Todos nos hemos propuesto alguna vez perder peso y mejorar nuestra figura y nuestra salud, para conseguirlos nos hemos metido en programas de ejercicio intensos y en dietas excesivamente estrictas para ver si esa compañera de vida en la que se ha convertido nuestra barriga decidade una vez largarse sin dejar rastro.
Al principio la ilusión nos impulsaba a actuar, el primer día de ejercicio nuestra energía estaba por las nubes y podríamos hacer cualquier entrenamiento que nos propusiéramos sin ningún tipo de problema, la dieta tampoco nos presenta ninguna dificultad, cogemos las piezas de fruta y de verdura como si fuera lo más delicioso que nos hemos llevado nunca a la boca.
Pero a medida que pasan los días nuestra motivación va cayendo en picado, en parte porque nuestro cuerpo está lleno de agujetas al realizar más ejercicio del que nuestro cuerpo está acostumbrado, nos duelen prácticamente todos los músculos del cuerpo, y la dieta ya no es tan estimulante como antes, la fruta y la verdura no agradan a nuestro paladar y no consiguen darnos una sensación de placer y saciedad como nos la dan otros alimentos menos sanos.
Observamos como a pesar de nuestros esfuerzos los resultados son inapreciables, de hecho cuando nos hemos pesado esta mañana hemos ganado peso.
¿Te suena esta historia?
Si te sientes identificado con algunas de estas situaciones tranquilo, no eres el primero ni el último que ceja en su empeño de perder grasa demasiado pronto. Los resultados solo llegan con paciencia y con una forma correcta de hacer las cosas, y quizás ese ha sido tu fallo, has estado siguiendo un método incorrecto con una mentalidad equivocada.
Algunos errores son muy obvios y son fácilmente identificables y por tanto, de subsanar, solo hace falta fuerza de voluntad para hacerlo, en cambio existen fallos que pasan totalmente inadvertidos (algunos se encuentran disfrazados como algo bueno), y que nos entorpecen nuestro progreso generándonos frustración sin saber por qué.
¿Cuales son algunos de estos errores?
Vamos a enumerar y a explicar brevemente algunas acciones y pensamientos que no te convienen y como darles solución:
- 1. Creerte todo lo que dicen en los anuncios publicitarios. Todos los días vemos anuncios publicitarios en televisión de productos alimenticios “de dieta”, en el que te venden que vas a conseguir el cuerpo de tus sueños y atraer todas las miradas por la calle únicamente consumiendo ese “yogurt con bífidus” o esos “cereales light que te ayudan a cuidar la línea”. La verdad es que no funcionan tan bien como los pintan, algunos te venden que porque sea bajo en calorías te va a hacer adelgazar, pero ignoran otros aspectos que te hacen acumular grasa como consumir más azúcar de la cuenta, y muchos de estos productos tienen más azúcar de la que deben.
- No investigar por tu cuenta. Esto se desprende del punto anterior y no es algo que hagan la mayoría de personas que quieren bajar de peso. Cuestiónate todos los métodos que conozcas para bajar tu porcentaje de grasa, se escéptico cuando alguien te diga que con tal o cual alimento vas a reducir la barriga en dos semanas porque generalmente esas afirmaciones al final llevarán a la frustración e incluso a acumular más grasa. Visita webs y blogs especializados que tengan una buena reputación gracias a su contenido, afortunadamente cada vez hay más de estas páginas en internet, así que hoy en día el que no está informado es porque quiere. Infórmate y que no te engañen más.
- Realizar menos actividad física de lo que uno cree. Está muy bien que hayas decidido apuntarte al gimnasio o empezar a salir a correr un poco varios días a la semana, sobre todo al principio el objetivo tiene que ser habituarte al ejercicio físico, y cambiar tu autoconcepto por el de una persona que se cuida, pero solo al principio pues es en este periodo donde se producen mejoras más rápidas en nuestro condicionamiento físico, y enseguida necesitamos aumentar la dosis para conseguir el mismo efecto. Para conseguir esto también puedes cambiar otros hábitos como ir a los sitios andando en lugar de utilizar el coche o utilizar las escaleras en lugar del ascensor.
- No dormir bien o suficiente tiempo. Nuestro cuerpo se autoregula mientras dormimos, todas nuestras hormonas se equilibran, nuestras células se reparan y nuestro en general se recupera para recargarnos de energía que nos ayudará al día siguiente. Durante el sueño también se regulan los procesos de pérdida de grasa, y un sueño insuficiente o de poca calidad hará que esta regulación no se de eficazmente, dando al final la orden a nuestro cuerpo de, en vez de estar descansado y por tanto deshacerse de la grasa sobrante, no darle tiempo a dar esa orden y por tanto seguir manteniendo esa grasa de la que nos queremos deshacer. Además estaremos cansado y sin ganas de realizar actividad física, alimentándose el círculo vicioso.
- Saltarse comidas. A menos comidas hagas y menos calorías ingieras tu cuerpo tenderá a cojer la energía de tus reservas de grasa, ¿verdad? Pues no necesariamente, y es que este es uno de los mitos más grandes y más socialmente aceptados en la pérdida de grasa. El cuerpo humano está hecho para ser eficiente y no para derrochar, por lo tanto si tu no le das la suficiente cantidad de energía para que este pueda funcionar correctamente el interpretará que son tiempos de escasez en los que hay que guardar toda la energía que sea posible, por lo tanto lo que hará será aumentar tus reservas energéticas (de grasa). Lo ideal sería que te saltes comidas únicamente en tus días de ayuno intermitente (escribiré un artículo sobre este tema si os interesa), en los demás deberías realizar tus comidas con normalidad y a poder ser con comida saludable y no procesada.
Estos son los cinco errores poco comunes que mucha comete sin darse cuenta, y como ves son muy fáciles de solucionar. Espero que este artículo te haya ayudado y a partir de ahora quemes grasa más rápida y eficazmente que nunca, comparte este artículo con quién creas que pueda beneficiarse de él y no dudes en dejarme un comentario con cualquier pregunta, sugerencia o duda que te pueda haber surgido. ¡Hasta la próxima!