¿Te ha pasado que a veces sientes que antes te era más fácil estudiar, concentrarte, sacar cálculos, recordar fechas, entre otros aspectos? Bueno, las razones para que tu cabeza no funcione tan dinámicamente como en el pasado pueden ser varias, pero lo cierto es que en gran medida se debe a la muerte de neuronas que vamos generando con ciertos hábitos que llevamos en nuestra vida diaria y que las van matando. ¿Cuáles son? Te cuento a continuación:
-No desayunar: es comprensible que a veces te saltes el desayuno porque te acostaste tarde, no tuviste tiempo o simplemente por flojera, pero si nunca desayunas las neuronas van muriendo, pues al ser ésta la comida más importante del día, las neuronas extraen de sus alimentos un gran porcentaje de los nutrientes, vitaminas y proteínas que necesitan para tener energía y así funcionar controlando y coordinando todas las funciones del cuerpo y si no los reciben, van muriendo.
-No dormir lo suficiente: al igual que nuestro cuerpo, las neuronas necesitan descansar a diario, por lo que si por periodos extendidos no duermes una buena cantidad de horas al día, las neuronas se debilitan y mueren.
-Comer grasas en exceso: ingerir frecuentemente y en gran cantidad alimentos con un alto contenido graso, generan que el cerebro se inflame y se interrumpa la correcta circulación sanguínea, derivando en que las neuronas no reciban una correcta irrigación de sangre y oxígeno, muriéndose.
-Fumar: el consumo progresivo y acumulativo de tabaco, nicotina, alquitrán y otros componentes del cigarro, no solo produce la muerte de las neuronas, sino que reduce hasta en un 50% la producción de nuevas. Además, está comprobado científicamente que fumar produce la pérdida gradual de la memoria que en muchos casos puede derivar en Alzheimer.
-Vivir estresada: dicen que un poquito de estrés no es malo, pues motiva a las personas a actuar, desempeñarse rápida y eficientemente, estar capacitada para ser competente, etc. Sin embargo, vivir en constante estrés no solo es devastador a nivel físico, sino también a nivel mental, ya que el estrés genera una inflamación en el cerebro que si se vuelve crónica, asfixia y mata a las neuronas. Esta pérdida se produce en dos zonas: la del hipocampo, asociada a la memoria, y en el córtex frontal, responsable de procesar y llevar a cabo los razonamientos complejos, por lo que la muerte neuronal a causa del constante estrés provoca desde pérdida de memoria a corto plazo hasta incapacidad de razonar lógica y avanzadamente.