmoralidad es lo que vuelve impuro, no el consumo de carne; incluso Buda recomienda caldo de carne como cura para ciertas enfermedades, así como algunos monjes recomendaban evitar "ciertos tipos de carne", lo que implicaría que otros sí serían aceptables.
5. El Buda como una deidad
¿No es irónico que quien basó sus enseñanzas en la unidad de la humanidad y en la igualdad de las personas, con el tiempo haya sido considerado como un dios? Muchos círculos tolerantes y flexibles del hinduismo consideran a Buda como una deidad, una entre las miles que existen en el panteón hinduista, una más de las múltiples manifestaciones de Vishnu.
El hecho de incluirlo entre esas miles de figuras divinas no hizo más que volver a Buda ordinario, normal, uno más entre los miles de dioses.
Buda sigue siendo uno de los personajes más influyentes tanto en la India como en occidente, donde se le considera como el inspirador de una filosofía universalista y salvífica, y el motor de un método real de transformación humana. Fue también una estrategia de oposición al rígido sistema de castas hindú.