Para empezar bien el día, lo que necesitamos es tomar un buen desayuno. ¿No sabes qué desayunar? ¿Desayunas siempre lo mismo? Sigue leyendo…
- Cereales sanos: avena, pan, arroz, maíz, trigo… Estos cereales poco tienen que ver con los azucarados y chocolateados que venden expresamente para desayunos.
- Fruta fresca: Aportan fibra y vitaminas. La mejor forma de tomar fruta, es comerla de entera. Recuerda que los zumos envasados contienen más azúcares añadidos que fruta, por lo que no son sanos. Y los zumos que puedas hacer tú mismo, al estar licuados, no tienen el mismo valor en fibra que una pieza de fruta.
- Lácteos: Elige el tipo de lácteo que más te convenga o que más te guste, puede ser leche, queso, yogur, y recuerda que si no te sientan bien los lácteos, puedes elegir productos que no tengan lactosa.
- Aceite de oliva: Antioxidante y bueno para regular los niveles de colesterol en sangre. Por algo le llaman “oro líquido”.
- Elimina el azúcar, la bollería y los embutidos: El azúcar sólo aporta calorías vacías y ningún nutriente. La bollería contribuye a alterar nuestra salud cardiovascular, debido al alto contenido en grasas saturadas. Y los embutidos, aparte de tener altos niveles de grasa y de sal, tampoco aportan nutrientes de gran valor a nuestra dieta.